El prometer no empobrece, reza un dicho muy mexicano —sobre todo aplicado en la política—, y eso es a lo que están jugando los principales candidatos a gobernar la Ciudad de México a partir de diciembre próximo. En el primer mes de campaña oficial, los punteros, Claudia Sheinbaum, Alejandra Barrales y Mikel Arriola, han ofrecido una canasta de promesas que son muy atractivas para el electorado, pero que nadie sabe a ciencia cierta qué tan viables puedan ser. Recargada absolutamente en la imagen de Andrés Manuel López Obrador para que la jale hacia arriba, Sheinbaum ofrece justo lo que no hizo en cerca de ocho años que ha participado en el gobierno: innovación y esperanza./OPINIÓN ADRIAN RUEDA EN EXCÉLSIOR