El sector agrícola mexicano puede tener pérdidas equivalentes de hasta 0.16 por ciento del producto interno bruto (PIB), debido a las afectaciones de cambio climático, como el incremento en la temperatura y por fenómenos hidrometeorógicos, pero si este fenómeno continúa repitiéndose, la pérdida de los cultivos podría alcanzar 25 por ciento, describió la aseguradora AXA.
- Al citar el informe del Banco de México Riesgos y oportunidades climáticas y ambientales del sistema financiero de México del diagnóstico a la acción, la aseguradora destacó que el país está altamente expuesto al incremento de las temperaturas en los próximos 15 años y de los fenómenos hidrometeorológicos, por lo que es urgente combatir el impacto que tiene el cambio climático en la industria agroalimentaria y es importante crear soluciones innovadoras que respondan con prontitud ante un desastre natural y ayuden a mitigar su impacto económico.
- Las temperaturas promedio en el país se han incrementado aproximadamente 0.85 grados centígrados en los 50 años recientes, y la tendencia es que siga en aumento entre 1.5 y 2 grados centígrados en el norte del país hacia 2039, según datos del Sistema Nacional de Cambio Climático.
- Dicho incremento en la temperatura ha ocasionado que durante los primeros ocho meses del año, más de la mitad del territorio nacional (55 por ciento) presentara sequía extrema. Los principales estados afectados fueron Sonora, Chihuahua, Sinaloa, Durango, Nuevo León y la región centro norte: Aguascalientes, Guanajuato, Querétaro, San Luis Potosí y Zacatecas.
De acuerdo con la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, las sequías son causantes de 82 por ciento de las pérdidas observadas en el sector agropecuario del mundo, y América Latina es una de las regiones más perjudicadas por este fenómeno, con daños que ascienden a 13 mil millones de dólares.
Mientras los periodos de sequías perjudican principalmente la zona norte del país, en el sur los agricultores son afectados por fenómenos hidrometeorológicos y ciclones tropicales que tienen efectos en 60 por ciento del territorio nacional, precisó AXA.
- Por ejemplo, el huracán Agatha, ocurrido a finales de mayo de 2022 en las costas mexicanas, afectó los cultivos de varios estados del Pacífico mexicano. Sin embargo, más de 700 pequeños productores de maíz pudieron aminorar el impacto económico gracias a la protección de un seguro paramétrico, con el que recibieron una indemnización de 2 mil 200 pesos por hectárea.
Los seguros paramétricos son útiles para los agricultores porque brindan una ayuda inmediata, ya que el pago de la suma asegurada sucede en cuanto se cumple el índice específico, como la categoría de un huracán o alcanzar una temperatura, sin necesidad de verificar que exista un daño material. Al contar con este modelo, la indemnización es más ágil, transparente y sencilla, detalló la aseguradora.
Advierten escasez de frijol
Luego de la tardía entrada de las lluvias en varias entidades del país afectó la germinación del frijol en el ciclo primavera verano 2023, por lo que el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), advirtió escasez y encarecimiento del grano hacia el cierre de año.
- La consultoría alertó que se espera hasta un desplome del 30.1% de la producción de frijol, por los estragos que ocasionaron la falta de agua de riego y la entrada tardía del temporal de lluvias en diferentes regiones donde se produce el producto alimenticio.
“Ya en la cosecha que viene en los meses de octubre, noviembre y diciembre lo que vemos, es que ante la falta de lluvias en la región de Durango, Zacatecas y Chihuahua que son las zonas frijoleras más importantes del ciclo primavera-verano vemos una reducción de la producción de frijol derivado de esta sequía y que podría ser la segunda cosecha más baja en los últimos años en el país”, explicó Juan Carlos Anaya, presidente del GCMA.
- Comentó que para todo el ciclo agrícola 2023, se esperaba un producción nacional de 973 mil toneladas métricas, 0.4% mayo a la obtenida en 2022, sin embargo debido a la reducción en 18.1% de la superficie sembrada en el otoño-invierno 2022, y los estragos de la sequía en este periodo después de la primavera se prevé que en suma se lograrán solo 424 mil toneladas métricas.
“Habrá una producción conjunta de ambos ciclos estimada en 669 mil toneladas métricas, un 30.7% menor respecto a la cosecha de 2022”, dijo.
Datos del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) de la Secretaría de Agricultura, señalaron que 75% de la producción corresponde al ciclo primavera-verano y el resto a la cosecha del otoño-invierno.
- El 76.6% del producto se obtiene en nueve entidades: Zacatecas, Sinaloa, Durango, Chihuahua, Nayarit, San Luis Potosí, Guanajuato, Chiapas y Veracruz. De estos totales el 85% de la superficie de frijol se siembre durante julio, 5% en junio y 10% en la primera mitad de agosto y las principales variedades cultivadas son negros, pintos y azufrados.
- Anaya, experto en comercio de productos agrícolas detalló que, “está abierto el mercado de Estados Unidos que es nuestro mayor proveedor, importamos algo de Canadá, Argentina y poco de China, pero nuestro principal proveedor es EU y lo que vemos aquí es un tema de que el precio se puede ir hacia arriba provocando que se consuma menos frijol… los americanos no son almas de la caridad, tendrán que subir los precios”, apuntó.
Al inicio de las siembras, la Comisión Nacional del Agua reportó lluvias acumuladas entre enero y julio de 2023 a nivel nacional por 240.6 milímetros , el nivel más bajo en los últimos 10 años. Mientras entre junio y julio solo se registraron 139.9 milímetros de lluvia, 35% por debajo de los 215 que se obtuvieron durante 2022, por lo que junio fue el mes más seco de la última década con tan sólo 39.2 milímetros.
El GCMA abundó que actualmente el precio de garantía es por 17.3 pesos kilo en las variedades negros, claros y pintos, mientras en el mercado libre alcanzan hasta los 19 pesos. Además el precio de venta al mayoreo superaría el precio de garantía que actualmente se posiciona en los 17 mil 300 pesos por tonelada.
En riesgo la seguridad alimentaria del país
Por otra parte el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas aseguró al medio 24 HORAS que el proyecto presupuestario que presentó la Secretaría de Hacienda en San Lázaro pone en riesgo la seguridad alimentaria del país, al enfocarse más a los apoyos sociales en el campo que a impulsar la producción de los agroalimentos.
Alertó que el proyecto económico para el cierre de sexenio está muy enfocado a una ideología de maíces criollos y agricultura tradicional, lo que es un acierto para el autoconsumo de los pequeños productores, pero es un gran error para la producción nacional de granos y oleaginosas.
- Anaya advirtió que se anticipa una fuerte sequía también para 2024 que pondrá en aprietos la producción masiva en México de maíz, frijol y en general del mercado de granos, semillas y oleaginosas, lo que pegará severamente a la economía de los agricultores nacionales.
- Agregó que además ante este panorama hay que sumarle que se espera ya una sobreproducción de granos tanto en Brasil como en Estados Unidos, lo que derivará en precios bajos afectando todavía más a los mexicanos.
Criticó que pareciera que hay una confusión en el gobierno, ya que una cosa es la ideología del maíz nativo para pequeños productores, pero eso no se puede ocupar para la industria agroalimentaria en la República Mexicana, ya que se necesita apuntalar la siembra y cosecha y no es con becas y pequeños apoyos como se puede lograr.
“Es muy loable (el tema de las becas), pero no se está viendo lo que es la seguridad alimentaria para el tema de la autosuficiencia alimentaria, que lo tenemos que hacer con los medianos y grandes productores que son los que producen la mayor producción comercial en México”, señaló.
- El presidente del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas, resaltó que el Gobierno de México no está tomando en cuenta además la caída en los precios de los granos, que es un tema mundial, por la guerra en Ucrania, y la megaproducción que se está ya anunciando por parte de Estados Unidos y Brasil.
“Se va a generar, vamos a generar una caída importante en el precio al productor que lo va a llevar a que pierdan rentabilidad y a lo mejor o se disminuya la siembra ante la caída en los ingresos… y súmale que el presupuesto viene desfavorable”.
El analista insistió que están apostando por las becas para los pequeños productores y no hay una red de seguridad para medianos y grandes productores ya que tampoco se va a apoyar los seguros de producción en el caso de frijol como se hacía en otras administraciones, “el gobierno le está apostando a las becas y al tema de los votos”.
Reconoció que en el tema de frutas y verduras estamos teniendo superávit principalmente por el intercambio comercial con EU, no la estamos pasando bien en la industria de granos y semillas.
“Es donde tenemos nuestro talón de Aquiles en granos y oleaginosas, estamos produciendo 52% y el 48% restante lo tenemos que importar y si seguimos así vamos a seguir aumentando la dependencia internacional”, abundó.
El Proyecto de Presupuesto para el 2024 del Programa Especial Concurrente para el Desarrollo Rural Sustentable, presenta un incremento de 36,445.3 millones de pesos lo que representa el 9.02% más con respecto al aprobado en 2023.
El Proyecto de Presupuesto de la SADER para el 2024 trae un incremento del 5.08% con respecto al autorizado en 2023, con 3,581.79 millones de pesos de mas.
Precios de la comida siguen subiendo
Los expertos creen que los precios de la comida en todo el mundo dependerán de la interacción de tres factores: cómo se desarrolla el fenómeno de El Niño y cuánto dura, si el mal tiempo daña las cosechas y provoca más restricciones a la exportación, y la evolución de la guerra de Rusia en Ucrania.
- Los dos países en guerra son importantes proveedores globales de trigo, cebada, aceite de girasol y otros alimentos, especialmente para países en desarrollo donde los precios de la comida han subido y la gente pasa hambre.
- El Niño es un fenómeno natural que varía los patrones meteorológicos del planeta y puede provocar eventos extremos, como sequías e inundaciones. Aunque los científicos creen que el cambio climático está haciendo más fuerte esta edición de El Niño, resulta imposible predecir con antelación su impacto exacto en la producción de alimentos.
Los primeros indicios son preocupantes.
India sufrió su agosto más seco en un siglo, y Tailandia enfrenta una sequía que ha avivado el temor sobre el suministro global de azúcar. Los dos son los mayores exportadores de azúcar después de Brasil.
Esa lluvia más escasa en India también acabó con las esperanzas de los exportadores de que la nueva cosecha de arroz en octubre fuera a acabar con las restricciones comerciales y estabilizara los precios.
«No parece que los precios (del arroz) vayan a bajar próximamente», dijo Aman Julka, director de Wesderby India Private Limited.
Los más vulnerables son países que dependen mucho de la comida importada. Filipinas, por ejemplo, importa el 14% de sus alimentos, según el Banco Mundial, y los daños causados por tormentas a sus cosechas pueden aumentar su necesidad. El arroz se encareció un 8,7% en agosto en comparación con el año anterior, más del doble que el 4,2% de julio.
- Los propietarios de tiendas de alimentación en la capital, Manila, pierden dinero. Los precios han subido con rapidez desde el 1 de septiembre y clientes que antes compraban al por mayor ahora se llevan menos cantidad.
- Los riesgos climáticos no afectan sólo al arroz, sino a cualquier cosa que requiera lluvias estables para crecer, como el ganado, señaló Elyssa Kaur Ludher, investigadora de seguridad alimentaria en el Instituto ISEAS-Yusof Ishak de Singapur. Los vegetales, frutales y pollos se ven expuestos a golpes de calor, lo que incrementa el riesgo de que la comida se estropee, explicó.
Esto limita aún más los suministros de comida, y si las exportaciones de Ucrania no se reanudan habrá más escasez de pienso para ganado y fertilizante, dijo Ludher.
Rusia se retiró en julio de un acuerdo de guerra que garantizaba que los barcos podían transportar de forma segura el grano ucraniano a través del Mar Negro. Eso fue un varapalo para la seguridad alimentaria global, ya que prácticamente sólo dejaba las costosas y divisivas rutas europeas para transportar las exportaciones del país castigado por la guerra.
El conflicto también ha perjudicado la producción agrícola de Ucrania, y según los analistas los agricultores no están plantando tanto maíz y trigo como otros años.
«Eso afectará a los que ya sufren dificultades para adquirir alimentos», dijo Ludher./Agencias-PUNTOporPUNTO