AGENCIAS
Rafael Humberto Celaya Valenzuela, integrante del cartel de Sinaloa, liderado por el detenido capo mexicano «El Chapo» Guzmán, se declaró hoy culpable en Estados Unidos del delito de tráfico de drogas, por el que podría ser condenado de 10 años de prisión a cadena perpetua.
El Departamento de Justicia informó en un comunicado de que Celaya Valenzuela, de 41 años, reconoció antes de que se celebrara el juicio haber tratado de distribuir cocaína, heroína y metanfetaminas en Estados Unidos.
En la fase inicial del proceso, ya admitieron los cargos Manuel Gutiérrez Guzmán, primo de «El Chapo» Guzmán, y otros dos miembros de uno de los carteles más peligroso de México, Samuel Zazueta Valenzuela y Jesús Palazuelos Soto.
Todos ellos fueron detenidos por la Policía española en Madrid en agosto 2012, un mes después de que entregaran en el puerto de Algeciras (sur de España) 346 kilos de cocaína.
Las autoridades confiscaron la cocaína, que iba oculta en cajas destinadas al transporte de cristalería, y los narcotraficantes fueron extraditados a New Hampshire (EE.UU.), donde ahora han sido juzgados.
Todos ellos formaban parte del cártel de Sinaloa liderado por el famoso narcotraficante Joaquín «el Chapo» Guzmán que, hasta su detención en febrero de 2012, fue el hombre más buscado en México y Estados Unidos.
Estados Unidos llegó a ofrecer cinco millones de dólares a quien proporcionara información valiosa sobre su paradero y ahora reclama su extradición para que responda, entre otros, de los delitos de narcotráfico y lavado de dinero.
Según explicó hoy un fiscal estadounidense, la investigación para apresar a los secuaces de «El Chapo» comenzó cuando miembros del FBI descubrieron que el cártel estaba buscando nuevas rutas para distribuir cocaína desde el Suramérica hacia Europa, Canadá y Estados Unidos.
Los agentes aprovecharon la ocasión y se hicieron pasar por miembros de una banda europea de crimen organizado para entrar en contacto con los narcotraficantes.
Desde principios de 2010 y hasta agosto de 2012, los agentes encubiertos del FBI pudieron grabar en vídeo y en audio diferentes reuniones.
En las cintas, puede verse a Celaya Valenzuela y a varios de sus secuaces en reuniones en Miami y Boston (Estados Unidos), Madrid (España), así como en Portsmouth y Newcastle (Reino Unido).
Celaya Valenzuela llegó a sostener, en estas grabaciones, que trabajaba como abogado y asesor financiero de «El Chapo», mientras que el primo del líder del clan, Manuel Gutiérrez Guzmán, declaró ser su representante.
En estas negociaciones, los miembros del cártel de Sinaloa se ofrecieron a ocultar en los contenedores de varios buques miles de kilogramos de cocaína para entregarlos en distintos puertos de Europa y de la costa noreste de los Estados Unidos.
Ante los agentes infiltrados del FBI, los narcotraficantes llegaron incluso a presumir de que podrían traer la cocaína de cualquiera de los países donde se produce y citaron expresamente a Bolivia, Panamá, Belice y Colombia.
El acuerdo fue cerrado cara a cara en una reunión con «El Chapo», mientras que los detalles del trato, como las cantidades precisas de cocaína que iba ser enviada, se discutieron mediante llamadas telefónicas.
Para conocer la pena que la Justicia estadounidense impondrá finalmente a Celaya Valenzuela habrá que esperar a una audiencia que tendrá lugar el próximo 22 de enero.
A la pena de cadena perpetua o diez años de prisión también se enfrentan Soto, Manuel Gutiérrez Guzmán y Samuel Zazueta Valenzuela, cuyas sentencias están programadas para el 22 de diciembre en el caso del primero, y para el 15 de enero en el caso de los dos últimos.