El Banco de México (Banxico) va rezagado en su lucha contra la inflación, pues sus acciones han sido muy tibias para detener el alza de precios y las expectativas de largo plazo se han visto afectadas, opinan analistas.
- Con voto mayoritario de cuatro a uno, pues el subgobernador Gerardo Esquivel fue el único disidente, la Junta de Gobierno de Banxico decidió ayer subir su principal tasa de interés de 4.50% a 4.75%.
- El banco central elevó su previsión de inflación de 5.7% a 6.2% a final de año y estima que la convergencia a la meta de 3% tomará más tiempo, dándose en el tercer trimestre de 2023 y no en los primeros meses de ese año.
“Me preocupa que Banxico va detrás de la curva de inflación en comunicación, ya que puede ser necesario un incremento de 50 puntos o, al menos, que la Junta de Gobierno mande un mensaje más contundente de que está dispuesta a lo que sea para controlar la inflación”, opina Eduardo Suárez, vicepresidente de Estudios Económicos para América Latina de Scotiabank.
“El tipo de inflación está dañando más a la población más vulnerable, pues tenemos una canasta básica con un costo muy elevado”, dice en entrevista.
- Mientras en Brasil —la economía más grande de América Latina — su banco central ha hecho un buen trabajo para mandar la señal de que hará todo lo necesario para controlar la inflación, en México, por las divisiones al interior de la Junta, no se ha mandado esa señal, explica. En su opinión, el problema de la inflación es más serio de lo que los bancos centrales pensaban hasta hace un par de meses.
- El director para América Latina de Moody’s Analytics, Alfredo Coutiño, dice que Banxico “viene muy detrás de lo que la realidad inflacionaria demanda, pues sigue con un enfoque monetario muy tímido”.
- Con una inflación cercana a 6%, el doble de su meta de 3%, la autoridad ha aplicado tres incrementos de 25 puntos base en su tasa referencial, llevándola de 4% en junio, a 4.75% esta semana, lo que muestra una complacencia inflacionaria por parte de Banxico, ya que se requieren aumentos de 50 puntos, opina.
“Con el actuar monetario actual se corre el riesgo de minar la confianza de los formadores de precios”, advierte Coutiño. Además, considera que las expectativas de largo plazo se ven
afectadas, pues hay productores que piensan que la inflación no disminuirá en 2022 y pueden comenzar a subir más los precios en los siguientes meses.
Esto puede meter a la economía en una inercia inflacionaria que forzará al banco central a aplicar alzas de tasas con mayor magnitud, como en Brasil, explica el especialista de Moody’s.
- En 18 de las 32 entidades, es decir, en más de la mitad del país, directivos empresariales consultados recientemente por Banxico anticiparon que subirán los precios de sus productos y bienes por la incertidumbre en la inflación y las condiciones económicas internas.
“La unanimidad no es necesaria para convencer a los formadores de precios del compromiso de Banxico contra la inflación, sino que la mayoría de la Junta de Gobierno se apegue a defender el mandato único inflacionario de la política monetaria, y vote por aumentos de tasas con mayor magnitud”, dice.
Coutiño coincide en que la inflación cerrará el año arriba de 6%, o en 6.5%, y duda que disminuya a 3% para 2023, si la tasa de referencia no sube a más de 6% para ese entonces.
“La tasa debería cerrar este año en 5.5%, terminar 2022 en 6.5% y mantenerse en ese nivel durante 2023”, considera.
Al asumir el cargo como gobernador de Banxico a partir de enero de 2022, Arturo Herrera puede mostrar un sesgo a mantener tasas o seguir aplicando aumentos graduales, pues así ha sido con otros funcionarios que provinieron de Hacienda, coinciden Suárez y Coutiño.
Banxico subió tasa a 4.75% en decisión por mayoría
La Junta de Gobierno del Banco de México incrementó la tasa de fondeo interbancario en un cuarto de punto para dejarla en 4.75% en una decisión por mayoría de cuatro a uno.
“Si bien se prevé que los choques que han incidido en la inflación serán transitorios por la diversidad, magnitud y el extendido horizonte en el que la han afectado, pueden implicar riesgos para la formación de precios y las expectativas de inflación”, argumentaron en el comunicado.
- Este resultó el tercer anuncio consecutivo de un alza de un cuarto de punto porcentual y resultó también el tercero donde el subgobernador Gerardo Esquivel votó para dejarla sin cambio, y se convirtió en el primero donde la mayoría que decidió el aumento de la tasa, fue apoyada por la subgobernadora Galia Borja.
- En las perspectivas que acompañaron al anuncio, el cuerpo colegiado informó que espera para el cierre de este año, una variación de 6.2% anual en la inflación, que contrasta con 5.7% previsto en agosto.
- Ahora aplazaron hasta el tercer trimestre del 2023, el momento en que coincidirá el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) con el objetivo puntual de 3 por ciento. En el anuncio previo, estimaron que esta convergencia se daría en el primer trimestre del 2023.
La Junta de Gobierno destacó entre los riesgos globales los asociados a la pandemia de Covid-19, las presiones inflacionarias y los ajustes a las condiciones monetarias y financieras.
Si bien se prevé que los choques que han incidido en la inflación serán transitorios por la diversidad, magnitud y el extendido horizonte en el que la han afectado, pueden implicar riesgos para la formación de precios y las expectativas de inflación”.
No apunta a la convergencia
En el comunicado del sexto anuncio monetario del año explicaron que en las siguientes decisiones “la Junta de Gobierno evaluará los factores que inciden en la trayectoria prevista para la inflación y en sus expectativas a fin de que la tasa de referencia sea en todo momento congruente con la convergencia ordenada y sostenida de la inflación general a la meta de 3% en el plazo que opera la política monetaria”.
- Sin embargo, el experto de Moody´s Analytics dice que “llevar la tasa a 4.75%, que es mucho menor a la variación de la inflación, coloca las condiciones monetarias debajo de neutralidad y no corresponden con el objetivo único del Banco de México que es preservar el poder adquisitivo de la moneda”.
- La economista para México en el banco de inversión BNP Paribas, Pamela Díaz, consideró que hay un tono hawkish reflejado en el incremento de las previsiones de inflación y en la nueva composición del voto de los miembros de la Junta.
Pero matizó que los incrementos de un cuarto de punto no serán suficientes para lograr la convergencia al objetivo si se presentan choques externos que vuelvan a desviar la trayectoria de la inflación.
Funcionarios del Banco de México han explicado que el horizonte en el que opera la política monetaria va de siete a nueve meses.
Tono neutral
El economista senior de Pantheon Macroeconomics para América Latina, Andrés Abadía considera que está abierto el ciclo de alzas y el endurecimiento de las condiciones monetarias. Pero al dejarlo abierto al comportamiento de los datos futuros, no hay una respuesta contundente.
“En el momento de mayor incertidumbre externa e interna como el que prevalece, es muy importante que la política monetaria se mantenga como el ancla de la estabilidad”, aseveró.
- La percepción es similar para el economista para América Latina en Goldman Sachs, Alberto Ramos, quien considera que la orientación de la política monetaria sigue siendo neutral.
- “En nuestra opinión, las próximas decisiones monetarias en México estarán sujetas a las sorpresas que se pueden presentar en la inflación doméstica o bien algún cambio más agresivo en la guía del Comité Federal del Mercado Abierto de la Fed”
Los próximos anuncios monetarios están programados para noviembre 11 y el 16 de diciembre, los últimos con Alejandro Díaz de León como gobernador del Banxico./Agencias-PUNTOporPUNTO