AMLO dejará MONUMENTAL DEUDA a los MEXICANOS; aumentó +18% el GASTO durante su ADMINISTRACIÓN

** En el último año de gobierno de Andrés Manuel López Obrador, la deuda per cápita, es decir, la deuda por habitante en México, aumentará nuevamente, de acuerdo con la última investigación del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP). ** De esta manera, cada habitante pasará de tener una deuda de 118,780 a 126,818 pesos el siguiente año. Al inicio del sexenio de López Obrador, en el 2019, la deuda per cápita era de 109,818 pesos.

El gasto neto del sector público creció 18.1 por ciento en los primeros cuatro meses del año, con respecto del mismo lapso del año anterior, lo que significó la mayor alza para un periodo similar en 24 años, y sumó 2 billones 998 mil 710 millones de pesos, impulsado por las erogaciones hacia obras insignia, y una aceleración de subsidios y transferencias por el año electoral.

En su informe de Finanzas Públicas y Deuda Pública de abril, la Secretaría de Hacienda precisó que los ingresos totales del sector público crecieron a un menor ritmo en el cuatrimestre, con 5.8 por ciento, a 2 billones 621 mil 169.6 millones de pesos.

  • Estos datos dispararon el déficit fiscal a 377 mil 540.8 millones de pesos en los primeros cuatro meses de este año, desde 59 mil 189.6 millones en igual lapso del 2023, es decir, se multiplicó 6.4 veces.
  • Miguel González, coordinador del Centro de Estudios Financieros de la Facultad de Economía de la UNAM, explicó que el gasto se aceleró por las erogaciones para tratar de concluir las obras insignia del gobierno, aunque tal vez no se logren terminar antes de que acabe el sexenio.

Asimismo, se adelantó la entrega de los programas sociales para generar una mayor satisfacción entre la población, pero también por la restricción de repartir dinero previo a la elección. “El contexto electoral provocó, por sí sólo, un aumento de 51.1 por ciento en subsidios y transferencias”, destacó México Evalúa.

Ingresos, con menor avance

Por otra parte, los ingresos tributarios del sector público en los primeros cuatro meses del año sumaron 1 billón 768 mil 312 millones de pesos, y crecieron 5.6 por ciento real, respecto de igual periodo de 2023, detalló Hacienda.

  • Destacó la baja del ISR en 1.5 por ciento, mientras que en el IVA se reportó un crecimiento de 4.8 por ciento. Los ingresos petroleros crecieron 3.8 por ciento en el mismo periodo. Así, mientras el gasto creció a un mayor ritmo, los ingresos en Tesorería fueron más lentos, por un menor ritmo de avance en la recaudación y recursos petroleros.
  • Janneth Quiroz, directora de análisis de Monex, expresó que el incremento del gasto público ya era esperado desde la aprobación del Paquete Económico de 2024, lo que dio como resultado erogaciones que no se veían en varios años.

“A la par, se registraron menores ingresos ante esta desaceleración económica que vimos a principio del año. Lo que no estaba tan descontado es que tuviéramos este nivel de ingresos, considerando que las apuestas apuntaban a que en el primer semestre del año tendríamos un crecimiento más robusto”, abundó.

“El que al final vayamos a tener un mayor déficit es algo que ya se tenía esperado”, recalcó.

Por su parte, Sergio Luna, economista en jefe y desarrollo de nuevos negocios de Grupo Financiero Mifel, coincidió al señalar que los números del reporte de Hacienda no sorprenden porque es algo que ya se había anunciado.

Repunte general

Al cuarto mes del año, la inversión física ascendió a 337.8 mil millones de pesos, lo que implicó un aumento de 27.7 por ciento frente al mismo periodo de 2023. El gasto de ramos administrativos creció 67 por ciento y de energía 253 por ciento.

  • Los rubros con mayores aumentos en las erogaciones de enero a abril de este año fueron del gasto programable con un alza de 24.2 por ciento real, a 2 billones 166 mil 795 millones de pesos.
  • Dentro de los gastos de operación del gobierno, las compras de materiales y suministros se elevaron 94.4 por ciento; las erogaciones en inversión física directa subieron 82.8 y la inversión financiera directa se elevó 169.3 por ciento.

Miguel González recalcó que en el segundo semestre será mucho menor el gasto y la actividad económica por el fin del sexenio, es como cuando las empresas cierran los libros para hacer un balance por el fin del año.

Mayor déficit

González indicó que el déficit fiscal en todo el año será mayor al 5.9 por ciento del PIB previsto por Hacienda, y algunos analistas consideran que podría llegar a 6.2 por ciento del PIB.

  • Para el 2025 se prevé una consolidación fiscal, para bajar el déficit a 2.5 por ciento, pero sería un ajuste muy fuerte y difícil de lograr, por los compromisos que existen de los subsidios para que opere el Tren Maya, el AIFA y la refinería Dos Bocas.

“Lo que pasa es que los proyectos de tal envergadura pueden demorar entre 5 y 10 años en lograr su punto de equilibrio. No se está considerando que se les deberá estar dando subsidios para el gasto de operación y mientras más trabaje el Tren Maya requerirá de mayor combustible y de más personal. Esto seguirá impactando el déficit; no lo han hecho público, lo saben, pero no conviene difundirlo”, añadió el académico de la UNAM.

Programas sociales se llevan la mayor tajada

El sexenio está a pocos meses de concluir; sin embargo, desde 2019 hasta el primer trimestre de este año, el gasto neto acumulado en el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador creció 24.9 por ciento en comparación con la administración anterior; incremento impulsado principalmente por el gasto corriente, debido a que se entregaron los apoyos de programas sociales de forma anticipada.

  • Así lo dio a conocer México Evalúa en su análisis de las Finanzas del Sector Público de Marzo 2024, en el que indicó que, a la par del crecimiento del gasto gubernamental, se estima que los ingresos públicos del sexenio cerrarán con un menor crecimiento comparado con los tres anteriores gobiernos, pues de 2019 a marzo de 2024, estos acumulan un aumento de sólo 9.9 por ciento.

Explicó que el crecimiento del gasto del sexenio se debe a un aumento de 20 por ciento —228.8 mil millones de pesos— del gasto corriente y aunque en menor medida, también influye que el gasto de capital creció 52.4 por ciento (105.5 mil millones de pesos). “Ya que el gasto se ha incrementado por mayor endeudamiento, preocupa el limitado incremento del gasto de capital frente al gasto corriente”, destacó.

Asimismo, al primer trimestre de 2024, el gasto total repuntó como porcentaje de la economía al representar 6.6 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), “este es su nivel más alto en los últimos 25 años para un mismo periodo de comparación”.

Además, el crecimiento se dio principalmente en el gasto corriente, “presumiblemente, reflejo del adelanto de programas sociales debido al periodo electoral”, indicó.

Es así, que en el gasto electoral, los pagos adelantados provocaron que haya un aumento anual de 79.4 por ciento (107.19 mil millones de pesos) en el gasto de la Secretaría del Bienestar al mes de marzo, así como en el gasto de la Secretaría de Educación Pública (SEP), el cual creció 74.4 por ciento ( 67.99 mil millones de pesos) frente a marzo del 2023.

  • En tanto, México Evalúa señaló que en lo que va del sexenio, el gasto de capital promedia 268 mil millones de pesos, cifra ligeramente mayor a los 267 mil mdp del sexenio de Enrique Peña Nieto; sin embargo, el gasto corriente promedia 1.1 billones de pesos, monto mayor al billón de pesos gastado en promedio por el anterior presidente.
  • Con lo anterior, dijo, el gasto presenta un retraso de 5.0 por ciento (122 mil millones de pesos), “el segundo peor retraso del sexenio”; además de que pese al gran aumento del gasto frente a 2023, en lo que va de este año no se ha cumplido el programa establecido para 2024.

En el gasto programable, señaló que, de 2019 a marzo de 2024, se observa un aumento en servicios personales por 2.9 por ciento (10.2 mil mdp) pero se mantiene en niveles por debajo de 2017. Mientras que el gasto en subsidios y transferencias creció 61 por ciento (192.3 mil mdp), y la inversión física aumentó 23.3 por ciento (42.5 mil mdp).

“El gasto programable muestra un subejercicio de 97.3 mil millones de pesos, siendo 5.5 por ciento menor al gasto programado al mes de marzo; con lo cual se ubica como el segundo subejercicio del gasto programable del sexenio para un primer trimestre”, enfatizó.

Al respecto, el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) señaló que dentro del gasto programado, la Secretaría de Salud presenta en el primer trimestre de 2024, un subejercicio de 18.9 por ciento y una reducción de 69 por ciento comparado con el año anterior.

A diferencia de Secretaría de Energía (Sener), que presenta un sobre ejercicio del 85 por ciento, debido a los apoyos financieros a Petróleos Mexicanos, ya que en los tres primeros meses del año, ejerció 46.4 por ciento de su presupuesto para apoyar a la empresa petrolera del Estado y “es posible que siga presentando sobreejercicios, por los 6 mil mdd de vencimientos que enfrentará Pemex”.

Al respecto, México Evalúa resaltó que el gasto de la Sener aumentó 301.2 por ciento (58.49 mil mdp) debido a mayores transferencias a Pemex, las cuales ascienden a 77.2 mil mdp y representa un crecimiento de 317 por ciento (58.7 mmdp) frente al año anterior, provocando que se realizaran más recortes al gasto de salud.

Deuda y déficit

Por otra parte, el CIEP explicó que al finalizar el primer trimestre, el déficit presupuestario fue 3.6 veces mayor que el observado hace un año. Lo anterior fue resultado de la caída en los ingresos petroleros, el mayor gasto en subsidios, transferencias y aportaciones; así como en inversión financiera.

Además, el endeudamiento en los Requerimientos Financieros del Sector Público durante los tres primeros meses del año fue 145.4 por ciento mayor al año anterior, cuando ya se había alcanzado un máximo histórico, por lo que se proyecta que en 2024 cerrará “como el año con el endeudamiento más alto desde 1993”.

Dejan de lado la austeridad

De cara al final del sexenio, el presidente Andrés Manuel López Obrador no sólo abrió la llave del gasto en inversión física para culminar sus principales obras de infraestructura, sino también dejó de lado la austeridad republicana y elevó el gasto de servicios personales para los burócratas.

  • Cifras de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) muestran que en los tres primeros meses de 2024, el gobierno destinó al pago de viáticos, salarios, prestaciones y remuneraciones a las oficinas del gobierno 364 mil 641 millones de pesos. Se trata de la cifra más alta para un mismo periodo desde 2021, así como un alza de 2.9 por ciento en términos reales respecto al mismo trimestre de 2023.
  • La austeridad republicana fue impuesta por el presidente López Obrador bajo el argumento de acabar con los privilegios de funcionarios de sexenios pasados y así tener un ahorro que sirviera para otras partidas presupuestales o programas.

Con ello se hicieron recortes de personal, disminuyeron prestaciones laborales y salarios, o se limitó la contratación de servicios para remodelaciones o mantenimiento de las instalaciones de trabajo.

  • Fue tal la austeridad de la denominada Cuarta transformación que en organismos como la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) y la Secretaría de Economía (SE) se hicieron conteos del número de fotocopias autorizadas por cada empleado o se exhortó a los colaboradores a evitar cargar celulares o dispositivos electrónicos externos con el fin de ahorrar energía.

Todo esto, mientras se mantuvo la tendencia en el gasto sobre prestaciones, ya que de acuerdo con la SHCP, durante el primer trimestre del año el gobierno gastó alrededor de 114 mil 946 millones de pesos en prestaciones para los servidores públicos de todas las dependencias.

Tan sólo en las remuneraciones ordinarias, como seguridad social, prestaciones por retiro, primas de antigüedad, aniversario de trabajo o conmemoraciones laborales, se registraron gastos por más de 89 mil 191 millones de pesos.

En el rubro de remuneraciones extraordinarias el desembolso fue por cerca de 25 mil 755 millones de pesos. Aquí se encuentran las compensaciones por años de servicio, productividad y eficiencia, puntualidad o empleado el mes. Incluso, existe una partida para “gratificaciones por renuncia” o por laborar en zonas marginadas, insalubres o de alto riesgo.

“No hay un cambio importante en la tendencia del gasto en servicios personales frente a otras administraciones, no hay cambio que reflejo un intento no sólo por estabilizar las finanzas, sino por reducir este tipo de gasto”, dijo Diego Díaz, coordinador de finanzas públicas del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco).

El experto detalló que mantener este nivel de gasto será complicado para la siguiente administración federal, debido a que se prevé un mayor déficit fiscal, aunado al incremento en el gasto por el pago de pensiones.

“Este año, el gobierno dejó a un lado la disciplina fiscal que mantuvo durante los primeros años de la administración. El nuevo gobierno, por lo menos en su primer año, y en ausencia de una reforma fiscal, tendrá que contener el gasto”, precisó.

  • Alejandra Macías, directora ejecutiva del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), consideró que este gobierno ha sido selectivo en cuanto a cuáles dependencias se les debe aplicar la austeridad y a cuáles no.

“Algunas instituciones se han debilitado en presupuesto, pero otras como Sedena, Pemex y Bienestar que tienen más de lo que se les ha aprobado, lo cual refleja una mala planeación”.

Sobre el gasto en inversión física, en los primeros tres meses de este año se observó un aumento para culminar las principales obras de infraestructura de este gobierno como el Tren Maya, la Refinería de Dos Bocas, entre otras.

  • Las cifras de la SHCP indican que en los primeros tres meses del año, el gasto en inversión física fue de 224 mil 980 millones de pesos, un incremento anual de 23.3 por ciento y el monto más alto para un mismo periodo desde 2016.

Para Macías, si bien el gobierno abrió la llave del gasto en este primer trimestre, la inversión sigue baja y concentrada en el sector energético, lo que ha dejado desprotegidas otras áreas que requieren este gasto de inversión como educación.

Gobierno de la 4T gasta a discreción

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador echó mano de una bolsa de alrededor de 300 mil millones de pesos correspondientes a un máximo de 281 fideicomisos del gobierno federal, diseñados para atender emergencias en distintos rubros, proyectos productivos o sectores vulnerables, sin que tenga que especificar el destino de los recursos adicionales.

En 2020 el gobierno federal emitió el decreto por el que el Presidente de la República ordena la extinción o terminación de los fideicomisos y mandatos públicos y análogos.

¿Qué es el decreto para la extinción de fideicomisos públicos que emitió AMLO?

Estos instrumentos jurídicos representan un monto 300 mil millones de pesos, y la emisión del decreto es una medida que le otorga el control de los recursos, pero al mismo tiempo provoca dudas porque no se sabe a qué áreas del gasto público se destinarán los recursos, qué fideicomisos desaparecerán ni cuánto dinero se reorganizará para las finanzas públicas del país, coinciden distintos analistas.

  • Según Carlos Ramírez, expresidente de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), los fideicomisos son figuras jurídicas que permiten generar fondos de emergencia para fines específicos y su desaparición es un acto de autoritarismo, que promueve la discrecionalidad del gasto.

El decreto emitido, afirma, es una señal más de un Presidente que no encuentra límites para su actuar, y que toma decisiones que en el pasado simple y llanamente nadie se atrevió a hacer.

“Esto se llama falta de certeza jurídica y manda señales de que gobierna a golpe de decretazos y consultas ilegales, es un mensaje de que no hay límites”, adviertió.

“Los fideicomisos que se han venido generando a lo largo de los años tienen un propósito y se guiaron bajo una figura jurídica para que no puedan ser usados discrecionalmente sino destinados a un propósito determinado. Cada fideicomiso tiene una historia de por qué se creó, cuánto dinero tiene, y qué propósito persigue”, aclaró.

Sarahí Salvatierra, investigadora de Fundar, Centro de Análisis e Investigación, señala que si bien estos instrumentos han servido para ejercer recursos públicos con poca transparencia, con la medida del gobierno de Andrés Manuel López Obrador se corre el riesgo de terminar con el apoyo a personas de grupos vulnerables que sean beneficiarias de estos mecanismos.

De acuerdo con un análisis de la Cuenta Pública, existen 335 fideicomisos de entidad no para estatal, que cuentan con un monto total de 905 mil 907 millones de pesos, de los cuáles se pueden extinguir 281./Agencias-PUNTOporPUNTO

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