Redacción
La organización civil Foro Oaxaqueño de la Niñez (FONI), y otros activistas denunciaron que el arzobispo de Antequera-Oaxaca, José Luis Chávez Botello, protegió al sacerdote Gerardo Silvestre Hernández, quien al parecer abusó sexualmente de aproximadamente 100 menores desde el 2006.
Aunque Gerardo Silvestre Hernández se encuentra encarcelado desde 2013 y en proceso para determinar su posible responsabilidad, los activistas exigieron que se sancione a los involucrados indirectos en estos casos, que, afirman “protegen a los victimarios en lugar de salvaguardar a las víctimas”.
Al parecer en 2006 el cura Gerardo Silvestre abusó de un niño de nueve años, en la parroquia de San Pablo Huitzo, a esta violación le siguieron alrededor de 100 más en siete distintos destinos de la sierra norte oaxaqueña en donde el cura ejerció sus funciones, así lo señalo el representante del Foro Oaxaqueño de la Niñez, Alejandro de Jesús.
En la rueda de prensa, en donde se realizaron las acusaciones, también estuvo presente el sacerdote Apolonio Merino, quien dijo ser blanco de amenazas, persecución y hostigamiento por parte de la Iglesia, ya que él fue una de las personas que denunció el comportamiento del padre Silvestre.
Merino expresó que la denuncia no es ningún ataque en contra de la Iglesia, sino un acto para que se diera a conocer la verdad y se haga justicia.
Además en el mismo evento se leyó una carta dirigida al Papa Francisco que envió la madre de una de las víctimas y en la que se pide justicia al líder de la Iglesia católica.