Acumulación de Vacunas en PAÍSES más RICOS prolongará CRISIS SANITARIA: Expertos

Muchos países celebran que ya cuentan con la inmunización del COVID-19, pero la intención es que no se genere una sensación de seguridad con las medidas sanitarias para seguir ralentizando la propagación del virus.

Las vacunas contra Covid-19 permitirán poner fin a la pandemia sólo si todos los países reciben dosis de forma rápida y justa, advirtieron este sábado varios expertos.

  • En una carta abierta publicada en la revista The Lancet, sus autores consideran que la acumulación de dosis de vacuna en los países más ricos corre el riesgo de prolongar la crisis.
  • A causa de este «nacionalismo» de vacunas, el Covax —iniciativa de la ONU destinada a distribuir vacunas contra Covid-19 a los países más pobres— podría enfrentarse a una falta de dosis durante varios años.

«La cruda verdad es que el mundo necesita cada vez más dosis de vacunas anticovid que ninguna otra vacuna en la historia para inmunizar a suficientes personas y lograr la inmunidad colectiva» indica el autor principal, Olivier Wouters, de la London School of Economics and Political Science.

«A menos que las vacunas sean distribuidas de forma más equitativa, podrían transcurrir años antes de que el coronavirus esté bajo control a nivel mundial”, argumentan.

  • Los países pobres tienen grandes problemas para procurarse las dosis y administrarlas a sus poblaciones, debido a la falta de dinero y a las carencias en infraestructuras de transporte y almacenamiento, en especial las vacunas ARN que deben ser conservadas a muy baja temperatura.

Y pese a las inversiones públicas y privadas sin precedentes en el desarrollo y el suministro de vacunas, Covax estima que necesita 6 mil 800 millones de dólares más para poder entregar vacunas a 92 países en desarrollo.

  • Los autores de la carta abierta, basándose en datos comerciales disponibles, destacan que los gobiernos de los países ricos representan el 16% de la población mundial que ha obtenido 70% de las dosis, es decir lo suficiente para vacunar varias veces a cada uno de sus ciudadanos.

El dilema de la distribución de las vacunas

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) aseguró que 37 países y territorios de Latinoamérica que participan en COVAX ya fueron notificados sobre esta primera fase de entrega de la vacuna desarrollada por el laboratorio británico AstraZeneca y la Universidad de Oxford.

  • Esta herramienta enviará en el primer semestre del año, período comprendido entre mediados de febrero y fines de junio, más de 35 millones de dosis de la vacuna para combatir el coronavirus.
  • Muchos países celebran que ya cuentan con la inmunización del COVID-19, pero la intención es que no se genere una sensación de seguridad con las medidas sanitarias para seguir ralentizando la propagación del virus. Las cifras de la pandemia siguen empeorando.

El mecanismo COVAX es un esfuerzo global para acelerar el acceso equitativo a las vacunas contra el coronavirus y de esa forma asegurar que lleguen a todos aquellos que necesiten recibirlas. Es la opción más efectiva para acceder a las vacunas para los países y las personas, especialmente los más vulnerables.

  • El objetivo es suministrar dosis, al menos, al 20% de quienes integran el plan de la OMS (Organización Mundial de la Salud), para proteger a las personas en mayor riesgo de presentar síntomas graves de SARS-CoV-2. Muchos estados lo hacen con financiamiento propio y otros sin costo debido a su condición económica o el tamaño de su población.

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha acompañado y brindado el apoyo técnico necesario a los estados miembros para respaldarlos en cada fase de su participación en este mecanismo, además de la preparación de los planes nacionales de vacunación para la COVID-19”, indicó su subdirector, el doctor Jarbas Barbosa.

Por otra parte, manifestó: ”El uso de estas vacunas nos permitirá avanzar en la lucha contra esta pandemia, pero aún debemos mantener y fortalecer las medidas de salud pública, como el uso de mascarillas, evitar aglomeraciones, el distanciamiento social y el lavado frecuente de manos, para evitar la transmisión, el incremento de casos y los decesos a consecuencia del COVID-19.”

La región requerirá inmunizar aproximadamente a 500 millones de personas para controlar la pandemia. La coalición liderada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Alianza Mundial de Vacunas (Gavi), para asegurar el acceso a las vacunas, ya comunicó la dotación estimada de dosis para América Latina en su primera fase de entrega de vacunas contra el COVID-19, a través de una carta a sus autoridades de salud. Ya recibieron la notificación sobre el número estimado de dosis de la vacuna de AstraZeneca que podrían llegar a partir de la segunda mitad de febrero y a lo largo del segundo trimestre de 2021.

  • La situación de la Unión Europea (UE) no es mejor que la de Latinoamérica. El laboratorio alemán BioNTech prometió entregar 75 millones de dosis de la vacuna desarrollada con el estadounidense Pfizer. Mientras que el laboratorio AstraZeneca, que ha generado un fuerte descontento entre los dirigentes europeos por los retrasos de producción registrados, aumentará un 30% en el primer trimestre las entregas de su vacuna. Los integrantes de la Unión Europea (UE) mantiene su objetivo de vacunar al 70% de los adultos antes “del fin del verano” boreal.

Carissa Etienne, directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), aseguró que “con más de 45 millones de casos confirmados y más de un millón de muertes, los países y territorios a lo largo de las Américas, y particularmente los más pobres, están pasando por una crisis de salud, económica y social sin precedentes”.

Y además agregó que el inicio de entrega de vacunas es un paso “esperanzador en el combate de este virus y es un orgullo para la OPS facilitar un esfuerzo que es urgente para nuestra región”. El continente americano suma actualmente 46 millones de casos positivos y 1 millón de muertos a causa del coronavirus.

Entre más infecciones haya, más oportunidades tiene el virus de mutar

Para los expertos está claro que mientras más infecciones haya, más oportunidades tiene el virus de mutar y generar nuevas variantes del SARS-CoV-2 que vayan haciendo cada vez más ineficaces tanto las medidas de confinamiento, cubrebocas y sana distancia, como las vacunas.

La inmunología de las vacunas está lejos de ser una ciencia exacta. Por la experiencia acumulada de los más de 200 años transcurridos desde que Edward Jenner creó la primera vacuna, se saben muchas cosas sobre cómo funcionan las inmunizaciones que se han hecho contra diferentes enfermedades; pero aún falta mucho por entender sobre los mecanismos biológicos que subyacen al funcionamiento del sistema inmunológico y su forma inteligente de reaccionar ante los patógenos o sus simulacros que se inyectan con las vacunas.

  • Esta falta se debe a la enorme complejidad del sistema inmunológico, la cual, en cierto sentido,es superior a la del cerebro, nuestro otro órgano que tiene reacciones inteligentes avanzadas como el reconocimiento y la memoria. Pero mientras el cerebro solo tiene un tipo celular general —las neuronas— y una forma básica de funcionamiento, el envío de impulsos electroquímicos; el sistema inmune tiene una multitud de tipos celulares, que actúan de diversas maneras a través de mecanismos distintos.

Así, aún no está claro por qué algunas vacunas necesitan una o más dosis de refuerzo, sea para tener una mayor efectividad y/o para guardar la memoria de cómo se debe reaccionar ante el patógeno. Tampoco se sabe bien por qué en unos casos el refuerzo debe ser administrado en cuestión de unas semanas y en otros en cuestión de años.

Por ejemplo, no es que los científicos de Pfizer-BioNTech y Moderna que diseñaron las nuevas vacunas de alta tecnología de ARN mensajero, decidieran hacerlas de dos dosis, sino que como explica Edward Livingston, director ejecutivo de la revista de la Asociación Médica Americana (JAMA, por su sigla en inglés):

“Cuando se probaron las vacunas por primera vez, se encontró una reacción inmune relativamente débil unas pocas semanas después de que las personas recibieron la primera dosis de la vacuna, seguida de una reacción fuerte cuando se administró una segunda dosis”.

Livingston agrega que estas vacunas “fueron muy efectivas para prevenir infecciones que causan síntomas tanto después de la primera como de la segunda dosis. Sin embargo, en estos ensayos siempre se administró una segunda dosis. No se sabe qué tan bien funciona la vacuna si sólo se administra una dosis”.

  • De la misma manera, los científicos del Instituto Jenner de la Universidad de Oxford, donde se diseñó la vacuna que probó y distribuye la farmacéutica AstraZeneca, aún no logran explicar por qué su vacuna resultó más eficaz cuando la primera dosis era menor de lo que habían planeado.
  • El gobierno del Reino Unido, ante el crecimiento desenfrenado que ha tenido la variante B.1.1.7 a pesar de las medidas de confinamiento implementadas, hizo la estimación de que una dosis es mejor que ninguna, por lo que ha ampliado el tiempo de administración de la dosis de refuerzo de la vacuna de Pfizer-BioNTech de las tres semanas que probó y recomiendan los fabricantes, a 12 semanas; e incluso es posible que el refuerzo no sea de la misma vacuna.

En Estados Unidos, la extensión se hizo a seis semanas tanto para esa vacuna como para la de Moderna, que se recomienda en un plazo de cuatro semanas, y en México, la falta de abastecimiento de la vacuna de Pfizer-BioNTech obliga a que se tomen acciones similares.

Los efectos que estas decisiones puedan tener son desconocidos. Según los estudios clínicos, la vacuna de AstraZeneca por ejemplo, indujo una protección de 75% con una dosis, y recomienda aplicar el refuerzo a las 12 semanas. La de Pfizer-BioNTech, con una dosis mostró una efectividad de alrededor del 50%, aunque se cree que podría ser mayor; sin embargo, un estudio independiente hecho en Israel ya durante la campaña de vacunación mostró que parecía andar más bien alrededor de 33 por ciento.

Moderna calcula que una sola dosis tiene una eficiencia de hasta 80%, aunque advierte que este número no es representativo, pues está basado en una muestra pequeña de personas sanas que no fueron seleccionadas al azar.

Estos números no sólo son inciertos, sino que no hay forma de saber por cuánto tiempo podrían mantenerse. Lo que sí es cierto es que B.1.1.7 ya ha sido detectada en 80 países./Agencias-PUNTOporPUNTO

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