El secretario general de la ONU, António Guterres, ha calificado este jueves de «patética» la respuesta que se está dando al cambio climático y ha avisado de que el mundo se dirige «al desastre», una situación de la que ha culpado en buena medida a los combustibles fósiles y a las empresas energéticas.
«El mundo necesita que la industria use sus enormes recursos para impulsar, no obstruir, la transición global de los combustibles fósiles a las energías renovables», ha dicho Guterres en una conferencia de prensa.
- Según el político portugués, es necesario acelerar de manera radical las medidas contra el calentamiento global y ello debe empezar con las compañías de combustibles fósiles.
«El año pasado, la industria del petróleo y el gas cosechó unas ganancias extra de cuatro billones de dólares en beneficios netos. Sin embargo, por cada dólar que gasta en exploración y perforación (…), solo cuatro centavos fueron a energía limpia y captura de carbono combinadas», ha denunciado.
«Vender el futuro por treinta monedas de plata es inmoral», ha insistido Guterres, que acusa a las empresas energéticas de no cumplir ni con los objetivos mínimos que ellas mismas se han impuesto.
- Por ello, ha pedido al sector que presente nuevos planes de transición que sean creíbles y detallados y que cubran todas sus actividades; que fijen objetivos claros y a corto plazo para pasar a energías limpias y que dejen de usar su influencia y «amenazas legales» para frenar el progreso.
En ese sentido, ha criticado por ejemplo los intentos de romper alianzas entre compañías para la reducción de emisiones invocando la legislación antimonopolio.
- Guterres reclama también más medidas a las instituciones financieras, a las que solicita planes públicos y detallados para mover sus inversiones de los combustibles fósiles hacia las energías limpias y compromisos para poner fin a la financiación de nuevas infraestructuras de carbón y a la exploración de nuevas explotaciones de gas y petróleo.
Rumbo a una catástrofe
El jefe de Naciones Unidas se ha pronunciado así tras mantener un encuentro con líderes de la sociedad civil en preparación de la próxima cumbre del clima (COP28), que se celebrará a finales de año en Dubai.
- Guterres ha alertado de que, justo en un momento en el que debería acelerarse la acción contra el cambio climático, lo que sucede es que está agenda se está socavando y se asiste a una clara falta de ambición, apoyo y cooperación.
- «Las actuales políticas llevan al mundo a un aumento de temperatura de 2,8 grados para el final del siglo. Eso significa catástrofe y, sin embargo, la respuesta colectiva sigue siendo patética», ha remarcado.
Según ha insistido, el mundo se dirige a un «desastre» mientras demasiada gente pone todas sus esperanzas en «ilusiones, tecnologías no probadas y soluciones milagrosas».
- Frente a ello, Guterres dijo que es hora de actuar de forma inmediata y recortar las emisiones en un 45 % para 2030, lo que requiere compromisos extras por parte de los mayores emisores y más apoyo económico de los países ricos al mundo en desarrollo.
En ese contexto, persiste en que los gobiernos deben eliminar progresivamente los combustibles fósiles -empezando por el carbón y usando toda una serie de herramientas como terminar con los subsidios o imponer tasas a las emisiones- y multiplicar la inversión en renovables.
El calentamiento del planeta se dispara
El calentamiento global causado por el hombre ha aumentado a un «ritmo sin precedentes» desde la última gran evaluación del clima publicada hace dos años.
- Según un estudio de 50 expertos publicado en la revista Earth System Science Data, este calentamiento está aumentando a un ritmo de más de 0,2 grados por década. Las emisiones de gases de efecto invernadero están en ‘un máximo histórico’, apuntan los científicos, y están causando una tasa de calentamiento global sin precedentes.
Uno de los investigadores aseguró que los resultados son una «llamada de atención» de que los esfuerzos por reducir este calentamiento han sido insuficientes, y se hacen públicos precisamente cuando los expertos en clima se reúnen en Bonn para preparar la gran conferencia climática COP28 que se celebrará en Dubái en diciembre, donde se haría un balance de los avances para mantener el calentamiento global en 1,5 grados para 2050.
- Sin embargo, según los últimos cálculos, el calentamiento provocado por las actividades humanas, fundamentalmente con el uso de combustibles fósiles (carbón, petróleo, gas), ya alcanzó 1,14 grados en el período 2013-2022, y de 1,26 grados en 2022.
Los científicos advierten que la humanidad se enfrenta a una década «crítica» en la que el umbral de 1,5 grados podría alcanzarse o superarse en los próximos 10 años.
- «Si no queremos que el objetivo de 1,5 grados desaparezca de nuestro espejo retrovisor, el mundo debe trabajar mucho más duro y con más urgencia para reducir las emisiones», aseguró el profesor Piers Forster, director del Centro Priestley para el Futuro del Clima en Leeds.
- La fuente autorizada de información científica sobre el estado del clima es el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU, pero el tiempo de respuesta para sus principales evaluaciones es de cinco o diez años, y eso crea una «brecha de información», particularmente cuando los indicadores climáticos están cambiando rápidamente, apuntan los científicos.
- «El presupuesto de carbono se reduce cada año desde que emitimos CO2 que se acumula en la atmósfera: nos acercamos inexorablemente a este límite de 1,5 grados», subraya Pierre Friedlingstein, investigador del Centro Nacional de Investigación Científica de Francia, coautor del estudio.
El presupuesto de carbono residual, es decir, el margen de maniobra, expresado como la cantidad total de CO2 que aún podría emitirse manteniendo un 50% de posibilidades de limitar el calentamiento global por debajo de 1,5 grados, se ha reducido a la mitad en comparación con el IPCC. Este «presupuesto» es solo de alrededor de 250.000 millones de toneladas, el equivalente a unos pocos años de emisiones al ritmo actual.
Este calentamiento «está relacionado principalmente con las emisiones de metano, N2O (óxido nitroso, relacionado con los fertilizantes) y otros gases de efecto invernadero», especifica Pierre Friedlingstein, mientras que las emisiones de CO2 relacionadas con el uso de combustibles fósiles son más o menos estables.
- El calentamiento también ha sido causado por una reducción de partículas contaminantes en el aire, que tienen un efecto de enfriamiento. Un efecto paradójico y de corto plazo causado por un menor uso de carbón.
«Esta es la década crítica para el cambio climático. Necesitamos ser ágiles, cambiar la política y los enfoques. El tiempo ya no está de nuestro lado», sentencia Piers Forster.
Calentamiento global aumenta por máximos históricos de GEI
Uno de los investigadores dijo que el análisis era una «llamada de atención oportuna» de que el ritmo y la escala de la acción climática han sido insuficientes. Esta alerta se produjo cuando los expertos en clima están reunidos en Bonn preparando el terreno para la gran conferencia sobre el clima COP28 en los Emiratos Árabes Unidos en diciembre. Que incluirá un balance del progreso para mantener el calentamiento global en 1,5 °C para 2050.
El profesor Peter Thorne, director del Centro de Investigación del Clima ICARUS en la Universidad de Maynooth, dijo.
- “Es fundamental que los responsables políticos y el público en general sean conscientes de la rapidez con la que estamos cambiando el clima a través de nuestras actividades colectivas. Desde la evaluación del IPCC en 2021, los números clave han cambiado notablemente. Y seguimos muy lejos de conseguir el objetivo de evitar un calentamiento superior a 1,5 grados».
Dada la velocidad a la que está cambiando el sistema climático global, los científicos argumentan que los formuladores de políticas, los negociadores climáticos y los grupos de la sociedad civil deben tener acceso a evidencia científica sólida y actualizada en la que basar las decisiones.
La fuente autorizada de información científica sobre el estado del clima es el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU. Pero el tiempo de respuesta para sus principales evaluaciones es de cinco o diez años. Y eso crea una «brecha de información». Particularmente cuando los indicadores climáticos están cambiando con extrema rapidez.
- Década crítica para el Cambio Climático: El Proyecto de Indicadores del Cambio Climático Global está siendo coordinado por el Profesor Piers Forster, Director del Centro Priestley para Futuros Climáticos en Leeds.
Él dijo: “Esta es la década crítica para el cambio climático. “Las decisiones que se tomen ahora tendrán un impacto en cuánto aumentarán las temperaturas. Y en el grado y la gravedad de los impactos que las mismas tendrán.
- “Las tasas de calentamiento a largo plazo se encuentran hoy en un máximo a largo plazo. Causado por los niveles más altos de emisiones de gases de efecto invernadero. Pero hay evidencia de que la tasa de aumento de las mismas se ha desacelerado.
“Necesitamos ser ágiles frente al cambio climático. Necesitamos cambiar la política y los enfoques a la luz de la evidencia más reciente sobre el estado del sistema climático. El tiempo ya no está de nuestro lado. El acceso a información actualizada es de vital importancia”.
Los científicos revelaron cómo los indicadores clave han cambiado desde la publicación del informe del Sexto Grupo de Trabajo de Evaluación 1 del IPCC en 2021. Que produjo los datos clave que se incorporaron al Sexto Informe de Síntesis del IPCC posterior. Calentamiento global aumenta por máximos históricos de GEI.
- Lo que muestran los indicadores actualizados: El calentamiento inducido por el hombre, causado en gran parte por la quema de combustibles fósiles, alcanzó un promedio de 1,14 °C durante la década más reciente (2013 a 2022) por encima de los niveles preindustriales. Esto es un aumento de 1,07 ° C entre 2010 y 2019. El calentamiento inducido por el hombre está aumentando a un ritmo de más de 0,2 °C por década.
El análisis también encontró que las emisiones de gases de efecto invernadero estaban «en su punto más alto». Con la actividad humana, dando como resultado el equivalente a 54 (+/-5.3) gigatoneladas (o mil millones de toneladas métricas) de dióxido de carbono liberado a la atmósfera en promedio, cada año durante la última década (2012-2021).
- Indicadores críticos para abordar la Crisis Climática: La profesora Maisa Rojas Corradi, Ministra de Medio Ambiente de Chile, autora del IPCC y científica involucrada en este estudio, dijo. “Una actualización anual de los indicadores clave del cambio global es fundamental para ayudar a la comunidad internacional y a los países a mantener la urgencia de abordar la crisis climática en la parte superior de su agenda. Y para la toma de decisiones basada en evidencias.
“De acuerdo con el “mecanismo de trinquete” de ambición creciente previsto por el Acuerdo de París, necesitamos información científica sobre emisiones, concentración y temperatura. Y la necesitamos con la mayor frecuencia posible. Puesto que ello nos permitirá mantener actualizadas las negociaciones climáticas internacionales. Con el fin de, si es necesario, elegir las políticas nacionales correctas.
- Presupuesto de carbono restante: Uno de los principales hallazgos del análisis es la tasa de disminución de lo que se conoce como el balance de carbono restante. Esto es una estimación de la cantidad de carbono que se puede liberar a la atmósfera para dar un 50 % de posibilidades de mantener el aumento de la temperatura global dentro de 1,5 °. C.
En 2020, el IPCC calculó que el presupuesto de carbono restante era de alrededor de 500 gigatoneladas de CO2. A principios de 2023, la cifra era aproximadamente la mitad, alrededor de 250 gigatoneladas de dióxido de carbono.
La reducción en el presupuesto de carbono restante estimado se debe a una combinación de emisiones continuas desde 2020. Y de las estimaciones actualizadas del calentamiento inducido por el hombre.
- El profesor Forster dijo. «Aunque todavía no estamos en un calentamiento de 1,5 °C, es probable que el presupuesto de carbono se agote en solo unos pocos años. Ya que tenemos un triple golpe de calentamiento por emisiones de CO2 muy altas. Más el calentamiento por aumentos en otras emisiones de GEI. Y la subida de temperaturas a partir de reducciones en la contaminación.
“Si no queremos que el objetivo de 1,5 °C deje de ser viable, el mundo debe trabajar mucho más y con urgencia para reducir las emisiones. Nuestro objetivo es que este proyecto ayude a los actores clave a realizar urgentemente ese importante trabajo con datos actualizados y oportunos al alcance de la mano”.
- La Dra. Valérie Masson-Delmotte, de la Université Paris Saclay copresidió el Grupo de Trabajo 1 del Informe de la Sexta Evaluación del IPCC. Y participó en el proyecto de indicadores climáticos. Ella dijo que: “Esta sólida actualización muestra un calentamiento cada vez mayor de nuestro clima impulsado por las actividades humanas. Es una llamada de atención. Que evidencia que el ritmo y las acciones climáticas no son suficientes para limitar la escalada de los riesgos relacionados con el clima”.
Como lo han demostrado de manera concluyente los informes recientes del IPCC, con cada aumento adicional del calentamiento global, aumenta la frecuencia e intensidad de los extremos climáticos. Incluidos los extremos cálidos, las fuertes lluvias y las sequías que se experimentan en todas partes del mundo. Calentamiento global aumenta por máximos históricos de GEI.
La estrategia bancaria para mitigar el Cambio Climático
¿Cómo se está incorporando el riesgo climático en las herramientas de regulación bancaria? Algunos investigadores de la Universitat Jaume I nos lo hemos preguntado y, en busca de respuesta, hemos realizado una revisión de las herramientas que tienen a disposición los reguladores financieros para considerar la gestión oportuna de este riesgo. Este trabajo nos ha permitido establecer las herramientas existentes, y también los vacíos de conocimiento que pueden abrir nuevas posibilidades de estudio.
Incorporar el cambio climático como factor de riesgo permite alertar de las posibles pérdidas y oportunidades que este conlleva. Como resultado, se espera pasar de la inversión tradicional, que no considera la huella de carbono, a la inversión sostenible, que sí lo hace. La descarbonización de los portafolios facilitaría la transición ordenada hacia una economía baja en carbono.
Un breve repaso de estos conceptos nos ayudan a clarificar la estrategia que puede utilizar la banca para la mitigación del cambio climático.
- Economía ecológica: La emisión de gases de efecto invernadero es responsable del calentamiento global. La extracción de petróleo y gas, la generación de energía y el transporte son las actividades que mayor cantidad de estos gases generan. Existe la presión pública para que las industrias contaminantes reduzcan sus emisiones, debido a que el aire es un bien común.
La economía ecológica reconoce la existencia de bienes comunes. Un bien común es todo aquel donde no hay exclusión en el consumo y todos se benefician de él, por ejemplo, los recursos naturales.
En los últimos años, se han producido declaraciones que cuestionan el propósito de las empresas. En ellas se deja claro que deben satisfacer no sólo el interés de los accionistas, sino también el de las demás partes implicadas (trabajadores, clientes, proveedores, comunidades), lo cual está acorde con la economía ecológica.
¿Qué es el riesgo climático?
La banca realiza la intermediación financiera entre quienes demandan recursos y quienes ofrecen su exceso de liquidez. Su participación aporta valor debido a que se ha especializado en controlar el riesgo de las transacciones, incluido el riesgo climático. El tomar las mejores decisiones con dinero de terceros es lo que se conoce como responsabilidad fiduciaria.
- El riesgo climático incluye eventos físicos como incendios o inundaciones. También incluye la transición tecnológica a una economía baja en carbono. Esta es una nueva categoría de riesgo que puede afectar a los bancos con clientes localizados en áreas vulnerables o que están expuestos a cambios en el mercado.
En cualquier caso, el banco puede experimentar pérdidas por la devaluación de las garantías o la demora en el pago de créditos. No controlar este riesgo puede generar crisis económicas.
- Inversión sostenible: La inversión sostenible es una alternativa a la inversión tradicional. Se diferencia en que, además de la rentabilidad, considera los factores ambientales, sociales y de gobernanza. Muchos bancos ya cuentan con líneas de crédito que fomentan este tipo de inversión. Esta es una clara señal del cambio de comportamiento esperado.
Existen otras estrategias para enfrentar el cambio climático, tales como el impuesto al carbón, la regulación de las emisiones o las soluciones basadas en la naturaleza. Sin embargo, los gobiernos son renuentes a desarrollar estas estrategias debido al costo político de estas decisiones.
En este contexto, los bancos centrales, que tienen cierta independencia en la toma de decisiones, pueden asumir esta responsabilidad. La incorporación del riesgo climático en la regulación bancaria puede contribuir a la descarbonización de los portafolios de inversión bancaria y con ello ayudar a mitigar el cambio climático.
- Perspectivas futuras: Al ser un tema emergente de las finanzas sostenibles, aún no existe un marco estandarizado de actuación para la banca. Sin embargo, se espera que las reformas necesarias que estudian los reguladores financieros ayuden a cumplir el objetivo climático y también a evitar nuevas crisis económicas.
Las políticas climáticas actuales son insuficientes
La carrera iniciada por la humanidad para evitar una catástrofe climática de efectos nunca vistos va más lenta de lo que sería necesario. Con las medidas adoptadas, el calentamiento global no se detendrá en los 1,5ºC estipulados por el Acuerdo de París, sino que puede elevarse a los 3,2ºC, lo cual acarrearía consecuencias devastadoras.
- Más de medio millar de científicos ha suscrito un manifiesto en el que reclaman mayor voluntad política ante la crisis climática, pues «estamos a tiempo de mitigar sus efectos si todas las administraciones públicas se comprometen a abordarla».
- El manifiesto, abierto a nuevas adhesiones, incluye la firma de más de 40 catedráticos y catedráticas, así como por ponentes del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés).
«Pese a la situación de emergencia, estamos a tiempo de mitigar los efectos de la crisis climática si todas las administraciones públicas se comprometen a abordarla», pero, para ello, urge acelerar «claramente» las políticas climáticas puestas en marcha en los últimos años y aprobar nuevas para conseguir reducir las emisiones por lo menos un 50 % en 2030, según el texto.
En el manifiesto, los científicos alertan de los peligros que conlleva una acción insuficiente por parte de las administraciones públicas frente a la crisis climática, «uno de los mayores retos de la historia de la humanidad», y subrayan que «los gobiernos tienen la mayor capacidad de actuación» y «condicionan la capacidad de acción de la ciudadanía, por lo que su implicación es fundamental.
- Las políticas aprobadas son insuficientes: Las medidas políticas acordadas hasta ahora, tanto en la legislación española (local, autonómica y nacional) como en el marco internacional y europeo, son insuficientes, pues sólo conseguirían limitar el aumento de temperatura media global hasta 3,2° a finales de siglo (desde el IPCC se pide limitar el calentamiento global a 1,5°).
«Esto tendría consecuencias catastróficas, si tenemos en cuenta que las olas de calor, inundaciones y sequías que vivimos en la actualidad han sido originadas por un aumento de temperatura de 1,1°», según los científicos.
- La causa principal del cambio climático, añaden, son las emisiones provenientes del uso de petróleo, carbón y gas y, por ello, para lograr una reducción de emisiones «rotunda y rápida» es imprescindible cambiar por completo el modelo energético mediante la migración desde fuentes fósiles a renovables, como fotovoltáica, eólica y geotermia, entre otras.
En su opinión, la emergencia climática supone también una oportunidad histórica para que las administraciones contribuyan a «mejorar la sociedad, hacerla más justa y sostenible y mejorar la calidad de vida de todas las personas»./PUNTOporPUNTO
Documento Íntegro:
essd-15-2295-2023