Los diez desastres climáticos más costosos de 2020 alcanzaron casi un monto de 150,000 millones de dólares (123,000 millones de euros) en daños asegurados, una cifra mayor que en 2019, lo que refleja el aumento del impacto del calentamiento global, de acuerdo con la organización Christian Aid.
- Según el informe anual de Christian Aid, estos desastres también se cobraron 3,500 vidas y desplazaron a más de 13.5 millones de personas.
- Desde los incendios gigantescos que devastaron Australia hasta la sucesión de huracanes en el Caribe, el verdadero costo de los acontecimientos climáticos extremos en 2020, reforzado por el calentamiento global, es mucho más considerable y la mayor parte de daños no estaban asegurados.
Y, como era inevitable, los países más pobres han pagado el mayor precio, con apenas el 4% de las pérdidas económicas provocadas por catástrofes climáticas extremas aseguradas, contra el 60% en los países ricos, de acuerdo a este informe, que cita un reciente estudio publicado por The Lancet.
- Los desastres meteorológicos ya devastaban al planeta antes de la llegada de las alteraciones climáticas provocadas por el hombre. No obstante, el aumento de la temperatura en al menos 1.1°C desde que comenzara la era industrial ha incrementado su frecuencia e impacto.
Acuerdo de París sin cumplir
«Ya sean inundaciones en Asia, plagas de langostas en África o tormentas en Europa y América, el cambio climático ha seguido causando más estragos en 2020», indicó Kat Kramer, responsable del clima en Christian Aid.
Cinco de los desastres más caros en 2020 estuvieron vinculados con una temporada del Monzón particularmente rigurosa en Asia.
«Las inundaciones de 2020 se inscriben entre las peores en la historia de Bangladés, con más de un cuarto del país anegado», señaló Shahjahan Mondal, climatólogo de la universidad de Ingeniería y Tecnología bangladesí.
- Por otra parte, muchas de estas catástrofes provocaron daños de por lo menos 5,000 millones de dólares, como el ciclón Amphan en el golfo de Bengala, en mayo, grandes incendios en el oeste de Estados Unidos durante el verano y otoño (boreales) y los que devastaron a Australia en enero.
- La temporada récord de huracanes en el Atlántico, con 30 tormentas relevantes, algo sin precedentes, causó al menos 400 muertes y 41,000 millones de dólares en daños en Estados Unidos, Centroamérica y Caribe, según Christian Aid.
- Entre otros daños importantes en 2020, la ONG destacó dos tormentas que asolaron a Europa, con unos 5,900 millones de dólares en daños: ‘Ciara’ en el Reino Unido e Irlanda, en febrero, y ‘Alex’ en Francia e Italia, en octubre.
El aumento de desastres climáticos coincide con las previsiones de los científicos, y los avances en los últimos años que permiten evaluar la frecuencia de acontecimientos meteorológicos como consecuencia del calentamiento global.
El acuerdo de París (COP21) prevé limitar el calentamiento por debajo de los 2°C, si es posible 1.5°C respecto a la era preindustrial, pero los compromisos por parte de los Estados para reducir la emisión de gases de efecto invernadero todavía son insuficientes para lograr este objetivo.
Cambio climático exacerba las guerras
El cambio climático es un amplificador y un multiplicador de crisis, advirtió el Secretario General de la ONU este martes ante el Consejo de Seguridad.
- “Cuando el cambio climático seca los ríos, reduce las cosechas, destruye la infraestructura crítica y desplaza a las comunidades, exacerba los riesgos de inestabilidad y conflicto”, afirmó Antonio Guterres durante una reunión convocada por el Primer Ministro del Reino Unido, Boris Johnson, para discutir la relación entre clima e inseguridad mundial.
- Guterres citó un estudio del Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo que encontró que ocho de los diez países que albergaron las mayores operaciones multilaterales de paz en 2018 estaban en áreas altamente expuestas al cambio climático.
“Los impactos de esta crisis son mayores donde la fragilidad y los conflictos han debilitado los mecanismos de supervivencia; donde la gente depende del capital natural como los bosques y las pesquerías para su sustento; y donde las mujeres, que soportan la mayor carga de la emergencia climática, no disfrutan de los mismos derechos”, explicó.
- El Secretario General puso como ejemplo a Afganistán, donde el 40% de la fuerza laboral se dedica a la agricultura, y la reducción de las cosechas empuja a las personas a la pobreza y la inseguridad alimentaria, dejándolas susceptibles de ser reclutadas por bandas criminales y grupos armados.
- También citó a África occidental y el Sahel, donde más de 50 millones de personas dependen de la cría de ganado para sobrevivir. Allí, los cambios en los patrones de pastoreo han contribuido al aumento de la violencia y los conflictos entre pastores y agricultores.
Mientras tanto, en Darfur, la escasez de lluvias y las sequías recurrentes están aumentando la inseguridad alimentaria y la competencia por los recursos, ya se está viendo el resultado. Las consecuencias son particularmente devastadoras para las mujeres y las niñas, que se ven obligadas a caminar más lejos para recoger agua, lo que las pone en mayor riesgo de sufrir violencia sexual y de género.
Los vulnerables son los que más sufren
“La vulnerabilidad a los riesgos climáticos también se correlaciona con la desigualdad de ingresos. En otras palabras, los más pobres son los que más sufren”, dijo, advirtiendo que a menos que se proteja a los más expuestos y susceptibles a los impactos relacionados con el clima, es de esperar que se vuelvan aún más marginados y que se refuercen sus problemas.
- Guterres alertó que los altos niveles de desigualdad, aumentada el cambio climático, pueden debilitar la cohesión social y dar lugar a discriminación, chivos expiatorios, tensiones y disturbios, aumentando el riesgo de conflicto.
El cambio climático aumenta el desplazamiento
“Los que ya se están quedando atrás, se quedarán aún más atrás. La alteración del clima ya está provocando el desplazamiento en todo el mundo”, recalcó el titular de la ONU.
Y es que, en algunas pequeñas naciones insulares del Pacífico, comunidades enteras se han visto obligadas a trasladarse, con terribles consecuencias para sus medios de vida, cultura y patrimonio.
- “El movimiento forzado de un mayor número de personas en todo el mundo aumentará claramente el potencial de conflicto e inseguridad más allá de su sufrimiento”, advirtió.
- Guterres recordó que cuando era Alto Comisionado para los Refugiados, compartió con personas que habían sido desarraigadas por el impacto del cambio climático en el Cuerno de África, Darfur, el Sahel y otros lugares.
“Al escuchar sus historias, comprendí el profundo sufrimiento y el trauma de las familias que se vieron obligadas a abandonar sus hogares y tierras que habían sido suyos durante generaciones”, dijo./Agencias-PUNTOporPUNTO
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