RITA MAGAÑA TORRES
Al senador del PAN, Javier Corral Jurado, le paso lo mismo que al legislador con licencia del Verde, Jorge Emilio González, cayó en el llamado “Torito”, porque no pasó la prueba del alcoholímetro, pero de las 21 horas de arresto, sólo cumplió casi nueve, pues tramitó un amparo.
Sin embargo, acusó a las autoridades del Gobierno del Distrito Federal de “filtrar” a los medios de comunicación la ficha oficial de su detención, con el propósito de someterlo al escarnio público al ser una figura pública.
El legislador por Chihuahua señaló que no es una conducta habitual manejar alcoholizado, porque cuenta con un chofer, pero la noche del viernes pasado no tuvo ese servicio, por lo que tuvo que manejar, luego de salir de una cena en Coyoacán.
Y es que el llamado niño verde el 17 de febrero de 2013 fue remitido al “Torito” por conducir en estado de ebriedad, pero también tramitó un amparo para quedar en libertad, lo que le mereció fuertes críticas, pues se le acusó de influyentismo.
Ahora, Javier Corral explicó que cuando salía de una cena, policías de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal lo detuvieron en la intersección de Tres Cruces y Francisco Sosa, Coyoacán, y lo sometieron a la prueba de alcoholemia, que reprobó.
Por ello, agregó, fue remitido al Centro de Sanciones Administrativas e Integración, conocido como el “Torito”, ubicado en el barrio de Tacuba, para cumplir con el arresto administrativo.
Comentó que su experiencia en el “Torito” fue amarga y lamentable, pero disuasiva y anunció que terminará de cumplir el arresto en próximos días, “debo decir que yo no estaba en estado de ebriedad, por ningún motivo”.
El juez cívico le hizo una sanción administrativa, la menor, que fueron 21 horas y tramitó un amparo, porque tenía que salir a Chihuahua a cumplir un compromiso ineludible.
Comentó que se le dijo que interponer un amparo, no le iba a exentar de cumplir la sanción administrativa, lo que va a hacer como cualquier ciudadano, por eso buscará el tiempo propicio para ello, está de acuerdo con la medida, “voy a cumplir, como lo hice incluso esa noche, sin problema”.
Javier Corral insistió que lo ocurrido fue un error, pero que no cometió delito alguno, durante su detención, no ejerció ningún tipo de influyentismo.
Por su parte, el presidente del Senado, el perredista Miguel Barbosa, declaró que el arresto de Javier Corral no tenía ninguna importancia, porque a cualquier persona le puede pasar.