AGENCIAS
Dos hispanos fueron detenidos en relación con un matadero ilegal investigado por la Policía en el condado de Miami-Dade, que fue cerrado y del que se rescataron más de 3.000 animales que se hallaban en «condiciones lastimosas», informó este cuerpo.
Agentes de la Policía del citado condado, junto con miembros de la organización sin ánimo de lucro Animal Recovery Mission (ARM) y la oficina de la Fiscalía de Florida, «culminaron» así una investigación de cinco meses, precisó la Policía en un comunicado.
En la operación fueron arrestados Gregorio Santa Ana, de 69 años, residente en Miami, y José Armando Solís, de 35 años, también de Miami, ambos acusados de cinco cargos por «crueldad animal y confinamiento de animales sin agua ni alimentos».
Crueldad absoluta
Sobre Santa Ana pesan además 16 cargos por «intento de herir o matar animales».
«Los animales estaban privados de comida, agua y eran sacrificados de manera despiadada», explicó la Policía en un comunicado en el que se precisa que rescataron a 3.000 animales que se encontraban en «condiciones tan deplorables» que los veterinarios no tuvieron más remedio que sacrificar a muchos de ellos allí mismo.
«Las condiciones eran horribles, con animales muertos por toda la propiedad. Aquellos que pudieron ser salvados se encuentran bajo el cuidado de la ARM y recibiendo alimentos y atención médica».
Las brutales condiciones en que fueron encontrados los animales (cerdos, cabras, gallinas) en esta finca por la falta de alimentos fue grabada por miembros de la ARM.
«Algunos animales se volvieron caníbales para poder sobrevivir. los cerdos eran acuchillados, echados a agua hirviendo o ahogados y hay cosas que grabamos que jamás hemos visto en nuestra vida», expresó horrorizado Richard Couto, director de la ARM.
Estos animales cuya carne entró en nuestra cadena de alimentación fueron masacrados de la manera más vil y repugnante posible», aseguró Couto.