En diez años se requerirán un monto de recursos hasta 9 mil 230 veces más alto de lo que actualmente se está invirtiendo en cambio climático, reporta el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Las “inversiones masivas” que demandará esta situación ascienden 6 billones de dólares anuales, una brecha frente a los 630 mil millones que por ahora se están dirigiendo a ese tipo de financiamiento.
“El cambio climático es uno de los desafíos macroeconómicos y de política financiera más críticos que enfrentarán los miembros del FMI en las próximas décadas. Los recientes aumentos en el costo del combustible y los alimentos, y los riesgos resultantes de disturbios sociales, subrayan la importancia de invertir en energía verde y aumentar la resiliencia ante las crisis”, advirtió el organismo.
- El FMI reitera que se requiere un viraje para aprovechar el financiamiento privado y privado en temas ambientales. “Con 210 billones de dólares en activos financieros en todas las empresas, o aproximadamente el doble del producto interno bruto de todo el mundo, el desafío para los formuladores de políticas y los inversores es cómo dirigir una gran parte de estas tenencias a proyectos de adaptación y mitigación climática”.
Sin embargo, fuera de las economías de ingresos, hay pocos incentivos en los mercados emergentes para llevar recursos a proyectos verdes, considera el organismo. Además, “los inversores tienen muchas opciones alternativas para generar rendimientos, incluidos los combustibles fósiles en ausencia de un precio de carbono sólido”.
- Las inversiones tanto en mitigación como en adaptación a menudo conllevan altos costos iniciales, múltiples desafíos técnicos, un horizonte a largo plazo y modelos comerciales no probados; por lo que son pocas y se concentran en “un pequeño grupo de inversores especializados que demandan altos rendimientos en una clase de activos en desarrollo y relativamente ilíquida, siendo la deuda el instrumento principal”.
Otro problema es que los grandes inversores no ponen su dinero en empresas con una capitalización de mercado inferior a 200 millones de dólares, un umbral que superan relativamente pocas firmas de energía renovable.
El FMI sostiene que el sector público puede ampliar el mercado financiero verde con su participación, pero esta y otras herramientas deben implementarse con cuidado. “Entre los peligros más importantes se encuentran los aumentos potencialmente grandes de la deuda pública a través de la cristalización de los pasivos contingentes, por lo que los límites estrictos de la exposición del estado deben juzgarse adecuadamente”.
Economía circular ayuda a mitigar el cambio climático
El impacto del cambio climático produce variaciones en la producción de bienes y servicios, modifica los patrones de consumo y forma de vivir de los consumidores, afecta a las empresas al ser un factor de riesgo e influye en las políticas ambientales de los gobiernos. Se puede producir un descenso en la productividad del sector agrario y ganadero y una subida de precios de los alimentos básicos.
- Los fenómenos meteorológicos extremos castigan con dureza a los países que ya de por sí son más vulnerables. Obliga a poblaciones enteras a desplazarse de su lugar de origen en busca de asentamientos más seguros. Claramente, hay una alarma por las consecuencias sociales, económicas y ambientales que puede ocasionar.
Sabemos que es un problema a atenderse desde diferentes sectores y de diferentes formas. Es aquí donde la economía circular se presenta como una herramienta transversal que puede ayudar a disminuir al impacto negativo.
La economía circular es un modelo de producción y consumo más sostenible que implica compartir, alquilar, reutilizar, reparar, renovar y reciclar materiales y productos existentes todas las veces que sea posible para crear un valor añadido. De esta forma, el ciclo de vida de los productos se extiende mucho más que el usar y tirar. Es un sistema de aprovechamiento de recursos donde se considera la reducción de los elementos: disminuir la producción al mínimo indispensable y, cuando sea necesario, hacer uso del producto y buscarle más usos, no es solamente el tipo de material, sino todo el proceso.
Va más allá de únicamente buscar materiales reciclables o de la disposición de los deshechos. Es buscar que las materias primas se mantengan más tiempo en los ciclos productivos y puedan aprovecharse de forma recurrente, procurando, con ello, generar muchos menos residuos, disminuyéndose así la huella de carbono de los productos y los procesos.
Los tres principios clave en los que se basa son los siguientes:
- Preservar y mejorar el capital natural.
- Optimizar el uso de recursos.
- Fomentar la eficacia de los sistemas.
Este modelo se asocia mucho al consumo responsable, pero es mucho más que solamente la manera de producir, consumir o cómo llega a su destino: es ir de lo lineal a lo circular.
El establecer estos modelos en nuestro comportamiento personal en los hogares, lugares de trabajo y el sector empresarial debe de ser contemplado para contribuir a mitigar el impacto negativo del cambio climático.
- Pero también es importante considerar el enfoque de rentabilidad económica como resultado del avance de la economía circular.
- Cada vez hay más medición en cuanto a los resultados de este modelo, pero seguramente también hay mucho camino por avanzar.
Su impacto mitigando el cambio climático es cada vez más visible, es un modelo rentable y se está empezando a considerar con mayor frecuencia en las cadenas de producción./Agencias-PUNTOporPUNTO
Documento íntegro:
[pdfjs-viewer url=»https://www.puntoporpunto.com/web/wp-content/uploads/2022/08/El-sector-publico-debe-desempenar-un-papel-importante-para-catalizar-el-financiamiento-climatico.pdf» viewer_width=100% viewer_height=550px fullscreen=true download=true print=true]