Por primera ocasión en seis meses, el número de personas desempleadas y subempleadas aumentó en noviembre, de acuerdo con datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
- De acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, el número de personas que no realizó ninguna actividad ni buscó hacerla fue de 2.4 millones, mientras las subempleadas, que son aquellas que están ocupadas, pero tienen la necesidad y disposición de trabajar más tiempo, fue 8.4 millones.
Esta última cifra es mayor si se compara con los 5.1 millones de personas subocupadas que había en marzo, cuando la pandemia de Covid-19 inició en el país.
En su cuenta de Twitter, Jonathan Heath, subgobernador del Banco de México (BdeM), resaltó el avance de ambos datos, pues muestran la evolución de la recuperación del mercado laboral tras el impacto de la pandemia del covid-19. Comentó que las cifras publicadas por el Inegi no son buenas noticias, pues ambos indicadores aumentaron.
- Ricardo Aguilar Abe, analista de Invex, señaló que la recuperación del empleo en México ha sido dispar, con ganancias en sectores que fueron muy afectados al inicio de la pandemia y con algunas pérdidas en sectores que comenzaron a recuperarse antes.
Agregó que se prevé que el desempleo se mantenga por encima de 4 por ciento en los siguientes meses e incluso puede acentuarse si las restricciones de movilidad por la pandemia se aplican en otras entidades, además de la Ciudad de México, estado de México y Morelos.
“La recuperación económica definitivamente reactivará el empleo; no obstante, es poco probable que la tasa de desocupación regrese a los niveles prepandemia en 2021”, puntualizó.
Desaceleración
Después de sumar cuatro meses de avance, en el undécimo mes del año 226 mil personas salieron de la población económicamente activa (PEA).
Julio Santaella, presidente del organismo, señaló que la tasa de participación fue menor al ubicarse en 56.8 por ciento, cuando se compara con el 57.4 por ciento reportado en octubre y es inferior respecto de noviembre del año pasado, cuando se encontró en 60.5 por ciento.
- Aunque el número de trabajadores empleados en la industria de la construcción incrementó 266 mil, en diversos sectores de servicios se perdieron 307 mil empleos, esto a pesar del crecimiento de 351 mil personas en los restaurantes y servicios de alojamiento.
La reducción de puestos de trabajo es el resultado de la merma que ha sufrido el sector servicios derivado de la contingencia sanitaria, apuntó el Inegi.
- Durante noviembre la población ocupada fue de 53 millones, cifra similar a la de octubre del mismo año. La cantidad de hombres ocupados en ese mes fue de 32.5 millones, que significó 110 mil menos, mientras la población femenina agregó 75 mil para ubicarse en 20.5 millones.
Santaella destacó que la cifra aún se encuentra 3 millones por debajo de la ocupación registrada en noviembre del año pasado.
- El Inegi destacó que la informalidad en el mercado laboral continuó con una tendencia al alza, pues incrementó en 142 mil el número de trabajadores cuyo vínculo o dependencia laboral no es reconocido por su fuente de trabajo, de tal forma que sumó 29.8 millones de personas.
- Esto se explicó por el descenso de los ocupados dentro del sector informal que pasó de 14.9 millones en octubre a 14.8 millones en noviembre, así como el aumento de los ocupados fuera del sector informal de 14.7 millones a 15 millones en el mismo periodo.
El Inegi señaló que el número de trabajadores que laboran de 35 a 48 horas semanales cayó 487 mil.
En contraste, el número de personas ocupadas que trabajan menos de 15 horas semanales aumentó en 346 mil.
Santaella también hizo notar que en noviembre el número de personas que percibe hasta dos salarios mínimos aumentó 0.1 por ciento, mientras los que ganan más de dos salarios mínimos disminuyó 0.2 por ciento.
La economía informal genera casi una cuarta parte del PIB
El 56.6% de los trabajadores en México, que son informales, producen 23 de cada 100 pesos del PIB. Este nivel de participación de la informalidad en la economía mexicana repuntó de manera significativa pasando del 22.4% en el 2018 a 23.0% en el 2019.
- El comercio minorista es la activdad que más aporta a la economía informal, con una participación equivalente al 25% del total generado por este sector, de acuerdo con las cifras actualizadas de la Medición de la Economía Informal calculada por el Inegi (Instituto Nacional de Estadística y Geografía).
Otras actividades en las que persisten niveles importantes de algún tipo de informalidad son la construcción, la manufactura, las actividades agropecuarias, el comercio mayorista, los servicios de transporte y logística y los servicios turísticos.
En México, la informalidad es uno de los grandes baches del mercado laboral. Con una de las tasas más altas de informalidad de los grupos OCDE, G-20, e incluso también de la región latinoamericana, cerca de 6 de cada 10 trabajadores están desprotegidos: no tienen una relación laboral, acceso a prestaciones, acceso a seguridad social e instituciones de salud y en algunos casos tampoco son remunerados en tiempo y forma.
Una de las complejidades de la economía informal es precisamente que no es posible medirla con exactitud; pese a ello, la estimación muestra el peso de estas actividades y su significativa aportación al total del PIB nacional.
Especialistas e instituciones han proyectado una importante desestabilización del mercado laboral mexicano por la crisis sanitaria. Aunque sólo ha sido posible visualizar los empleos formales perdidos y recuperados, se estima que son muchas más las ocupaciones suprimidas si se considera el sector informal.
- La ETOE (Encuesta Telefónica de Ocupación y Empleo) del Inegi, que se levantó durante los primeros meses de confinamiento -y los más estrictos- mostró durante abril, mayo y junio una caída importante de la tasa de informalidad durante este periodo. Una baja que se relaciona con el encierro y la ausencia, especialmente, de comercios y establecimientos informales.
Posteriormente, en línea con la reactivación económica, la ocupación en actividades no registradas volvió a incrementar. Al corte del tercer trimestre la tasa de informalidad laboral escaló a 54.2% del total de trabajadores.
Impacta política económica
Ernesto O’Farril, presidente de Grupo Bursamétrica, indicó que las afectaciones por la crisis sanitaria en el presente año incrementarán la economía informal, además, ante la falta de políticas fiscales que ayuden a los sectores productivos generará una contracción del empleo muy importante y en consecuencia la recuperación será en los negocios no registrados.
Agregó que la política económica no es amigable con los empresarios y la creación de trabajos. “Todo esto se traduce en un incremento en la economía informal”, señaló.
- “Desde el 2018, se observa una menor inversión y esto se traduce en una caída en la actividad económica pero también en un descenso en la generación de fuentes de empleo, llevando a las personas a emplearse en el sector informal”, indicó Carlos González Tabares, director de análisis y estrategia de Monex.
Agregó que “mientras que continúe esta recesión seguramente veremos el incremento en el segmento informal. El crecimiento económico para el 2021 será bastante limitado y esto provocará que muy pocas personas entren al empleo formal”.
- Isaac Katz, catedrático del ITAM, indicó en su cuenta de Twitter, que aquí está reflejado uno de los graves problemas estructurales de la economía: la alta participación del empleo informal y su notoriamente baja productividad. El diseño del entramado institucional contiene un enorme sesgo en contra de la formalidad empresarial y laboral.
Para Jacobo Rodríguez, director de Análisis Financiero de Black Wallstreet Capital, a lo largo del 2020 “muchos trabajadores perdieron su empleo y parece poco probable que se recuperen todos los trabajos, y como consecuencia muchas de las personas buscarán una fuente de ingreso lo que incrementa la informalidad”.
Baja productividad
Si bien la economía informal participa con casi una quinta parte de la producción, en estas actividades se genera poco más de la mitad del empleo, 56.5 por ciento del total, lo que revela su baja productividad, mientras que los trabajadores formales representan el 43.5 por ciento restante.
- Con base en datos del Inegi, resulta que la producción promedio por trabajador informal fue de 169 mil pesos en 2019, mientras que en los formales fue de 726 mil pesos, 4.3 por veces más.
“El problema no solo es la enorme informalidad que es improductiva, que no permite acceso a crédito, capacitación, prestaciones, sino que además se está fomentando al encarecer la formalidad y con medidas como la de la prohibición del outsourcing”, afirmó Jorge Suárez, analista económico y financiero en su cuenta de Twitter./Agencias-PUNTOporPUNTO
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