CIMACNOTICIAS.COM/Angélica Jocelyn Soto Espinosa
Las remesas que envía la población migrante mexicana –principalmente mujeres– a las comunidades indígenas en nuestro país, y que contribuyen a disminuir el rezago social, son “invisibles” para el Banco de México (Banxico).
Genoveva Roldán Dávila, doctora en Economía Internacional y Desarrollo, dijo en breve entrevista al finalizar el seminario “Migración Indígena”, realizado en la UNAM, que no existe información oficial sobre el porcentaje de remesas que reciben los pueblos indígenas en México, y que –en la mayoría de los casos– son utilizadas para mejoras comunitarias.
Observó que según la contabilidad del Banxico, en promedio 23 mil millones de dólares son enviados cada año al país, pero de esta cantidad se ignora cuánto dinero va dirigido a los sectores de la sociedad con mayor rezago social.
La académica de la Universidad Nacional Autónoma de México señaló que es importante identificar esta suma porque de acuerdo con lo que ha investigado, las remesas que reciben las comunidades indígenas inyectan más ingreso para el crecimiento local que programas sociales como Progresa o la llamada “Cruzada contra el Hambre”.
“Identificar las remesas que reciben las comunidades indígenas ayudaría a detectar cómo afectan en sus procesos económicos y culturales, toda vez que no están dirigidas únicamente a resolver problemas de alguna familia en particular, sino de la comunidad”, advirtió la experta.
Estas remesas comunitarias –que nacen de una parte del salario que reservan las y los migrantes para las necesidades de la comunidad– son utilizadas para garantizar agua potable, reconstruir parroquias, construir auditorios y espacios recreativos, y para celebrar festividades de los pueblos que ayudan a la cohesión social y a la preservación de los usos y costumbres.
Roldán Dávila añadió que es importante visibilizar a estas comunidades porque son un sector de la sociedad que ha quedado fuera de los programas y de los proyectos de crecimiento del país, y que –con el trabajo de las y los paisanos en el exterior– están resolviendo problemas comunitarios para enfrentar el rezago social (como desempleo y falta de servicios) que padecen.
La experta explicó que las remesas que reciben estas comunidades también ayudan a resolver los problemas más inmediatos de las familias, como la alimentación, transporte, calzado, atención médica y educación.
Y agregó que las mujeres migrantes envían montos más altos de remesas y son más constantes en sus envíos que los varones, además de que reservan una parte de su salario para la colectividad.
A su vez, muchas de estas comunidades están conformadas principalmente por mujeres que administran las remesas para apoyar el ingreso familiar y el comunitario.
De acuerdo con el informe “La migración femenina y el ingreso de México por remesas”, que elaboró el Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (Cemla), de la UNAM, en contribución con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), las migrantes enviaron la cuarta parte de las remesas que recibió México de Estados Unidos en 2013.