TEXTO ÍNTEGRO: En MÉXICO los Servicios de SALUD (Hospitales y Medicinas) no llegan al 50% de la POBLACIÓN

La administración que encabeza Claudia Sheinbaum enfrentará el reto prioritario de garantizar el acceso universal a la salud, uno de los temas más críticos para el bienestar de la población.

En cinco estados del país, más de la mitad de sus habitantes carecen de servicios de salud, determinó el Consejo Nacional de la Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

  • En Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Michoacán e Hidalgo, el porcentaje de población sin acceso a servicios de salud es de 66.1, 65.7, 52.7, 51.2 y 50.4 por ciento, respectivamente según el estudio El derecho a la salud para las entidades federativas de México: compendio de indicadores para su diagnóstico.
  • En contraste, los estados con mayor cobertura de salud son Baja California, Coahuila, Chihuahua, Colima y Nuevo León, ya que sólo 17.3, 19.7, 21.5, 21.9 y 22.8, en cada caso, carecen de servicios de salud, que es uno de los derechos sociales reconocidos en el artículo 4 de la Constitución Mexicana.

El indicador de carencia con desagregación estatal registra el porcentaje de personas que, a partir de una serie de condiciones, se ha determinado que no cuentan con adscripción o derecho a recibir servicio médico en alguna institución.

Es decir, no tienen acceso al Instituto Mexicano de Seguridad Social, al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste), Pemex, Sedena o Semar, ni a servicios médicos privados y programas o instancias no contributivas, como IMSS-Bienestar o Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi).

  • A nivel nacional, con datos de 2022, se registró que 50.4 millones de personas afirmaron no estar afiliadas, inscritas o tener derecho a recibir servicios de salud en una institución pública o privada, lo que equivale a 39.1 por ciento de la población.
  • En el documento se detalla que 21 entidades federativas tuvieron una incidencia inferior a ese promedio nacional, mientras las 11 restantes se ubicaron por encima de esa cifra.
  • Este resultado se sitúa en un escenario particularmente adverso en el contexto de la contingencia sanitaria internacional provocada por la pandemia de covid-19, sobre todo en el tema de derecho a la salud, comentó el Coneval en el análisis.

Los mayores niveles en la carencia se concentran en los estados del sur y centro del país, lo que evidencia la influencia de factores regionales.

  • El derecho a la salud es un pilar fundamental para el alcance de una sociedad justa y equitativa. Para lograr su pleno ejercicio son necesarias políticas públicas efectivas, basadas en evidencia, señaló el organismo encargado de medir la pobreza.

Chiapas con problemas para acceder a servicios de salud

Cuatro de cada 10 mexicanos tiene problemas para acceder a servicios de salud, destacó el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval). A través de una encuesta realizada por el organismo, resaltó que un tercio de las entidades del país se ubican con una incidencia mayor a este promedio nacional, destacando Chiapas en donde 6 de cada 10 habitantes no cuenta con acceso a la salud.

  • De acuerdo con el documento denominado “El Derecho a la Salud para las Entidades Federativas de México”, después de Chiapas que se ubica con un porcentaje de 66.1% de habitantes sin acceso a la salud, se ubica Oaxaca con 65.7% de su población sin acceso a servicios de salud digna.
  • Asimismo, cinco de cada 10 mexicanos en Guerrero(52.7%), Michoacán (51.2%) e Hidalgo (50.4%) tiene carencias para acceder a este tipo de servicios; Veracruz se coloca como el sexto estado con este problema con 49.2% de la población afectada.

Por lo que corresponde al centro del país, las cifras son las siguientes: Puebla con 48.3%, Morelos con 46.4% y Tlaxcala con 45.2%.

Cabe destacar que 11 estados de la República Mexicana tienen una incidencia mayor al promedio nacional; mientras que 21 entidades se colocan por debajo.

Estos son los parámetros utilizados por el Coneval

De acuerdo con el estudio existen cuatro indicadores para medir que tan asequible es la salud como derecho, en cada entidad:

  • Disponibilidad. Se refiere a que los medios son suficientes, ya sea infraestructura, personal, procedimientos, entre otros.
  • Accesibilidad. Tiene que ver con que todas las personas puedan obtener los medios necesarios para ejecutar sus derechos, lo cual implica que el Estado ponga dichos medios al alcance de todos sin discriminación.
  • Calidad. Se refiere a que los medios de realización del derecho serán óptimos.
  • Aceptabilidad y adaptabilidad. Esto es que los medios deben ajustarse a cada contexto social y cultural específico.

Más de 50 millones de mexicanos con carencias

Hay cientos de personas sin afiliación a algún sistema médico recurren a este centro médico, adscrito a la Secretaría de Salud, para una consulta regular o ante una emergencia. Solo en 2023, este hospital reportó un millón de atenciones, un 30% más respecto al año previo.

En México, el acceso a la salud sigue siendo un privilegio. El país tiene apenas 2,5 médicos por cada 1.000 habitantes, muy por debajo de los 3,7 que recomienda la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

  • La protección de la salud con acceso y cobertura universal ha sido una aspiración por mucho tiempo en México, una meta que este Gobierno puso sobre la mesa apenas llegar en 2018. Seis años más tarde y con una pandemia de covid-19 inédita, el acceso de servicios de sanidad no solo no avanzó, sino que retrocedió para casi 30 millones de personas, según las cifras oficiales.
  • La promesa de un sistema de salud igual al de Dinamarca ha quedado en retórica en el último tramo del Gobierno de López Obrador y, por el contrario, siguen sin subsanarse algunos de los problemas más latentes en esta materia desde hace dos décadas: déficit de personal, hospitales sin camas o equipos, citas de especialidad con filas de espera de meses y carencia de medicamentos que deben cubrir los propios enfermos.

De la eliminación del Seguro Popular al arribo del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) y ahora al Imss Bienestar, este Gobierno ha pasado por distintas facetas institucionales para abordar la cobertura universal.

Sin embargo, la última Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica del Inegi publicada da cuenta que hasta 2023 un 62,1% de la población estaba afiliada en alguna institución de salud, una caída respecto al 82,5% de 2018.

  • Las cifras del Inegi van en línea con los datos previamente publicados por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval): En 2022, 50,4 millones de mexicanos reportaron carencia en sanidad, un incremento del 150% respecto a los 20,1 millones de 2018.
  • Los especialistas en salud advierten que estos rezagos no pueden evaluarse sin considerar la inédita crisis sanitaria derivada de la irrupción de pandemia de covid-19. La evaluación de claroscuros en el sector salud pasa por reconocer que este Gobierno recibió un sistema de salud que venía languideciendo desde años atrás.

Sin embargo, los expertos coinciden en que los distintos intentos de reorganización interna, la falta de un presupuesto robusto y el alud que supuso la crisis del coronavirus terminaron por desnudar las costuras de un sistema público sanitario que ahora tendrá que volver a replantearse si es que desea avanzar en la promesa de la cobertura de la sanidad gratuita para 129 millones de mexicanos.

La apuesta por una recentralización de la atención pública en sanidad

Una de las promesas del entonces presidente Andrés Manuel López Obrador apenas llegar a Palacio Nacional fue el garantizar la cobertura universal en los servicios de sanidad. Para alcanzar este objetivo, el Ejecutivo apostó por una reconfiguración institucional: eliminar el Seguro Popular, una herencia panista, y dar pie a la creación, en noviembre de 2019, del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) Tres años más tarde, debido a la falta de planeación, el Insabi naufragó y dio paso al llamado IMSS-Bienestar.

  • El entonces director del IMSS-Bienestar, Zoé Robledo, informó en abril pasado que ya operaban en 23 Estados del país y con una red de 635 hospitales ofrecían atención a 53,2 millones de mexicanos, un 85% de la población que no tiene seguridad social.

Sin embargo, aún hay nueve Estados que decidieron no adherirse a este plan federal, entidades gobernados por partidos de la oposición, y mantienen bajo su gestión la administración y gestión de la salud. Algunas de estas entidades son Jalisco, Nuevo León, Querétaron, Yucatán, Guanajuato, entre otras.

  • Laura Flamand, coordinadora de las redes de estudios sobre desigualdades del Colegio de México, explica que el Insabi se creó con la intención de centralizar los servicios de salud en el Gobierno federal, una apuesta arriesgada debido a la grandeza y diversidad en las necesidades del país entre Estados.

A la fecha hay un grupo de Estados que están en el Insabi y ahora el IMSS Bienestar, pero hay otras entidades que han optado por operar de manera local. La especialista refiere, con la perspectiva de la distancia, que era preferible optar por una transición gradual entre sistemas de salud, precisamente para evitar que la población se confundiese sobre qué tipo de cobertura tenía una vez que desapareció el Seguro Popular o el programa Prospera.

“Lo grave de esto es que tú puedes tener un derecho, pero si tú no eres consciente de ese derecho, no lo puedes hacer exigible. Desmantelar sin tener un plan concreto creo que fue una equivocación”, zanja.

Presupuesto al alza, pero insuficiente

  • El Presupuesto de Egresos de 2024 recortó en un 55% el desembolso a la Secretaría de Salud respecto al año previo para otorgar unos 97.000 millones de pesos, sin embargo, esta rebaja la reasignó al IMSS-Bienestar, el nuevo encargado de brindar atención médica gratuita.

De acuerdo con un análisis del Instituto Mexicano para la Competitividad, el IMSS-Bienestar tendrá este año 128. 624 millones de pesos, un 14,5% más de lo que se aprobó en 2023 al Insabi. A pesar de los incrementos registrados en 2022 y 2023 al presupuesto de salud, para los expertos México sigue gastando poco respecto a lo recomendado internacionalmente.

México tiene el gasto en salud más bajo por habitante entre los países que conforman la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el país cuenta con el gasto por habitante más bajo en salud entre los países de la OCDE, 1.181 dólares, cantidad que no sólo equivale a menos de una cuarta parte del promedio de la organización, que alcanza los de 4.986 dólares, sino que también se cuenta por debajo de economías latinoamericanas, como Colombia y Costa Rica.

  • Samuel Ponce de León, coordinador del Programa Universitario de Investigación sobre Riesgos Epidemiológicos y Emergentes de la UNAM, refiere que hoy lo que vemos y es muy claro a través de las encuestas de la Encuesta Nacional de Salud del Instituto Nacional de Salud Pública es que el acceso a los servicios de salud es muy malo e insuficiente y, en consecuencia, los pacientes hoy más que nunca tienen que buscar su atención en los servicios privados.

“La capacidad instalada de los servicios de salud no da para más, porque las instituciones no le ofrecen a la población la ubicación de los servicios que requieren. Las personas para ir a una clínica de atención médica del Seguro Social del IMSS o del ISSSTE se tienen que trasladar una hora, dos horas y llegan a un servicio saturado donde les prescriben los medicamentos, pero les pueden decir que no lo tienen en existencia. Yo creo que actualmente estamos peor que cuando empezó el sexenio y no necesariamente por un programa de la Administración, sino porque siempre sencillamente la pandemia vino a dar un golpe terrible”, asevera.

  • Flamand refiere que México está gastando por ahí de 4,5% del gasto total del PIB en salud mientras que la OMS recomienda destinar el 6% del PIB a este rubro. La experta advierte que desde 2015 el desembolso en salud en el país sufrió un duro batacazo y pese a los pequeños incrementos, éste no se ha recuperado.

“Ya no podemos estar haciendo planes sexenales, tenemos que hacer un plan con el mayor consenso posible a 20 o 30 años, un plan que abone a batir las desigualdades entre subsistemas que ya proteja igual a la gente que tiene seguridad social y a la gente no asegurada y que también proteja del mismo modo a las personas en las diferentes entidades federativas. Es un sexenio de oportunidad perdida en salud creo que tiene que ver con que se atravesó la pandemia, pero creo que había la oportunidad para sentar las bases para un sistema universal y lamentablemente ni el gobierno, la construyó ni como sociedad la exigimos”, concluye la experta.

Sheinbaum enfrentará el reto de garantizar el acceso universal a la salud

La administración que encabeza Claudia Sheinbaum enfrentará el reto prioritario de garantizar el acceso universal a la salud, uno de los temas más críticos para el bienestar de la población. En 2022, el 39.1% de los mexicanos carecía de acceso a servicios de salud, un incremento alarmante en comparación con el 16.2% registrado en 2018, cuando inició el gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Lo anterior implica un incremento de 30.3 millones de personas con esta carencia.

  • Lo anterior se desprende de un análisis realizado por la organización México Cómo Vamos, en donde sobresale que si se compara con la referencia internacional, la brecha se amplifica considerablemente, ya que el gasto per cápita en salud en los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) es 7 veces el gasto per cápita para la población con seguridad social en México.

Sistema de cuidados

En el segundo trimestre de 2024, 2 millones 634 mil 036 personas no disponibles señalaron contar con interés para trabajar, pero bajo un contexto que les impide hacerlo; al desagregar entre hombres y mujeres, 416 mil 187 hombres se encuentran en esta situación, mientras que 2 millones 217 mil 849 son mujeres, cinco veces más que el caso de los hombres.

  • Las “personas con interés para trabajar, pero bajo un contexto que les impide hacerlo” son aquellas que explícitamente señalan que nadie más en el hogar se hace cargo de los niños pequeños, personas enfermas o adultos mayores, o que algún familiar les prohíbe trabajar o también por algún impedimento físico de carácter temporal (embarazo con complicaciones o avanzado, convalecencia de una enfermedad o accidente).

Por lo anterior, una de las barreras de entrada de las mujeres al mercado laboral es el uso del tiempo, así como para su permanencia en este. En México, las mujeres dedican 42 horas a la semana en tareas del hogar y de cuidados no remunerados, mientras que los hombres solo 19 horas.

Está claro que el desarrollo profesional de las mujeres no ocurre en igualdad de circunstancias que el de los hombres. Por lo tanto, la brecha salarial se va ampliando con el tiempo, sobre todo en el mercado laboral informal -que es donde más mujeres trabajan-.

Con AMLO solo hubo “muerte, abandono y retroceso de décadas” en Salud

El balance sexenal del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador en materia de salud sólo reporta “muerte, abandono y retroceso de décadas”, lamentaron expertos del sector.

El exrector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y exsecretario de Salud José Narro Robles destacó que, como se documentó en la más reciente Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica 2023, del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), “entre 2018 y 2023 las atenciones brindadas por las instituciones públicas de salud disminuyeron en 14.2 millones, en tanto que las otorgadas por las organizaciones del sector privado en clínicas, hospitales y consultorios adyacentes a farmacias aumentaron en 18.3 millones”.

  • Narro Robles expuso que “los efectos nocivos de la gestión gubernamental han sido reportados por el INEGI y el Coneval y consisten en la disminución notable de la cobertura real de los servicios de salud”.
  • La muestra es “con el dato de que la carencia por acceso a los servicios de salud de nuestra población se incrementó, al pasar de 20.1 millones de afectados en 2018 para alcanzar a más de 50 millones en 2022″.

El exfuncionario del sector salud resaltó que “el panorama se ha complicado y la capacidad de respuesta se ha debilitado. La pandemia de covid-19 llegó en el momento en el que los cambios en el sistema, en particular la desaparición del Seguro Popular y su sustitución por el Insabi, empeoraron los efectos de esa enfermedad”.

“La falta de preparación para enfrentarla, las omisiones en su manejo, la ligereza con que se trató el problema, la arrogancia de los funcionarios que desdeñaron la experiencia de los expertos, la improvisación en el manejo del abasto y el desdén de las autoridades respecto del órgano constitucional al que correspondía, el Consejo de Salubridad General, entre otros muchos tuvieron un costo muy elevado, que significó la pérdida de vidas que se pudieron evitar”, criticó.

  • Subrayó que “los datos del INEGI dan cuenta del registro de cerca de 830 mil defunciones en exceso entre 2020 y 2022. A esa tragedia se debe agregar efectos indeseables en la vacunación, en la esperanza de vida al nacimiento, en la organización de los servicios que se han centralizado de nueva cuenta con la pérdida de la coordinación entre el ámbito estatal y el federal, al igual que en el sistema de abasto que aún no se regulariza”.

“Es verdad que en 2018 las condiciones de salud no eran las mejores. Nuestros indicadores estaban por debajo de los deseables y el sistema de salud tenía numerosas áreas de debilidad; sin embargo, las instituciones respondían a las demandas de la población”, justificó.

Por lo anterior, “se puede sostener, con evidencia, que la gestión en materia de salud en estos últimos seis años ha sido muy mala y que ha tenido un impacto negativo, que se ha reflejado en la pérdida de vidas, en el deterioro de las instituciones y en el retroceso en varios de los indicadores de salud”.

  • El funcionario durante la administración del presidente Enrique Peña Nieto argumentó que “la importancia de la salud está en dos dimensiones: la personal y la colectiva. La salud no es todo, pero sin ella no hay nada de lo importante.
  • Existe una relación bidireccional entre la salud y la alimentación, la educación, el empleo y el ingreso, la productividad, la actividad física y el bienestar, entre muchos otros elementos”. /PUNTOporPUNTO

Documento Íntegro a Continuación:

https://www.coneval.org.mx/InformesPublicaciones/Documents/Compendio_Derecho_Salud_Int.pdf

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