Más de uno de cada seis trabajadores jóvenes han dejado de trabajar durante la pandemia de COVID-19, informó este miércoles la organización laboral de la ONU, y advirtió sobre las consecuencias a largo plazo de crear una “generación de la cuarentena” si no se toman medidas para paliar la crisis.
- La Organización Internacional del Trabajo (OIT), en la cuarta edición de su informe sobre las consecuencias laborales de la pandemia, dijo que se han perdido horas de trabajo equivalentes a 305 millones de empleos de tiempo completo debido a la crisis del COVID-19.
La región más afectada, según el informe, es el continente americano, actual epicentro de la pandemia.
- El director general de la OIT, Guy Ryder, advirtió del “peligro” que enfrentan sobre todo los trabajadores de 15 a 28 años dada la falta de acceso a la capacitación o a empleos que se podría extender durante una gran parte de su carrera laboral.
“El hecho es que los han expulsado de sus trabajos”, dijo acerca de los jóvenes que han dejado de trabajar. “Existe el peligro de la exclusión a largo plazo. Están bien documentadas las secuelas que sufren los jóvenes excluidos del mercado laboral en el principio de sus carreras».
“Por eso no me parece exagerado hablar del peligro de una generación de la cuarentena”, advirtió Ryder.
- De los que conservan el empleo, casi uno de cada cuatro, el 23 por ciento, han sufrido la reducción de la jornada laboral, añadió la OIT. Los jóvenes enfrentan un “golpe triple”: la destrucción de su empleo, los trastornos a su capacitación y educación y los obstáculos para ascender o siquiera incorporarse a las filas del trabajo.
“Corremos el riesgo de crear una situación —en esta suerte de instantánea de la pandemia— que tendrá consecuencias duraderas”, manifestó Ryder en una conferencia de prensa virtual desde la sede de la OIT. “Muchos jóvenes quedarán relegados”.
“Y el peligro es —y nuevamente es la lección de experiencias pasadas— que este golpe inicial a los jóvenes dure una década o más de una década”, explicó Ryder. “Afectará la trayectoria de los trabajadores, de los trabajadores jóvenes, durante toda su vida laboral”.
La OIT manifestó que los gobiernos pueden tomar medidas para mitigar las consecuencias, por ejemplo con “garantías” para proteger el empleo y la capacitación y con medidas de “testeo y rastreo” del COVID-19 para mejorar la seguridad en el lugar de trabajo y hacer que la gente regrese a trabajar con mayor rapidez y seguridad.
Propuesta laboral de AMLO “omite” la realidad de un mercado
El Centro de Estudio para la Promoción y Difusión del Empleo Formal (CEEF) califica como ’falacia’ el planteamiento del presidente Andrés Manuel López Obrador, de crear 2 millones 93,364 empleos para estabilizar la pérdida de puestos laborales, producto del impacto económico por la pandemia de Covid-19.
- “La única manera de frenar y cambiar la pobreza en México, agudizada por la pandemia, es crear empleo formal. El Presidente habla de ocupaciones, en las que no hay garantía de prestaciones de ley como la seguridad social”, dijo Armando Leñero, presidente del CEEF.
La propuesta del mandatario “omite” la realidad de un mercado laboral mexicano “en crisis sistemática”, señala Leñero.
De acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Empleo (ENOE), 31,041, 234 personas están en la población informal, sin ningún derecho laboral. En tanto el Coneval refiere que las personas en situación de pobreza por ingreso, a las que no les alcanza para cubrir una canasta alimentaria, bienes y servicios básicos aumenta entre 7.2 y 7.9 puntos en el país, lo que equivale alrededor de 9.8 millones de personas.
Sin garantías no hay mejora
Para el presidente del CEEF, la crisis sanitaria desplomó la empleabilidad, pero es transitoria; lo que no es pasajero es la “cicatriz” que puede generar la reacción del gobierno al no garantizar que los empleados creados sean formales.
- Armando Leñero agregó que para que los más de 2 millones de empleos creados hagan una diferencia en la población, se necesita pensar en un empleo formal que contribuya a frenar la pobreza, potenciada por una pandemia que dejó al descubierto que los mexicanos no cuentan ni con lo suficiente para alimentarse o tener un seguro social para recibir atención médica.
De acuerdo con lo establecido por la Ley Federal del Trabajo, y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) un empleo formal implica tener un contrato de trabajo firmado, aguinaldo, vacaciones, prima vacacional, derecho a la PTU, estar registrado en Infonavit y en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), tener acceso a la capacitación y a la seguridad en el trabajo.
“La reactivación del empleo debe estar ligada a la formalidad, y por tanto, a disminuir pobreza. Sumar créditos de Infonavit es una medida clientelar, no una solución a largo plazo, que es urgente tomar, en particular porque la crisis tomó al país en un momento donde ni siquiera había claridad sobre cierta recuperación del empleo”, puntualiza Armando Leñero./Agencias-PUNTOporPUNTO