REDACCIÓN
Alondra Luna Núñez, la adolescente que el pasado viernes fue sustraída por elementos de la Policía Federal de su escuela secundaria en León, Guanajuato, para llevarla a Estados Unidos, regresará a México en las próximas horas.
Las pruebas de ADN realizadas a la menor comprobaron que Alondra Luna no es hija de Dorotea García, originaria de Michoacán pero residente en Texas, EU, quien aseguraba ser su madre biológica.
La Secretaría de Relaciones Exteriores informó en un comunicado que Alondra Luna Núñez fue restituida en el marco de la Convención de La Haya sobre los Aspectos Civiles de la Sustracción Internacional de Menores.
A través de la Dirección General de Protección a Mexicanos en el Exterior (DGPME), la secretaría recibió en 2007 la solicitud de retorno de una infante que fue sustraída ilegalmente de Estados Unidos por su padre.
En ese momento la información disponible apuntaba a que la niña podría encontrarse en Tacátzcuaro, Michoacán, por lo que el expediente fue remitido al Tribunal Superior de Justicia de ese estado.
En marzo de 2015, la Autoridad Central estadunidense informó que la madre de la menor buscada había viajado a Guanajuato y había identificado a Alondra Luna Núñez como la hija a quien había buscado durante los últimos ocho años.
Dentro de la información proporcionada se dieron datos del nombre con el que se habría registrado a la menor de edad en México y sus señas particulares.
Derivado de ello y en acatamiento a los estándares internacionales fijados en materia de restitución internacional, contenidos en las Guías de Buenas Prácticas emitidas por la Conferencia de La Haya de Derecho Internacional Privado, la jueza de la causa solicitó la intervención de la Interpol para que presentara a la menor.
Una vez que realizada esa acción, en audiencia ante el juzgado se determinaría su identidad y la procedencia de su restitución a Estados Unidos.
El pasado viernes se llevó a cabo la audiencia, durante la cual, la jueza de la causa ordenó el traslado inmediato de Alondra Luna a Texas, sin verificar su identidad y sin escuchar los alegatos de sus verdaderos padres.
La SRE aclaró que no representa a ninguna de las partes, por lo que no ofrece pruebas ni interviene salvo para esclarecer temas de la Convención.
En el caso de la menor de edad en cuestión y ante la controversia suscitada respecto a su identidad, de manera inmediata la DGPME activó los protocolos de rigor y solicitó la intervención de los consulados de México en Laredo y Houston, Texas.
También pidió el apoyo de la Autoridad Central estadunidense y el Centro para Niños Desaparecidos y Explotados.
Esto a fin de garantizar el bienestar de la niña, facilitar la comunicación telefónica con sus familiares en México y realizar las pruebas de ácido desoxirribonucléico (ADN) para comprobar que se trataba de la niña sustraída.
Los resultados de la prueba practicada el lunes 20 de abril resultaron negativos respecto a la mujer que solicitó la restitución, por lo que de manera inmediata se procedió a operar su repatriación.
Que estos agentes policíacos pueden tener una identidad falsa y que se dedican al tráfico de menores, para estafar dinero a los vedaderos padres. La madre puede estar transgrediendo la Ley, para poder intimidar a las autoridades estadounidenses. La Policía internacional, debe poner un hasta aquí, a la madre que pudo estar produciendo el delito o delitos de la niña. Saludos.