TEXTO ÍNTEGRO: CRISIS CLIMÁTICA acelera MIGRACIÓN y ENFERMEDADES MORTALES en el MUNDO

Desde el comienzo de la pandemia, varias instituciones internacionales como la Organización Mundial de la Salud ligaban el surgimiento del virus con la destrucción del medio ambiente y alertaban de que esta situación volverá a suceder si no se toman medidas para frenar el cambio climático.

Las personas empacan sus pertenencias y dejan sus hogares por muchas razones —económicas, sociales, políticas— y estos factores a menudo están interrelacionados.

Un panorama más completo de los patrones de movilidad debe incluir ahora a quienes migran debido al cambio climático —una tendencia que se espera aumente con el tiempo— a medida que las personas se trasladan de una parte de sus países a otras, como:

  • El adolescente marroquí que se pregunta si debería dejar la granja en las montañas, donde su familia cultiva aceitunas y frutas, para trabajar en la construcción en las afueras de Rabat y obtener un salario más estable, ya que la disminución del suministro de agua hace que la agricultura sea más incierta.
  • La trabajadora de una fábrica en la periferia de Ciudad Ho Chi Minh que extraña su comunidad pesquera ubicada en el delta del Mekong en Vietnam, pero que sabe que necesita el dinero que envía a sus familiares para ayudarles a enfrentar las inundaciones repentinas, los períodos de sequía, las lluvias intensas y el aumento del nivel del mar.
  • Los miembros de una familia que viven en un asentamiento informal y desatendido en los límites de Bishkek, que tuvieron que irse de la región rural en el sur de la República Kirguisa porque su fuente de agua se secó y no pudieron mantener sus medios de subsistencia como pastores.

Estos son solo algunos ejemplos de los tipos de decisiones que las personas y las comunidades toman cuando deben contrarrestar las consecuencias del cambio climático.

Ninguna región es inmune a la posible migración como consecuencia de los impactos del cambio climático en los medios de subsistencia de las comunidades y la pérdida de habitabilidad en lugares altamente expuestos: más de 216 millones de personas podrían desplazarse dentro de sus países en seis regiones para 2050, según la última edición de la serie de informes Groundswell del Banco Mundial.

Ninguna región es inmune a la migración por los impactos del cambio climático en los medios de subsistencia de las comunidades y la pérdida de habitabilidad de las comunidades.

  • La publicación incluye nuevas proyecciones de tres regiones: Asia oriental y el Pacífico, Norte de África, y Europa oriental y Asia central. Se basa en el primer informe Groundswell, publicado en 2018, que abarcó África al sur del Sahara, Asia meridional y América Latina.

En conjunto, las previsiones para todas las regiones indican que de aquí a 2050: África al sur del Sahara podría llegar a tener 86 millones de migrantes internos por razones climáticas; Asia oriental y el Pacífico, 49 millones; Asia meridional, 40 millones; Norte de África, 19 millones; América Latina, 17 millones, y Europa oriental y Asia central, 5 millones.

  • Se estima que la migración interna provocada por impactos climáticos aumentará en las próximas décadas y luego se acelerará en la segunda mitad del siglo si los países no reducen las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero y crean resiliencia frente a los actuales y futuros impactos del cambio climático.
  • Las llamadas “zonas críticas” de migración por cuestiones climáticas surgirán en los países ya en 2030, produciéndose la emigración desde lugares donde los medios de subsistencia están amenazados por el cambio climático y la inmigración hacia sitios con mejores oportunidades de medios de subsistencia.

“El cambio climático —en particular impactos como el aumento de la escasez de agua, la disminución de la productividad de los cultivos y el aumento del nivel del mar agravado por las marejadas ciclónicas— podría obligar a emigrar a las personas en peligro. En los países podrían surgir zonas críticas de migración por motivos climáticos tan pronto como en 2030, que luego continuarán intensificándose y ampliándose”, señalaron Kanta Endoud y Viviane Clement, autoras principales de los informes, agregando que hay esperanza.

“Pero aún existe la oportunidad de actuar. Ciertamente, reducir las emisiones y garantizar que el desarrollo sea verde, resiliente e inclusivo son esenciales para disminuir el costo humano del cambio climático. Al mismo tiempo, los países también pueden anticiparse y prepararse para los factores que impulsan la migración, por ejemplo, proporcionando apoyo a las comunidades para la adaptación, diversificando los medios de subsistencia o facilitando la movilidad cuando sea necesario”.

  • En el informe se afirma que la implementación temprana y concertada de medidas para reducir las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero y garantizar un desarrollo inclusivo y resiliente es fundamental y con ello se puede disminuir la escala de la migración interna por motivos climáticos hasta en un 80%.

La reducción de las emisiones mundiales podría traducirse en menores impactos del cambio climático, como la disminución de la productividad de los cultivos, la escasez de agua y el aumento del nivel del mar.

“Aún existe la oportunidad de actuar. Reducir las emisiones y garantizar un desarrollo verde, resiliente e inclusivo son esenciales para disminuir el costo humano del cambio climático”.- Kanta Endoud y Viviane Clement, Autoras de los informes 2018 y 2021.

Un examen más detenido de algunas de las conclusiones principales sobre las tres nuevas subregiones de interés en este segundo informe Groundswell pone de relieve cómo las regiones con contextos climáticos, demográficos, de movilidad y de desarrollo muy diferentes pueden planificar la migración por cuestiones climáticas.

Cambio climático impacta en la migración y salud mundial

El cambio climático comienza a verse en la salud y en los próximos años se prevén nuevas enfermedades y brotes de viejas dolencias en lugares donde nunca los hubo, a lo que se suma el impacto que tendrá en el cuerpo humano las sequías y las inundaciones y la capacidad de adaptación del ser humano a cambios que, por el momento, son irreversibles.

  • Es lo que se extrae de las palabras de Marcelo Korc y Juan José Nieto, jefe de Cambio Climático y Determinantes Ambientales de la Organización Panamericana de la Salud y Director Internacional del Centro Internacional para la Investigación del Fenómeno El Niño (Ciifen), respectivamente.
  • Ambos expertos participaron estos días en la primera Semana Medioambiental Iberoamericana organizada por la Secretaría General Iberoamericana, que comenzó el pasado lunes y termina hoy viernes, y donde se discute una hoja de ruta contra el cambio climático para toda la región.

Solo en Centroamérica “cada vez vemos más incendios forestales, contaminación del aire generado por esos incendios, cambios en los ecosistemas, migración forzosa para agricultores que conllevará cuestiones de seguridad alimentaria…”, enumera Korc para comenzar.

Empeoramiento de la salud

Desde el comienzo de la pandemia, varias instituciones internacionales como la Organización Mundial de la Salud ligaban el surgimiento del virus con la destrucción del medio ambiente y alertaban de que esta situación volverá a suceder si no se toman medidas para frenar el cambio climático.

“Se están dando cambios en los brotes de enfermedades causadas por vectores, por insectos, donde antes, por ejemplo, en la zona andina de Perú no había insectos que llevaran dengue o malaria, se están viendo cambios, por lo que hay que empezar a prestar más atención a estas zonas antes consideradas libres de estas enfermedades”, alerta Korc en declaraciones a Efe.

  • Además, este experto apunta a que uno de los temas “más comunes” actualmente es el “estrés por calor” que están sufriendo de manera más pronunciada las personas mayores que viven “en situaciones de vulnerabilidad económica”: “Si no tienen acceso a condiciones de vivienda adecuadas y en un clima errático como el que vemos, el estrés por calor afecta más a esta población”.

Adaptarnos a cambios irreversibles

Juan José Nieto forma parte del Centro Internacional para la Investigación del Fenómeno El Niño, un suceso ambiental que ocurre “desde hace siglos” en el Océano Pacífico y provoca sequías e inundaciones (según sea el Niño o la Niña la que sucede) pero que en los últimos años ha cambiado su comportamiento.

“Se da con mayor frecuencia, son enfriamientos y calentamientos del Pacífico que generan alteración en el clima de la región (especialmente en Ecuador, Perú y Colombia) y en la última década vienen siendo constantes”, explica Nieto a Efe.

  • Para Nieto, además de intentar prevenir este fenómeno, habría que invertir en mitigación de los efectos que puede causar.
  • “Se ha hecho algo para estimación de riesgo, pero para reducir esos riesgos todavía muy poco, se deberían tener normas de construcción y desarrollo que contemplen al Niño, para los asentamientos de la población, por ejemplo. En algunos casos seguimos construyendo donde no deberíamos, seguimos con la tala de bosques, sin mantenimiento de cuencas”, critica este experto.

Y es que, aunque deberíamos avanzar en la lucha contra el cambio climático y en la mitigación de sus efectos, Nieto cree que “antes había más convivencia con la realidad climática”: “Eso se ha perdido en los últimos años, construimos con ladrillo y cemento, mejor nos vendría tomar experiencias del pasado y la sabiduría tradicional para reducir los efectos”./Agencias-PUNTOporPUNTO

Documento íntegro en inglés:

Groundswell%20Part%20II

 

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