AGENCIAS
El secretario de Relaciones Exteriores, José Antonio Meade, externó a la presidente de Brasil, Dilma Rousseff, su deseo de que México y su país fortalezcan sus lazos de amistad y de colaboración en los ámbitos político, económico y de cooperación.
El canciller estuvo presente en la ceremonia de toma de posesión del segundo mandato de Dilma Roussef este jueves en Brasilia, a la que asistieron mandatarios, cancilleres y representantes diplomáticos de diversos países de la región.
Meade Kuribreña, quien acudió en representación del presidente Enrique Peña Nieto, reiteró la invitación para que la mandataria brasileña realice una visita al país cuando su agenda de trabajo así lo permita.
Durante su estancia en Brasilia, el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) se reunió con el nuevo ministro de Asuntos Exteriores de Brasil, Mauro Vieira, con quien coincidió en la necesidad de mantener el proceso de fortalecimiento de los vínculos entre ambos países.
El titular de la SRE expresó que por el tamaño de sus economías y su influencia regional, México y Brasil deben mantener un diálogo constante.
La dimensión de sus respectivos productos internos brutos, sus posiciones en materia multilateral, sus coincidencias en la agenda internacional, sus liderazgos en distintos mecanismos de integración y la relevancia de su vida cultural, ambos países están llamados a estrechar aún más sus vínculos, expresó el funcionario.
En Brasil, José Antonio Meade conversó con distintas personalidades que asistieron al acto, en los que destacan el presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís; los vicepresidentes de Portugal, Paolo Portas; de Argentina, Amado Boudou; de Nicaragua, Omar Halleslevens.
Asimismo, con los cancilleres de Perú, Gonzalo Gutiérrez Reinel; de Chile, Heraldo Benjamín Muñoz Valenzuela; de Haití, Pierre Duly Brutus; de Guatemala, Carlos Raúl Morales; de Sudáfrica, Maite Nkoana-Mashabane; Turquía, Mevlüt Çavusoglu, y de Palestina, Riyad Al Malki.
De la misma forma, el titular de la SRE conversó con la directora general de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), Irina Bokova, y con el secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), Ernesto Samper.