La Secretaría de Bienestar publicó en el Diario Oficial de la Federación el informe anual sobre la situación de pobreza y rezago social de las entidades, municipios y demarcaciones territoriales para el ejercicio fiscal 2021. Chiapas, Guerrero, Estado de México, Oaxaca y Veracruz concentran 63 por ciento de la población en pobreza extrema del país.
- En un año, las zonas de atención prioritaria rural aumentaron 5.7 por ciento, al pasar de mil 480 municipios en 2020 a mil 565 en 32 estados para 2021. Respecto de las áreas urbanas, éstas se incrementaron 29 por ciento; en el primer año señalado se consideraron 40 mil 628 y, para el último, 52 mil 460.
- Las zonas de atención prioritaria se determinan con base en los índices de pobreza de las localidades, que pueden ser de muy alta o alta marginación o grado de rezago social, y el porcentaje de personas en pobreza extrema es mayor o igual a 50 por ciento.
El informe refiere que Chiapas tiene un grado de rezago social muy alto, ya que 29.7 por ciento de su población, esto es, un millón 623 mil 286 personas, se encuentra en pobreza extrema.
- En este estado, la seguridad social es una de las principales carencias que enfrenta 83.6 por ciento de sus habitantes –cifra por arriba del promedio nacional de 57.3 por ciento–; seguida de los servicios básicos de vivienda, 57.1; rezago educativo, 29.2, y acceso a la alimentación, 22.3 por ciento. Las zonas de atención prioritaria para 2021 son 109 rurales y mil 813 urbanas.
- En Guerrero, el índice de rezago social es también muy alto, con 26.8 por ciento de sus habitantes en pobreza extrema y 39.7 por ciento en moderada. La carencia en seguridad social en el estado representa 75.6 por ciento; los servicios básicos de vivienda, 58.6; rezago en la alimentación, 35.6, y en la educación, 23.7 puntos. Aquí, 2 mil 324 áreas urbanas y 74 rurales son de atención prioritaria.
- El Estado de México tiene una mayor prevalencia de pobreza moderada, esto es, 37.8 por ciento, mientras en pobreza extrema es 4.9. El índice de carencia en seguridad social se ubica en 59.2 por ciento; seguido de la alimentación, en 19.8; acceso a servicios de salud, 19.7, y rezago educativo, 12.9 por ciento. En esta entidad, 50 zonas rurales y 3 mil 962 urbanas son prioritarias.
- Oaxaca presenta 43.1 por ciento de población en pobreza moderada y 23.3 en condiciones extremas. En este estado la seguridad social es una carencia que alcanza 76.2 puntos porcentuales; los servicios básicos de vivienda, 58.3; el rezago en alimentación, 27.9, y el educativo es de 27.1. En esta entidad tendrán atención prioritaria 499 zonas rurales y 2 mil 519 urbanas.
En el caso de Veracruz, 44.1 por ciento de las personas se encuentran en condiciones de pobreza moderada y 17.7 en extrema. La carencia por seguridad social alcanza 67.5 por ciento.
9.8 millones de nuevos pobres por pandemia
El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) estimó un aumento de entre 8.9 y 9.8 millones de mexicanos con un ingreso inferior a la Línea de Pobreza por Ingresos por la crisis de Covid-19.
- El Coneval, organismo público que mide la pobreza en el país, presentó este martes el Informe de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (IEPDS) 2020, cuyo escenario pesimista calcula 70.9 millones de pobres por ingreso, el 56.7% de la población.
- Estos datos contrastan con el escenario de 2018, en el que 61.1 millones de mexicanos ganaban por debajo de la línea de pobreza, lo que representaba 48.8% del total de habitantes.
Asimismo, el informe calculó un aumento de entre 6.1 y 10.7 millones de personas con un ingreso inferior a la línea de pobreza extrema por ingresos, hasta un total de 31.7 millones de mexicanos, un 25.3% de la población.
Esto significa que uno de cada cuatro mexicanos padecerían ahora una pobreza extrema por ingresos.
Esta estimación se compara con los datos de 2018, cuando 21 millones de personas ganaban por debajo de la línea de pobreza extrema, el equivalente a 16.8% de los habitantes.
“México se encontraría ubicado como el cuarto país que vería acrecentar más el porcentaje de personas en situación de pobreza, incluso más que el promedio de la región, y el quinto que más aumentaría en pobreza extrema entre los países latinoamericanos”, expuso el informe.
El informe se publica cuando México acumula más de 1.93 millones de casos confirmados de Covid-19 y casi 167,000 muertes, por lo que es el tercer país del mundo en números absolutos con más decesos por la pandemia.
Además, la economía de México se contrajo 8.3% en 2020, su peor caída desde la Gran Depresión de 1932, con base en estadísticas preliminar del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
El Coneval señaló que septiembre pasado cerró con una pobreza laboral de 44.5% frente a 35.7% de abril, el primer mes de restricciones económicas por la pandemia.
- También citó un aumento de 3.4% a 5.2% en la desocupación registrada entre el primer y el tercer trimestre de 2020 y apuntó a la pérdida de 709,211 empleos formales entre marzo y diciembre registrados en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
- México había reducido a 41.9% la proporción de mexicanos en situación de pobreza multidimensional en 2018, desde un 44.4% en 2008.
- Para calcular la pobreza por ingresos derivada de la pandemia, Coneval consideró dos escenarios: una caída generalizada del ingreso per cápita de 5%, y una caída también del 5% pero con más afectaciones a la población en función del ingreso y de la incidencia de pobreza urbana.
“Estas proyecciones muestran pérdidas importantes en los avances que se han logrado en materia de desarrollo social, amenazando la capacidad de recuperación de los ingresos de los hogares y de las unidades económicas“, advirtió.
Programas no atienden en su totalidad los riesgos de la población
Los programas sociales del gobierno federal tienen una clara intención de construir un sistema de bienestar universal, pero se han enfocado más en las transferencias directas de apoyos económicos, que en la prevención, mitigación y atención de dichos riesgos que limitan el acceso a derechos de las personas más vulnerables.
- La anterior, es una de las conclusiones del Informe de Evaluación de la Política de Desarrollo Social 2020 que el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), recién presentó y donde señala que los Programas Integrales de Bienestar implementados por el gobierno federal no atienden en su totalidad los riesgos que enfrentan las personas en sus distintas etapas del ciclo de vida.
- De acuerdo con el documento , los Programas Integrales de Bienestar deben tener una cobertura total de los riesgos que se asocian con una o más de las cuatro etapas del curso de vida de las personas (niñez, adolescencia y juventud, adultez y vejez) por medio de una articulación coherente entre sus objetivos, poblaciones y apoyos entregados, objetivo que no se ha cumplido.
En los resultados se señala que en los programas hay una clara tendencia a dar seguridad en el ingreso de los hogares y las personas a través de instrumentos que transfieren apoyos económicos directos, sin que estos se enfoquen necesariamente en el desarrollo de capacidades para enfrentar estos riesgos.
Resultados por grupos
En el caso de los riesgos asociados a la niñez y los programas enfocados a este grupo, Coneval señaló que “no es posible asegurar que los apoyos económicos de estos programas sean suficientes ni que se utilicen para atender las necesidades específicas”, por lo que no puede determinarse que “mitigan las condiciones de vulnerabilidad” de esta población que los hace acreedores al apoyo.
- Respecto a los adolescentes y jóvenes, expresó que –a excepción de riesgo por pérdida del sostén de la familia– todos los riesgos están contemplados en los programas de apoyos económicos, como becas, créditos y apoyos directos, sin embargo, eso no garantiza que la condición de vulnerabilidad que los origina pueda superarse con ellos.
- Pone el caso de Jóvenes Construyendo el Futuro, que ofrece vinculación temporal por 12 meses con apoyo mensual, pero carece de mecanismos para garantizar que la capacitación de los beneficiarios sea adecuada o suficiente para mejorar sus condiciones de empleabilidad, además que el programa puede competir con otros como Jóvenes Escribiendo el Futuro, por lo que puede ocasionar que un sector «se decante por el programa que ofrece el mayor monto” y derive en la deserción escolar.
Para la población adulta, “no se identificaron intervenciones dentro de los Programas Integrales de Bienestar que se vinculen con los riesgos asociados con la atención médica”. También encontró que hay poblaciones que quedan fuera de los apoyos ya sea que no cuentan con un micronegocio en operación para acceder a las “Tandas para el bienestar” o no son sujetos agrarios con menor propiedad de tierra requerida para “Sembrando Vida”.
- Por su parte, en lo que toca a las personas adultas mayores, el único programa que se identificó que busca mejorar su calidad de vida es el de Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores, que se vincula con la atención al riesgo por inactividad laboral, asociado con la seguridad en el ingreso, al proveer de un apoyo económico que se entrega bimestralmente de manera directa, pero no fue posible identificar programas que cubran riesgos por enfermedad o discapacidad para la mejora del acceso a los servicios de atención médica para la población adulta mayor.
“Esto último plantea una situación compleja, dado que el deterioro funcional que pueden presentar las personas adultas mayores se agrava en presencia de enfermedades que, a su vez, se traduce en una mayor demanda de servicios médicos y medicamentos”, cita el documento./Agencias-PUNTOporPUNTO
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