TEXTO ÍNTEGRO: DESEMPLEO en el PAÍS sube; 27.7 millones pasan a la MISERIA

La crisis económico - laboral se recrudeció en México con la pandemia, la cual ha ocasionado que 462 mil jóvenes de entre 18 y 23 años se sumen a la población que no estudia ni trabaja.

Durante el tercer trimestre de este 2020, la tasa de desocupación en México alcanzó el 5.1%, al subir 1.4 puntos en comparación con el 3.7% del mismo periodo de 2019, según revela la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE).

  • De acuerdo con la información publicada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la población ocupada en el periodo fue de 51 millones de personas, reportando una disminución de 4.2 millones.

El mayor impacto en la pérdida de espacios estuvo en la actividades terciarias, donde los ocupados descendieron en 3 millones. Los sectores más afectados fueron los restaurantes y servicios de alojamiento, así como el comercio, con una reducción en los ocupados de 1.1 millones cada uno.

  • Otro dato relevante es el incremento de la población subocupada, que pasó de 4.3 millones a 8.7 millones en el año, debido a la pérdidas de empleos de tiempo de completo en 3 millones.

En su comparación con el mismo trimestre del año pasado, la tasa de subocupación fue 9.2 puntos porcentuales mayor en el tercer trimestre de 2020, al pasar de 7.8% a 17%.

  • Asimismo, la población ocupada informal, que comprende a los ocupados que son laboralmente vulnerables por la naturaleza de la unidad económica para la que trabajan, como aquellos cuyo vínculo o dependencia laboral no es reconocido por su fuente de trabajo, fue de 27.7 millones, 3.5 millones menos comparado con igual trimestre del año pasado.
  • Dicho comportamiento se debió a una disminución de 1.6 millones de ocupados en el sector informal que pasó de 15.2 millones en el tercer trimestre de 2019 a 13.7 millones en el tercer trimestre de 2020; mientras que la ocupación informal fuera del sector informal disminuyó 2 millones, al pasar de 15.9 millones a 14 millones en el mismo periodo.

Con ello, la tasa de informalidad pasó de 56.5% a 54.2% en el periodo.

«En términos generales los resultados del levantamiento de la ENOE del tercer trimestre de 2020 muestran una lenta recuperación de la ocupación, que está todavía por debajo de los niveles previos a la pandemia», indicó el Inegi en su informe.

Situación de la fuerza de trabajo

La Población Económicamente Activa (PEA), es decir, las personas que en la semana pasada a la entrevista se encontraban ocupadas o desocupadas, fueron 53.8 millones, 3.6 millones menos que en igual periodo de 2019.

Con ello, la tasa de participación económica en el tercer trimestre de 2020 fue de 55.5% de la población en edad para trabajar, 4.9 puntos porcentuales inferior a la del tercer trimestre del año pasado.

La Población No Económicamente Activa (PNEA) fue de 43.1 millones de personas (44.5% de la población de 15 y más años de edad), cifra superior en 5.5 millones de personas a la del tercer trimestre de 2019.

Tres estados destacan en la informalidad

Para esta encuesta, el Inegi presentó las estimaciones de las 32 entidades federativas, donde destacó que Guerrero (78.5%), Oaxaca (76.6%) y Chiapas (74.3%) reportaron las tasas más altas de informalidad laboral; mientras que Nuevo León (35.4%), Chihuahua (36.6%) y Coahuila de Zaragoza (36.9%) registraron las tasas más bajas.

  • En las tasas de condiciones críticas de ocupación, Chiapas reportó el porcentaje más elevado con 46.8%, seguido de Tlaxcala con 32.6% y Campeche con 30.8 por ciento. Por su parte, Jalisco con 12.1%, Sinaloa y Nuevo León con 13.1% cada una y Querétaro con 14.9%, reportaron niveles inferiores de ocupación en situación crítica en materia de ingresos y horas trabajadas.

Las ciudades con mayor tasa de subutilización de la fuerza de trabajo fueron Coatzacoalcos con 50.1% y Ciudad del Carmen con 48.3%, mientras que Toluca con 19.4% y Aguascalientes con 20.7 reportaron las tasas más bajas en el periodo.

México tendrá mayor desempleo en jóvenes

En México la pandemia provocada por el covid-19 ocasionará que 462 mil jóvenes de entre 18 y 23 años se sumen a la población que no estudia ni trabaja.

En la región latinoamericana esta tendencia aumentará en promedio 21 por ciento, lo que representa 2.7 millones de jóvenes.

“La actual contracción económica cuenta con el potencial para impactar el ingreso de los nuevos JNET durante las siguientes dos décadas, en promedio en 6.1 por ciento en relación con el salario del trabajador promedio.

“Entre los hombres el impacto de la pandemia es de 8.7 por ciento, mientras que para las mujeres es de 3.4. Para los hombres esto será equivalente a perder casi dos años de ingresos de salario promedio en el transcurso de dos décadas”, advierte el análisis.

  • Antes de la pandemia en el país había 5.8 millones de ninis de entre 18 y 29 años de edad.  Otro de los efectos derivados de la crisis será la exclusión educativa, la cual aumentará 40 por ciento en México.
  • El estudio señala que América Latina perderá 67 por ciento de lo ganado en el incremento en asistencia escolar dentro del grupo de 15 a 17 años a lo largo de la última década.
  • En lugar de una tasa esperada de exclusión educativa de 18 por ciento para este grupo en 2020, se estima un porcentaje promedio de 22, con lo que se regresará a los niveles observados en 2012, “casi una década perdida: en lugar de incluir a 1.7 millones de estudiantes en este lapso, más de un millón de jóvenes de 15 a 17 años saldrán de los sistemas educativos de la región”.

En el caso de México, la pandemia y la falta de oportunidades para evitar que los jóvenes abandonen la escuela generará más inequidad, pues familias con más recursos tendrán mayor capacidad para que sus hijos permanezcan estudiando, mientras que los hogares más pobres no.  Después de Panamá, México es la nación con más impacto en la región en exclusión educativa, pues casi 40 por ciento de los jóvenes en la clase media consolidada dejará la escuela.

“Hasta ahora no se ha visto un esfuerzo articulado por parte de la SEP para evitar estos retrocesos y simplemente se optó por la salida fácil a través de la clases por televisión”, consideró Miguel Székely, autor del análisis.

Existen dos factores fundamentales para el abandono escolar: la necesidad de obtener recursos para el hogar y la pérdida de empleos, lo cual puede ocasionar que quienes logran graduarse del sistema educativo enfrenten una menor probabilidad de insertarse en el mercado laboral.

Además, estos jóvenes pueden encontrar mayores dificultades para acceder a un empleo en el futuro por la menor experiencia laboral en comparación con jóvenes que se insertan de manera más rápida, concluye el BID./Agencias-PUNTOporPUNTO

Documento íntegro:

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