TEXTO ÍNTEGRO: México entre las 20 naciones con más MENORES de EDAD que CARECEN del ESQUEMA COMPLETO de VACUNACIÓN

En los dos primeros años de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, 6 millones de bebés y de niñas y niños hasta 6 años de edad no fueron vacunados.

Con 316 mil 830 niños con cero dosis de vacunas, México está entre las 20 naciones con más menores sin la aplicación de ningún biológico en el mundo, advierte Unicef en el informe Estado Mundial de la Infancia 2023.

  • Además, entre los países de América Latina, México se coloca en el segundo sitio, sólo por debajo de Brasil, que tiene 709 mil 768.

“Los niños y las niñas que no han recibido la primera dosis de la vacuna contra la difteria, el tétanos y la tosferina (DTP1) se describen como cero dosis”, detalla Unicef.

  • El organismo de la ONU Indica que para calcular el número de niños cero dosis se utiliza una medida aproximada.

En México no sólo hay niños con cero dosis de vacunas. Además, el 74 por ciento de los niños de 2 años y el 40 por ciento de un año carece de esquema completo de vacunación, de acuerdo con la última Encuesta Nacional de Salud.

  • Alberto Sotomayor, coordinador de investigación de Pacto por la Primera Infancia, explicó que las bajas coberturas de vacunación infantil en México tienen que ver con debilidades en la planeación, lo cual ha originado desabasto de biológicos y la falta de personal sanitario para la vacunación.

“Si tú tienes coberturas por debajo del 95 por ciento corres el riesgo de que aparezcan las enfermedades”, alertó.

  • El especialista advirtió también que en 2022 sólo se gastó uno de cada cuatro pesos del presupuesto en vacunación; en 2023, se redujo a la mitad el presupuesto para la inmunización y, para 2024, se aprobó el mismo presupuesto de 14 mil millones de pesos.
  • Explicó que, por ejemplo, hay un ejercicio deficiente de los recursos al tercer trimestre de 2023, pues sólo gastaron el 10 por ciento.
  • “Requieres vacunas en el primer trimestre y sólo has gastado 10 por ciento del presupuesto, eso implica que no has comprado lo que tendrías que comprar”, indicó Sotomayor.

Alertó sobre los gastos catastróficos que tienen que solventar las familias para atender una enfermedad.

“A nivel más macro, tratar una enfermedad prevenible por vacunación es mucho más oneroso que prevenirla; implica también una carga fiscal a los sistemas de salud”, dijo.

Gobierno de AMLO dejó a 6 millones de niños sin vacuna

En los dos primeros años de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, 6 millones de bebés y de niñas y niños hasta 6 años de edad no fueron vacunados. Su gobierno no compró los biológicos requeridos o lo hizo con retraso, como resultado del cambio que ordenó en los procedimientos de compra para tratar de cumplir con su política de austeridad y el supuesto combate a la corrupción.

  • Y aún cuando argumentó que se ahorraría dinero, eso tampoco ocurrió. El gobierno de AMLO gastó 24% más en la compra de vacunas en 2019, que Enrique Peña Nieto en 2018. Peor aún: compró menos dosis.
  • Por eso, cuando las familias buscaron las vacunas obligatorias para sus niños, no las encontraron, dejándolos desprotegidos contra la hepatitis B, tétanos, difteria, rotavirus, neumococo o sarampión. Todas, enfermedades prevenibles por vacunación.

Ciertamente ningún gobierno ha vacunado a la totalidad de niños con todo el esquema básico, pero este gobierno superó cualquier número y dejó a más niños sin protección. En 2018, 575 mil niños no fueron vacunados, pero en 2019 sumaron 2.6 millones, un aumento de 352% al comparar ambos años.

En 2020, se llegó a 3.4 millones de niños desprotegidos

  • El cuadro básico de vacunación incluye más de una vacuna para niños en diferentes edades, de acuerdo al analaisis realizado por el medio Animal Político, solo se tomó una vacuna por grupo de edad. Es decir, BCG para recién nacidos; primera dosis de triple viral para niños de un año; DPT para 4 años; y segunda dosis de triple viral para 6 años de edad.
  • Luego, con base a la información que entregó la Secretaría de Salud vía transparencia sobre la cobertura de vacunación, es decir, el número de niños en México por edad, y el número de los que efectivamente fueron vacunados se pudo determinar la cifra de infancias que no recibieron vacunas entre 2017 y 2021.

¿Por qué en 2019 no había vacuna BCG y otras para niños en México?

La disminución se explica por decisiones como ésta: por primera vez en tres décadas, el gobierno no compró en 2019 la vacuna BCG para recién nacidos que los protege contra la tuberculosis, pese a ser considerada como la segunda enfermedad infecciosa más mortífera, solo después de la COVID-19, como lo prueban los documentos obtenidos por transparencia y la revisión de contratos de adquisición de las instituciones de salud.

  • Tampoco adquirió la vacuna contra difteria, tétanos y tos ferina (DPT) en ese mismo 2019. Resultado: México fue uno de los 10 países con menos niños con esa vacuna, cifra que lo igualó a Angola, país del continente Africano, de acuerdo con la comparación hecha por la UNICEF.

Esto ocurrió antes de la pandemia. Es decir, no se puede atribuir a ésta que no se compraran. Por eso, el impacto de la emergencia sanitaria fue mayor para México, que resultó ser el quinto país con menos vacunas aplicadas en ese periodo, solo después de Filipinas, Indonesia, Pakistán e India, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).

  • De ahí que en este sexenio haya menos niños con todas las vacunas que les corresponde de acuerdo a su edad. En 2018 el promedio de esquema completo de vacunación en niños mayores a un año fue de 89.8%, y el año siguiente bajó a 79%. Aunque se ha ido recuperando hasta alcanzar 88% en 2022, sigue habiendo rezagos.

La vacunación es el primer contacto de un mexicano con su gobierno, “la introducción a la sociedad”. Es el primer capítulo de tu vida en el sector público, pero si en tus primeros minutos de vida en el sector público te dicen ‘no hay’, ¡es catastrófico!”, afirma Giorgio Franyuti, director Medical Impact, organización que ha tenido que sumar la aplicación de vacunas a los servicios médicos que lleva de forma altruista a las regiones más marginadas del país, ante la caída en cobertura durante este sexenio.

  • La falta de vacunación no solo deja en vulnerabilidad a generaciones de niños, cuyos efectos podrán verse en el futuro, sino que abre el riesgo a la aparición de un brote o el resurgimiento de enfermedades erradicadas, lo que –además– podría aumentar las hospitalizaciones, secuelas como discapacidades, o pago de seguros por incapacidad laboral.
  • Esto podría costar hasta 166 mil millones de pesos al gobierno –siete veces más de lo gastado en vacunas en los últimos cinco años– lo que presionaría las finanzas de las instituciones públicas, de acuerdo con un cálculo de la propia Secretaría de Salud.

Vacunas se compraron tarde y más caro

De acuerdo con el analisis de Animal Político, el gobierno de López Obrador compró más caro y menos dosis, como comprueba la información oficial de la Secretaría de Salud obtenida por transparencia y la revisión de los contratos en Compranet, la plataforma en la que el gobierno está obligado, por ley, a registrar todas sus adquisiciones.

Se trata de las vacunas del cuadro básico: hexavalente y pentavalente; influenza, BCG, hepatitis B, anti neumocócica, triple viral, doble viral, rotavirus, DPT (difteria, parotiditis y tétanos) y su refuerzo, TD (tétanos y difteria) y VPH (Virus de Papiloma Humano).

  • En 2018, el gobierno federal compró 45 millones de estas vacunas, y pagó 4 mil 90 millones de pesos en contratos. El año siguiente la adquisición bajó a 35 millones de dosis, pero el gasto ascendió a 5 mil 100 millones de pesos, 24% más que en 2018.
  • En 2020 la adquisición se recuperó, con 44 millones de dosis, pero el gasto fue todavía mayor: 5 mil 245 millones de pesos, de acuerdo a los contratos registrados en Compranet y la información de la Secretaría de Salud obtenida por transparencia.
  • No se puede saber cuántas vacunas adquirió el gobierno en 2021 y 2022, porque la Secretaría de Salud se negó a entregar información, argumentando que el extinto Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI) había sido el encargado de las compras esos años, pero éste tampoco entregó los datos.

El INSABI usó como argumento que, por su desaparición, ya no era sujeto obligado y remitió al organismo que lo sustituyó, el IMSS-Bienestar, el cual -a su vez- respondió que aún no concluía el proceso de entrega-recepción y, por tanto, no tenía acceso a la información.

Pero la revisión de los contratos de 2019 y 2020 comprueban los retrasos

Cada año, el Centro Nacional para la Salud de la Infancia y la Adolescencia (CENSIA) firmaba los contratos en junio con los laboratorios o con las empresas intermediarias para garantizar el abasto de vacunas para el año siguiente. Aunque los acuerdos se negociaban mucho antes, porque los pedidos debían apartarse con los laboratorios que producen las vacunas para todo el mundo.

Sin embargo, en este caso no hubo negociación previa, afirman a Animal Político diversas fuentes de gobierno e industria que participaron en el proceso. Durante la transición advirtieron al equipo de Salud que debían solicitar las vacunas un año antes, debido a que los biológicos pueden llevar ese tiempo de producción, y los laboratorios surten solo a quienes hacen pedidos con anticipación. Más aún, porque se preveía un posible desabasto de la vacuna BCG, pero México tenía prioridad para venta, dado que era de millones de dosis.

  • La recomendación fue ignorada. López Gatell dijo que comprarían las vacunas directamente a laboratorios a través de la Organización Panamericana y Mundial de la Salud OPS/OMS, por medio de Fondos Rotatorio y Estratégico de estos organismos internacionales, para “obtener beneficios respecto a los precios ofertados”, como quedó de manifiesto en la instalación de esa mesa de negociación el 27 de diciembre de 2018.
  • Meses después, en 2019, la industria volvió a acercarse con el entonces subsecretario de Salud, Hugo López Gatell y la entonces oficial mayor de Hacienda, Raquel Buenrostro, para acordar los requerimientos para el país; pero aplazaron el proceso. Nuevamente argumentaron que negociarían mejores precios para cumplir con la política de austeridad ordenada por el presidente López Obrador, que consistía en centralizar las compras en Hacienda.
  • Sin embargo, el acuerdo de que Hacienda fuera el comprador fue oficializado hasta octubre de 2019, con la publicación del “Acuerdo por el que se delegan diversas facultades al titular de la Oficialía Mayor de la SHCP, en materia de compras consolidadas”, con el que delegó en su Oficial Mayor la facultad de determinar los bienes y servicios que serían contratados de manera consolidada. Pero esta decisión retrasó, prácticamente todo el año, los procesos de compra.

López Gatell explicaría luego un poco de esa negociación en una conferencia de prensa del presidente. Se ufanaba de “no dejarnos confundir por las presiones de los mercados. Si hay un producto o cinco que son equivalentes, tienen que competir. Así logramos ahorrar 50% los costos del tratamiento de hepatitis C y VIH”. Efectivamente el gobierno gastó 50% menos en la compra de antirretrovirales, pero las personas con VIH han denunciado desabasto, a tal grado que en nueve entidades del país ni una persona recibió tratamiento en 2021 y 2022.

  • Durante el primer semestre de 2019 aún había vacunas disponibles de las compras del año anterior (2018), pero no habría para el resto del año, debido a la falta de previsión desde el proceso de transición presidencial, y el retraso de adquisición de 2019. “Cuando quisieron comprar, ya era tarde, las empresas ya tenían todo comprometido”, afirma una fuente de la industria.

El proceso de adquisición comenzó el 13 de junio de 2019 –seis meses después del intento de compra a través de la Organización Panamericana y Mundial– con el acuerdo de la Comisión Coordinadora de Institutos Nacionales de Salud y Hospitales de Alta Especialidad para realizar la compra consolidada de vacunas de la Secretaría de Salud, el ISSSTE, IMSS y la Secretaría de Marina. Solo hasta entonces comenzó la búsqueda de proveedores.

  • Para agosto de 2019, familias y personal médico ya reclamaban la falta de biológicos del cuadro básico para niños y niñas, cuyos testimonios fueron recogidos por la prensa, pero el presidente López Obrador negó el desabasto y respondió llamando a los medios “hampa del periodismo” por publicar la noticia.

El subsecretario de Salud, Hugo López Gatell, dijo en una entrevista realizada el 12 de agosto de 2019 que “todas las vacunas del esquema nacional de vacunación han sido compradas, excepto doble y triple viral”. “Fueron adquiridas en tiempo y serán entregadas y distribuidas en tiempo”. “No tienen por qué faltar”, atajó, ante la insistencia de Joaquín López Dóriga por la falta de vacunas.

Apenas el 7 de agosto habían firmado solo los contratos de las vacunas DT (contra tétanos y difteria) y Virus de Papiloma Humano; cinco días después firmaron la compra de la vacuna hexavalente, de acuerdo con los registros de contratos de Compranet.

  • Mientras que el contrato de adquisición de la vacuna triple viral, tan urgente ante la detección de casos de sarampión en Estados Unidos y su inminente llegada a México, ocurrió el 21 de agosto.
  • Los contratos de las vacunas antineumocócica, rotavirus, TDPA y antiinfluenza ocurrieron después de esa entrevista, entre el 2 de septiembre y el 28 de noviembre de 2019. Es decir, las contrataciones ocurrieron entre dos y cinco meses después de lo habitual.

Cobertura de vacunación infantil cayó hasta 90%

En México, antes de 2020, “los porcentajes de vacunación infantil superaban 90 por ciento, pero luego cayeron a alrededor de 75 por ciento de cobertura”, señaló Fortino Solórzano, pediatra infectólogo del Hospital Infantil de México Federico Gómez, quien dijo que, aunque ha habido recuperación, aún no se llega a los niveles prepandemia.

  • De acuerdo con “el informe que tenemos, en los niños menores de un año de edad, aproximadamente 30 por ciento de ellos no recibieron ninguna dosis de vacuna, lo cual es un peligro, pero si contemplamos a aquellos que al cumplir el año de edad tienen esquemas incompletos este porcentaje de faltantes se duplica”.
  • Justamente esta semana, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) emitió el informe “Estado Mundial de la Infancia 2023. Para cada infancia, vacunación”, en el que alerta sobre el desplome de la inmunización en el mundo y advierte que en 2021 en América Latina y el Caribe había 2.4 millones de niños con cero dosis de vacunas y subvacunados (con esquemas incompletos).

El profesor investigador en ciencias médicas en la Unidad de Investigación en Medicina Basada en Evidencias del Hospital Infantil de México confió en que los efectos positivos que produjo la inmunización contra el covid-19, en cuanto a reducción de enfermedad grave, muerte y hospitalización, aliente a los padres a aplicar a sus hijos todos los biológicos que contempla la cartilla nacional de vacunación, de acuerdo con la temporalidad que en ésta se establece.

  • Y es que, así como al inmunizarnos contra el SARS-CoV-2 “buscábamos evitar la muerte”, hospitalización y secuelas, debe aplicarse ese mismo criterio para las enfermedades que se previenen con la vacunación, entre ellas tuberculosis, poliomielitis, hepatitis B, sarampión, rubeola e influenza, pues muchas de éstas pueden generar graves complicaciones y decesos.

El informe del Unicef expone también que mientras en el año 2000 había 22.3 millones de niños y niñas con cero dosis de vacunas, en 2010 se redujo a 15.4 y con la pandemia en 2021 subió a 18.2 millones. Detalla que “uno de cada cinco niños y niñas no ha sido vacunado o no ha recibido todas las inmunizaciones y uno de cada cinco no tiene ninguna protección contra el sarampión./PUNTOporPUNTO

Documento Íntegro en el Enlace:

https://www.unicef.org/media/151971/file/SpanishSOWC2023Web.pdf

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