TEXTO ÍNTEGRO: Sistema de SALUD en AMÉRICA LATINA arrastra agudos apuros, como FALTA de VACUNACIÓN

Unicef alertó que alrededor de 2 millones de niños corren el riesgo de enfermar mortalmente en Latinoamérica y el Caribe porque no han sido vacunados o tienen un esquema incompleto, pese a que la región mejoró en el último año en cuanto a cobertura de inmunización.

Aunque su jerga está marcada por repetidos signos mortales, la secuencia de citas entrecomilladas no remitió a una costumbre de fusilamientos en un paredón, de ejecuciones en una horca o de aplicar la pena capital en una silla eléctrica, con inyección letal u otras vías para acatar una sentencia de muerte impuesta a una persona por delitos políticos o penales.

  • Las cuatro frases jamás estarán ligadas a dramáticos contextos penales, penitenciarios o carcelarios o los desmanes por las venganzas políticas o criminales: son relatos más cercanos a la vida que a la muerte.

Las cuatro solo expusieron escenarios puntuales y específicos que existen en los sistemas de salud pública:

  • En Costa Rica, Honduras, Cuba y Ecuador por múltiples factores que oscilaron desde la eterna —y epidémica— escasez de medicinas hasta las interminables filas de espera para que una persona sea atendida y tratada con prontitud y en el momento oportuno.

Los cuatro escenarios, no obstante, tampoco son exclusivos de esas naciones, ya que proliferaron —con igual o peor gravedad y con distintas modalidades— en el resto de América Latina y el Caribe y casi siempre por idénticos problemas en una realidad agravada por el impacto del coronavirus, que golpeó a la zona a partir de febrero de 2020.

Los análisis que la Organización Panamericana de la Salud (OPS), adscrita a la Organización Mundial de la Salud (OMS), emitió durante y después del virus determinaron que cuando la enfermedad arribó a la región, ya las estructuras públicas sanitarias sufrían agudas y generalizadas dificultades.

  • Más que ser un nuevo azote sin cesar sobre los aparatos estatales de sanidad, el Covid-19 arrastró una situación hemisférica de la salud pública que ya estaba en retroceso en 2019 y en años previos, para agravarla… y no solo en Costa Rica, Honduras, Cuba y Ecuador.
  • En la cúspide de las dificultades con esa emergencia, Paraguay desnudó una mafia de corrupción y beneficios o ventajas que provocó escasez en el suministro de insumos y fármacos esenciales, como las vacunas, y la postergación de intervenciones quirúrgicas.
  • La OPS alertó en octubre de 2022 que, por efecto de la pandemia, en los países americanos cayeron las tasas de vacunación “de rutina” durante dos años para combatir otros virus y bacterias y aumentaron los riesgos de brotes de poliomielitis, sarampión y diferentes padecimientos.

El escenario acarreará muerte y discapacidad, pasará una elevada factura socioeconómica y retrasará “aún más” el desarrollo sostenible”, pronosticó la OPS.

Uno de los sectores más perjudicados es la infancia

“Durante muchos años, América Latina y el Caribe registró una de las tasas de vacunación infantil más altas del mundo. Ahora presenta una de las más bajas. Es inaceptable”, afirmó el belga Laurent Duvillier, vocero para América Latina y el Caribe del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF por sus siglas en inglés).

  • “Esta región cuenta con los conocimientos, capacidad y recursos necesarios. Para recuperar el terreno perdido y garantizar que todos los niños y niñas estén vacunados, los gobiernos y socios deben invertir en inmunización y atención de salud primaria”, dijo Duvillier.
  • El UNICEF, que como la OPS pertenece al sistema de la Organización de Naciones Unidas (ONU), planteó en un informe que emitió en abril anterior que, para recuperarse del retroceso y reducir el número de niños y niñas con “cero dosis” en América Latina y el Caribe, urge vacunar a los que son especialmente de hogares más pobres, indígenas y afrodescendientes.
  • Más de un millón 700 mil infantes nunca recibieron una vacuna, mientras que en los últimos 10 años “se produjo el mayor descenso en cobertura de vacunación infantil” y “regresando a niveles de hace casi 30 años”, destacó, al recalcar que “es prioritario financiar servicios de inmunización y atención primaria de salud”.

“Niños y niñas de hogares más pobres tienen casi tres veces más probabilidades de ser cero dosis, que aquellos de los hogares más ricos. Enfermedades prevenibles como difteria, sarampión y polio están resurgiendo”, anunció.

  • Con la vida en un hilo: El costarricense Franklin Fernández narró que se topó con una “sentencia de muerte” el 12 de mayo anterior al acudir a recoger unos medicamentos —Factor 8 Koate Griffolds— para sus hijos hemofílicos, de 17 y 25 años, en el Hospital México, uno de los más importantes centros públicos de salud de la seguridad social de Costa Rica.

Un empleado hospitalario se limitó a informar a Fernández que el fármaco “no está disponible”. “Pregunté: ¿para cuándo estaría disponible? Y la respuesta fue que ‘hay un atraso en la compra y no sabemos…’. Se desconoce”, recordó Fernández.

“Toda la familia se encuentra en estado de pánico. Mis hijos no cuentan con el medicamento del cual dependen sus vidas. Estamos totalmente afectados emocionalmente y sin posibilidad alguna de resolver en el corto plazo esta situación”, explicó, sin ocultar su desesperación.

  • Fernández presentó un recurso de amparo ante la Sala Constitucional o IV de la Corte Suprema de Justicia en contra de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), una institución estatal que es como un buque insignia y emblemático de la seguridad social de Costa Rica y uno de los bastiones sociales por más de 80 años de servicios.

“Presentamos un recurso amparo por violación al derecho de la salud en contra de la Caja, porque hay una falta de compra del medicamento conocido como Factor 8, necesario para la coagulación de los pacientes con Hemofilia A Grave”, informó Fernández.

  • “Mis hijos padecen dicha condición y en vista que existe una falencia, una falta de compra por parte de la CCSS, obviamente se violenta el derecho a la salud y la vida misma de estos pacientes en vista que no existe el medicamento para poder tratar dicho padecimiento”, reclamó.
  • Tras su creación en 1989, la Sala IV se convirtió en el escenario de las visitas frecuentes de costarricenses y de residentes extranjeros que presentan demandas contra la CCSS por carecer de medicinas e insumos para cumplir con un tratamiento ordenado por los mismos médicos de esa dependencia gubernamental estratégica en este país.

Por cada demanda, la Caja intenta responder con un menú de argumentos, pero al final queda obligada a acatar y a atender las solicitudes ciudadanas.

  • Ni calidez ni calidad: La abogada hondureña Blanca Izaguirre, jerarca del (estatal) Comisionado Nacional de los Derechos Humanos de Honduras, denunció que “la situación general del sistema de salud (de ese país) evidencia un marcado y continuo desmejoramiento en la calidad de atención y en los servicios brindados”.
  • En una entrevista, Izaguirre describió que “es critica la situación que enfrentan a diario miles de pacientes que acuden en búsqueda de asistencia médica en un sistema de salud caracterizado por su estado de ‘coma’ permanente, que no permite la atención con calidez y calidad que merecen los hondureños”.
  • “La situación general del sistema de salud en Honduras evidencia un marcado y continuo desmejoramiento en la calidad de atención y en los servicios brindados. El desabastecimiento de medicamentos, los malos tratos, la inseguridad y la negligencia son males evidentes del debilitamiento progresivo del sistema de salud de Honduras”.

Tras indicar que “en algunos hospitales hay insuficiencia de camas para los pacientes”, señaló que “otros no cuentan con ambulancias o se encuentran en mal estado”.

El Comisionado recibió más de 900 denuncias en 2022 y 2023 por irregularidades, anomalías y otros hechos contra el sistema de salud de Honduras. En respuesta, el (estatal) Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) reafirmó su compromiso con “prestaciones y servicios dignos” y “los mejores estándares de profesionalismo, calidad y calidez”.

  • Más crisis mortales: “Porque no había asistencia en el hospital, porque no tenían un medicamento. ¡Por eso murió la mujer de mi vida! ¡Por eso murió la madre de mi hija! (…) Por eso, porque estos delincuentes que están en el gobierno nos están matando de hambre y nos están matando de salud. (…) Yo ahora no tengo miedo. ¡Haz lo que tú quieras Maduro conmigo también!”.

El testimonio lo lanzó, furioso, un venezolano en un video difundido el 31 de mayo pasado por medios digitales periodísticos no estatales especializados en información sobre Venezuela.

  • El cuestionado presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, contestó a esos y otros ataques con que las dificultades de la salud en esa nación son por culpa de las sanciones económicas que Estados Unidos le impuso en 2014 y 2017 como represalia política.
  • Sin embargo, Ecuador, Venezuela y casi la totalidad de los demás países del área son ejemplos de carencias en salud. Primicias, primer periódico digital ecuatoriano, reportó en 2022 que la escasez de insumos y medicinas en los centros de salud del (estatal) Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) se ahondó.

El abastecimiento de fármacos básicos fue del 68% a diciembre de 2021, bajó a 55% en junio de 2022 y exhibió una escasez de medicinas de 45%, precisó.

  • Un paisaje de féretros proliferó en 2020 en calles de Ecuador con difuntos por Covid-19 y en un espectáculo en el que, pese al temor de otras pestes, fueron llevados sin prisa por la ruta al cementerio…

Impacto de la pandemia de COVID-19

América Latina y el Caribe (ALC) fue la región del mundo más afectada por la pandemia. En 2020 y 2021 se registraron 2.3 millones de muertes más que las esperadas sin la pandemia. En promedio, nuestra región registró un exceso de muertes 1.5 veces el promedio de la OECD.

  • Aunque la pandemia inició en 2020, 2021 fue el año más letal pues se registraron casi 3 veces más defunciones que en año previo.
  • En cuanto al número de contagios, 2022 fue el año con la mayor cantidad de nuevos casos diarios de COVID-19 conforme se aprecia en la siguiente gráfica:

La escasez de recursos de los sistemas de salud amplificó el desafío del COVID-19

  • Por habitante, ALC tiene 40% menos médicos y 65% menos enfermeros que el promedio de la OCDE.
  • En ALC hay, en promedio, dos médicos por cada 1 000 habitantes. Sólo Cuba, Uruguay, Trinidad y Tobago y Argentina superan la media de la OCDE de 3.5
  • Del mismo modo, ALC cuenta con una media de 3.6 enfermeras por cada 1 000 habitantes, mientras que la media de la OCDE es de 10.3
  • ALC cuenta con menos de la mitad de las camas hospitalarias por habitante que el promedio de la OCDE.

Se redujo el gasto de bolsillo pero no aumentó el gasto público en salud

En promedio, en 2019 el 60% del gasto en salud en los países de ALC proviene del gobierno. En México este porcentaje fue del 49%, mientras que en 2010 era del 50%. Proporción contrastante con el 74% de la OCDE.

  • En promedio, en 2019 el 32.4 % del gasto en salud de ALC fue gasto de bolsillo. La mayor proporción fue en Guatemala (56%), Granada (54%) y Honduras (52%). En el otro extremo se encuentran Cuba (11%), Colombia (14%) y Uruguay (16%). Por su parte, México reportó en 2019 un gasto de bolsillo de 42.28%, cifra menor a la del 2010 de 43.51%.

“En ALC, el gasto privado en salud es más alto que en la OCDE. En promedio, el 32,4% del gasto sanitario en ALC se pagó de su bolsillo en 2019, por encima del promedio de la OCDE del 20%: OCDE”

  • De acuerdo con el estudio publicado hace un año por la OCDE, la recaudación tributaria como porcentaje del PIB en nuestro país fue, en 2020, del 17.9%, cifra por debajo del promedio de ALC (21.9%) en la edición 2022 de las Estadísticas tributarias de América Latina y el Caribe a 4.0 puntos porcentuales y por debajo del promedio de la OCDE (33.5%).

Latinoamérica a punto de superar a África como la región menos inmunizada del mundo

En los últimos 10 años, América Latina y el Caribe ha pasado de tener una de las tasas de vacunación infantil más altas del mundo a estar a la cola. Unos 2,4 millones de niños de la región no han recibido las pautas completas de las inyecciones principales. Muchos de ellos no han recibido ninguna dosis.

  • Así, uno de cada cuatro menores quedan expuestos a un sinfín de infecciones inmunoprevenibles como la hepatitis B, el sarampión o el tétanos. Aunque la pandemia ha sido la mayor zancadilla, no es la única.
  • La pobreza, la falta de financiación y la creciente inestabilidad política y social del continente están detrás del descenso más brutal de hace tres décadas.
  • En la región, la cobertura de la tercera dosis de la vacuna contra la difteria, el tétanos y la tosferina, la principal inyección que reciben niños menores de un año, cayó un 18% de 2012 a 2021, según el informe de Unicef, El Estado Mundial de la Infancia 2023: Para cada infancia, vacunación.
  • El continente pasó de tener vacunados al 93% de los más pequeños a apenas el 75%, lo que sitúa a América Latina y el Caribe por debajo de la media mundial (81%) y casi a la par que África Oriental y Meridional (74%).
  • “Solo se podrá revertir la situación con más inversión y sensibilización”, explica Ralph Midy, asesor regional de Inmunización de Unicef para América Latina y el Caribe.

“Hay que volver a poner en marcha clínicas móviles, políticas públicas y medidas de salud comunitarias. Tenemos que ampliar los socios comunitarios para que estos servicios lleguen a quienes lo necesitan”.

  • Entre los datos que más preocupan son los pequeños que no recibieron ninguna dosis de ninguna vacuna. En la región son más de 1,7 millones, la mayoría con el mismo denominador común: la pobreza.

Aunque con diferentes caras —migración, desastres naturales, inestabilidad política, violencia— la vacunación ha venido cayendo en la última década porque la población vulnerable es cada vez mayor y la inmunización cada vez está más abajo en la lista de prioridades de las familias (y de los Estados).

Brasil, México y Venezuela, los países con más “niños cero”

  • El fenómeno conocido como “niños cero” ha afectado principalmente a Brasil (700.000), México (316.000) y Venezuela (120.000). Entre estos tres países, suman más del 60% de los menores sin inmunizar de la región.
  • Brasil y México, además, constan en la lista de los 20 países (la mayoría africanos) con más menores sin vacunar. Los niños sin recursos tienen el triple de probabilidades de estar en este grupo.

“Lo primero en lo que piensan las personas en situación de pobreza no suele ser ponerse una vacuna. Piensan en qué comer y en la seguridad de sus hijos”, explica por teléfono Roberto Debbag, presidente de la Sociedad Latinoamericana de Infectología Pediátrica y miembro directorio de la Sociedad Mundial de la misma rama, WSPID por sus siglas en inglés.

  • “La mayoría de países en América Latina no tiene programas activos para buscar a poblaciones vulnerables que no consiguen llegar a los centros de salud y vacunarlas. Hoy en día apenas hay políticas ni tecnologías para ello”.
  • Para Midy, estas bajas tasas son el resultado del exceso de confianza: “Fuimos víctimas de nuestros éxitos. Llegamos a una cobertura prácticamente total y pensamos que el problema se había resuelto. Por eso dejó de ser prioritario en la financiación”.

La disparidad del gasto público en salud en la región y la reducción de la inversión en algunos países han dejado a las comunidades marginadas con un acceso limitado a la atención primaria de salud de calidad, responsable de este servicio médico. Y la covid lo dinamitó todo.

  • Según cifras del Banco Mundial prepandémicas, la media de inversión en salud en América Latina era del 6,6% del PIB, inferior al 8,8% de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
  • Las consecuencias: Se estima que vacunar a un niño con todas las inyecciones que necesita cuesta unos 58 dólares. Las consecuencias de no hacerlo son incalculables. Según Unicef, por cada dólar invertido en vacunación, se produce un retorno de 26.

“El riesgo de no hacer nada es muy grave: va a crear una desestabilización enorme de la región”, añade Midy mediante una videollamada.

  • La primera de las consecuencias, vinculada a la salud pública, se traduce en el resurgimiento de enfermedades inmunoprevenibles, como los brotes de difteria o tétanos que se están dando en la región.

Si bien la vacunación es un procedimiento muy sencillo técnicamente hablando, para Debbag, volver a subir la cobertura no será algo “de la noche a la mañana”. “Cuando cae tan abruptamente, no se soluciona de un año para otro. Hace falta volver a sensibilizar y llevar a los sanitarios al lugar donde está la población que no se vacuna”.

  • En América Latina los grupos antivacunas no son tan fuertes ni están tan organizados como en África, pero la desinformación a raíz de la pandemia añadió esta variable a la ecuación. “Las cifras fueron muy alarmantes.
  • En muchos países de la región, la gente se negaba a vacunarse de la covid porque decían de todo: que si les iban a inyectar un chip para geolocalizados, que los iban a enfermar…”, explica Midy.

El estudio muestra un aumento de vacunación en las familias en las que la madre ha ido a la escuela. “Es nuestro deber poner todo nuestro empeño en sensibilizar y explicarle a la gente que vacunar a los niños es un bien para todos”.

Millones de niños corren el riesgo de enfermar por no tener vacunas 

Unicef alertó que alrededor de 2 millones de niños corren el riesgo de enfermar mortalmente en Latinoamérica y el Caribe porque no han sido vacunados o tienen un esquema incompleto, pese a que la región mejoró en el último año en cuanto a cobertura de inmunización.

  • El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia o Unicef señaló que se calcula que 2 millones de niños y niñas de América Latina y el Caribe no recibieron una o más dosis de la vacuna DPT (tétanos, difteria y tos ferina) en 2022.
  • De ellos, alrededor de 800,000 tienen al menos una dosis de la vacuna, mientras que casi 1.2 millones no recibieron ni una sola, precisó en un comunicado la oficina regional de Unicef, situada en la Ciudad de Panamá.
  • La cifra de 1.2 millones de infantes “cero dosis” en 2022 es inferior a la de 1.7 millones registrados en 2021, destacó el organismo mundial, que aseveró que “muchos de estos niños y niñas viven en las comunidades más pobres de la región y tienen un acceso limitado a los servicios esenciales”.

“Es una noticia positiva que el número de niños y niñas ‘cero dosis’ en Latinoamérica y el Caribe haya disminuido en medio millón este año. Sin embargo, la preocupante realidad es que aproximadamente 2 millones de niños y niñas en la región siguen siendo susceptibles de contraer enfermedades potencialmente mortales”, dijo el director regional de Unicef para América Latina y el Caribe, Garry Conille.

Alertó que “retrasar la vacunación” de los niños “solo aumenta la probabilidad de futuros brotes, poniéndolos a ellos y a toda la población en riesgo”, por lo que “es crucial” seguir “priorizando y agilizando los esfuerzos de vacunación para garantizar la salud y la seguridad” de la infancia y las comunidades.

Unicef precisó que en 2022 la cobertura de la tercera dosis de la vacuna contra la difteria, el tétanos y la tos ferina entre los niños y niñas menores de un año aumentó al 79% frente al 75% del año anterior.

“Sin embargo, la tasa de vacunación infantil de la región es inferior a la media mundial del 84%, y se sitúa muy por debajo de la cobertura de más del 90% que la región alcanzó durante años, antes de empezar a retroceder en la última década”, indicó el organismo mundial en su misiva.

  • Para seguir ampliando la cobertura de vacunación infantil en Latinoamérica y el Caribe, Unicef reiteró su llamado a los gobiernos y aliados para que identifiquen e inmunicen “urgentemente a todos” los niños, en especial de los hogares más pobres, los indígenas y a los afrodescendientes que no han sido vacunados.

También a que den prioridad a la financiación de los servicios de vacunación y atención primaria de salud, construyan sistemas de salud más resistentes mediante la inversión en personal de salud, la innovación y la producción de suministros de vacunas en la región, y refuercen la demanda de vacunas fomentando la confianza, entre otras estrategias. /PUNTOporPUNTO

Documento Íntegro en el Enlace:

https://www.unicef.org/media/139001/file/Estado%20Mundial%20de%20la%20Infancia%202023.pdf

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