Inversionistas privados se han desanimado por políticas energéticas implementadas en México, indicó un informe del Departamento de Estado de Estados Unidos.
- «Los actores extranjeros se desanimaron cuando el gobierno de México adjudicó a Pemex la explotación de un importante descubrimiento de petróleo en aguas poco profundas realizado por un consorcio dirigido por una empresa estadounidense (Talos Energy)”, dice el Departamento de Estado en su reporte 2022 Investment Climate Statements: Mexico.
El consorcio privado había invertido más de 200 millones de dólares en la realización del descubrimiento y busca una compensación a través de un arbitraje internacional.
Por otro lado, los cambios legales y reglamentarios adoptados por el gobierno mexicano intentan modificar las normas que rigen el orden de despacho de la electricidad para favorecer a la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
“Decenas de empresas privadas y organizaciones no gubernamentales han solicitado con éxito amparos contra las medidas, que argumentan que discriminan a los participantes privados en el sector eléctrico”, añade el informe.
También la CFE obligó a varias empresas extranjeras y nacionales a renegociar los contratos de suministro de gas celebrados anteriormente, lo que suscitó “una gran preocupación” entre los inversores sobre la inviolabilidad de los contratos.
- Las reformas de la última década en los sectores de la energía, la generación de electricidad, las telecomunicaciones y la venta de combustible al por menor han liberalizado el acceso de los inversores extranjeros.
- Aunque las reformas no han llevado a la privatización de empresas estatales como Pemex o la CFE, han permitido la participación de empresas privadas.
Aun así, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador ha realizado importantes cambios normativos y políticos que favorecen a Pemex y a la CFE frente a los participantes privados.
Los cambios han llevado a las empresas privadas a presentar demandas en los tribunales mexicanos y a buscar compensación a través del arbitraje internacional.
- El informe describe que los recientes esfuerzos para revertir las reformas energéticas de 2013, incluyendo los cambios de marzo de 2021 a la ley de electricidad (que la corte suprema determinó que no viola la constitución el 7 de abril, pero que aún está sujeta a amparos en tribunales inferiores), los cambios de mayo de 2021 a la ley de hidrocarburos (que también fueron amparados por los tribunales mexicanos), y la propuesta de enmienda constitucional de septiembre de 2021 que prioriza la generación de la empresa eléctrica estatal CFE, “aumentan aún más la incertidumbre”.
Enseguida el Departamento de Estado afirma que “estos factores elevan el coste de hacer negocios en México”.
En su cuarto informe anual, el gobierno de México destacó que se ha recuperado la rectoría del Estado en la planeación y el desarrollo nacional con el objetivo de lograr “la autosuficiencia y soberanía energética”, fortaleciendo a dos empresas propiedad del Estado, Pemex y CFE.
- Entre 2015 y 2018, México subastó más de 100 bloques terrestres, someros y en aguas profundas, con un importante interés por parte de empresas petroleras internacionales. Desde entonces, la administración ha pospuesto más subastas, pero se comprometió a respetar los contratos existentes adjudicados bajo la administración anterior.
El 20 de julio pasado, Estados Unidos anunció el inicio del proceso para levantar un panel de solución de controversias contra México en el marco del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) por ciertas políticas energéticas, entre las cuales están presuntas preferencias ilegales a favor de Pemex y la CFE.
Política energética puede contravenir otros acuerdos comerciales: UBS
La política energética del gobierno que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador que ya provocó que Estados Unidos y Canadá activaran el capítulo de solución de controversias en el marco del T-MEC puede contravenir otros acuerdos comerciales que tiene México, advirtió este lunes el grupo financiero suizo UBS.
- “Las políticas energéticas de México podrían contravenir otros tratados internacionales como el Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (TIPAT), lo que conllevaría el riesgo de que otros países también presenten reclamaciones”, comentó UBS en el reporte La primera gran prueba para el T-MEC: Invirtiendo en México.
En los últimos 20 años, México se ha convertido en una de las economías más abiertas del mundo con acuerdos comerciales con más de 50 naciones.
Inversiones en riesgo
Las consultas y el posible dictamen del panel podrían servir para poner de manifiesto la importancia de la inversión e innovación del sector privado en el mercado energético. México está en una posición privilegiada para aumentar su peso económico en la región debido a que el sector manufacturero norteamericano se acerca cada vez más al consumidor. “Si el país desea beneficiarse al 100% de esta tendencia tendrá que ser capaz de ofrecer una energía limpia, fiable y asequible”, se lee en el reporte de UBS.
- Además de la imposición de aranceles a las exportaciones mexicanas hacia Estados Unidos y Canadá, el costo potencial para México en caso de no resolverse la disputa provendría de las oportunidades de inversión, anticipa la firma.
- Las tensiones comerciales entre China y EU, así como la pandemia y la invasión a Ucrania vuelven a México atractivo como centro de inversión.
De acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), destaca UBS, la reubicación de cadenas de suministro podría aumentar el valor de las exportaciones anuales de México en 35,300 millones de dólares, sin embargo, esta disputa comercial podría “empañar la valoración que puedan hacer los inversores sobre México como destino para acercar la producción, y una cantidad insuficiente de inversiones en el sector energético podría entrañar problemas para la disponibilidad de la energía en los próximos años”, apunta.
Más allá del T-MEC
El presidente López Obrador ha dicho que los cambios en materia energética no infringen el T-MEC, que México se reserva su derecho soberano a modificar la Constitución y la legislación nacional en materia de energía, conforme al Capítuo 8 del tratado, que además establece que el país podrá disponer de todos los hidrocarburos presentes en su territorio.
- Sin embargo, explica UBS, Estados Unidos y Canadá argumentan que aceptaron reconocer esa parte del nuevo tratado comercial sin prejuicio de sus propios derechos y de las soluciones jurídicas en el marco del T-MEC.
“El tratado dispone que México no podrá adoptar medidas para el sector energético que resulten más restrictivas que las concesiones paralelas otorgadas en otros acuerdos de comercio e inversión que hubiesen sido ratificados por el país antes del T-MEC”, expone UBS.
En ese sentido, añade UBS, el Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (TIPAT) ratificado antes que el T-MEC, incluye la liberalización de los sectores de generación y comercialización de la electricidad. Entonces, “el argumento es que México debería garantizar a los inversores estadounidenses y canadienses el mismo nivel de acceso que el concedido a los miembros del TIPAT”./PUNTOporPUNTO
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