Los mexicanos tiran, literalmente a la basura, 42 mil kilos de alimentos por minuto; que al año implican un desperdicio cercano a 24 millones de toneladas de frutas, verduras, proteínas, cereales y abarrotes; que serían suficientes para terminar con el hambre en México.
Un estudio del Banco Mundial (BM) reveló que dicha cantidad de comida sería suficiente para sacar de la pobreza alimentaria a 28.6 millones de personas en nuestro país; que hoy carecen de ingresos suficientes para comprar una canasta básica alimentaria.
- Indicó que, tras la pandemia del Covid-19, la pérdida de alimentos en suelo mexicano reportó un incremento de 16.27%; al pasar de 20.4 millones de toneladas a 23.7 millones de toneladas, entre 2017 y 2020.
- Las cifras del BM reportaron que dicho problema tiene un impacto económico de 491 mil millones de pesos anuales, equivalentes a 2.5% del PIB; recursos que serían suficiente para duplicar el presupuesto actual -de 191 mil 725 millones de pesos- de la Secretaría del Bienestar; donde se ubica la mayoría de los programas sociales del gobierno federal.
A través de estas últimas cifras, el organismo internacional precisó que el desperdicio de comida en el país alcanzó una pérdida de 40 mil 916 millones de pesos mensuales, durante el último año; que se convirtieron en mil 364 millones de pesos diarios, que literalmente se fueron a la basura.
Daños colaterales
La directora general de la Red de Bancos de Alimentos de México (BAMX), Teresa García, explicó a Publimetro que el desperdicio de alimentos en México tiene un triple impacto; cuyas ramificaciones se extienden al terreno medioambiental.
- Precisó que, además de las implicaciones económicas y sociales antes citadas, tirar alimentos genera 36 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2); derivados del combustible que se utilizó para su producción, traslado y mantenimiento en refrigeración.
- Refirió que, para darse una idea de tamaño de esta última merma, basta decir que dicha cantidad de CO2 sería semejante a la contaminación que generaría una flota vehicular de 17 millones de vehículos en un año.
Por si fuera poco el desprecio de alimentos también desata un enorme daño hídrico; debido a que “toda el agua que se requirió, para producir esa comida, sería suficiente para abastecer a todo en el país, por más de dos años”.
Por qué se desperdicia tanto
La directora general de BAMX explicó que la causa principal del desperdicio de alimentos proviene de las fallas en la producción agrícola; donde se pierden miles de toneladas por la forma irregular del producto, falta de brillo o color en la cáscara o porque el tamaño supera el límite de la caja de exportación.
Refirió que, muchas veces, los agricultores ni siquiera realizan la pisca o cosecha de frutas, verduras y hortalizas; porque no cumple con las especificaciones de exportación o las características estéticas que exigen los consumidores y supermercados.
- Teresa García señaló que la segunda fuente de las pérdidas está en los supermercados, tiendas y mercados; debido a la proximidad en las fechas de caducidad de los abarrotes y comida procesada; además de las imperfecciones, magulladuras o daños que se presentan en los empaques, que obligan a sacarlas de los anaqueles.
Mientras, apuntó. en los hogares del país hay un desperdicio diario de 300 gramos por persona; que es ocasionado por la falta de planeación en los platillos; los problemas de acomodo de los productos en las alacenas y refrigeradores; y porque ni siquiera tienen conciencia de las porciones que requiere la familias, ni la cantidad que se echa a perder.
Daños al medio ambiente a detalle
Red de Bancos de Alimentos de México reportó que, además de los daños económicos y sociales, en el último año, el despreciado de alimentos generó:
- 18 billones de metros cúbicos de agua perdidos; cantidad con la que se lograría llenar más de dos mil veces el Lago de Chapala, catalogado el más grande de México.
- 193 millones de toneladas de gases de efecto invernadero; equivalen a todas las emisiones en un año del total de autos y camiones que circulan en el país.
- 2 años de abastecimiento de energía eléctrica para los hogares mexicanos.
Aportaciones del BAMX
La Red de Bancos de Alimentos:
- Apoya a 1.8 millones de personas con carencias graves de alimentación.
- Rescata 174 mil toneladas de alimentos al año.
- 52% de la comida rescatada son abarrotes, cereales, alimentos procesados y no perecederos.
- 48% son perecederos, con hasta 10 días de vida útil o condiciones para el consumo.
811 millones de personas tienen hambre
Las Naciones Unidas piden una acción más enérgica para poner fin a la cultura de desperdicio de alimentos con el fin de ayudar a abordar la triple crisis planetaria del cambio climático, pérdida de biodiversidad y la contaminación.
- A principios de este año, el Índice de desperdicio de alimentos del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) mostró la enorme escala en la que se desperdician los alimentos en todo el mundo. En 2019, se desperdiciaron 931 millones de toneladas en hogares, minoristas, restaurantes y otros servicios alimentarios.
Se estima que 17% de los alimentos disponibles para los consumidores en los mercados, hogares y restaurantes, van directamente al cesto de basura y 60% de ese desperdicio ocurre en los hogares.
Además, los datos muestran que el desperdicio de alimentos por parte de los consumidores es verdaderamente un problema global, significativo en casi todos los países que han realizado mediciones.
- 17% de los alimentos en los mercados, hogares y restaurantes, van directamente al cesto de basura; 14% se pierde entre la cosecha y el mercado.
- Una investigación de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) concluyó que cada año aproximadamente 14% de los alimentos producidos para el consumo a nivel mundial se pierde entre la cosecha y el mercado mayorista.
“La pérdida y el desperdicio de alimentos son el origen de 10 % de las emisiones de gases de efecto invernadero. Esto significa, fundamentalmente, que se utilizan valiosos recursos de tierras y aguas para nada”, dijo la directora ejecutiva del PNUMA, Inger Andersen.
“Reducir considerablemente la pérdida y el desperdicio de alimentos ralentizará el cambio climático, protegerá la naturaleza y aumentará la seguridad alimentaria en un momento en que necesitamos desesperadamente que esto ocurra”, añadió.
“Todos tenemos un papel que jugar en la reducción del desperdicio de alimentos en nuestras propias vidas y lugares de trabajo. El desperdicio y la pérdida de alimentos es una carga pesada para el planeta. Pero si todos ponemos nuestros hombros debajo de esta carga, podemos impulsar un cambio”, añadió Andersen.
“Debemos acelerar los progresos realizados en la consecución de la meta 12.3 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de aquí a 2030, con vistas a reducir a la mitad el desperdicio de alimentos en el mundo y reducir las pérdidas de alimentos en las cadenas de producción y suministro, incluidas las pérdidas posteriores a la cosecha”, dijo el director general de la FAO, QU Dongyu, a la vez que advertía de que solo nos quedan “nueve temporadas (cosechas) para hacerlo”.
“Todos tenemos un papel que jugar en la reducción del desperdicio de alimentos en nuestras propias vidas y lugares de trabajo. El desperdicio y la pérdida de alimentos es una carga pesada para el planeta”, Inger Andersen, Directora ejecutiva del PNUMA.
- La acción global colaborativa para reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos es esencial. 811 millones de personas estuvieron afectadas por el hambre en 2020, un número que aumentó debido a la COVID-19, y 3.000 millones de personas no pueden costear una dieta saludable.
Teniendo esto en cuenta, el PNUMA ayudó a lanzar la Coalición “La comida nunca es desperdicio” en la Cumbre sobre los Sistemas Alimentarios de las Naciones Unidas la semana pasada. Con compromisos de 12 Estados Miembros, el grupo de ciudades C40 y un grupo diverso de partes interesadas, la coalición está atando cabos entre el desperdicio de alimentos, el hambre y la triple crisis planetaria, y tiene como objetivo ampliar los esfuerzos globales.
- 811 millones de personas estuvieron afectadas por el hambre y 3 mil millones de personas no pueden costear una dieta saludable.
El PNUMA también está facilitando grupos de trabajo sobre desperdicio de alimentos en África, Asia Pacífico, América Latina y el Caribe y Asia occidental, apoyando a 25 países en la medición de líneas de base y el desarrollo de estrategias nacionales de prevención del desperdicio de alimentos./Agencias-PUNTOporPUNTO