La presidenta de la Comisión de Protección Civil, Martha Beatriz Córdova Bernal, dio a conocer que impulsa una iniciativa para que las gaseras a nivel nacional sean verificadas anualmente y garanticen el adecuado manejo de gas natural y LP en su almacenaje, expendio y transporte en el que lo distribuyen, para evitar tragedias.
Para ello, dijo, que va a presentar la próxima semana una nueva propuesta en la materia a la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, para que todas las compañías expendedoras de este combustible “tengan cada inicio de año una revisión anual tanto de sus vehículos y ductos como en las instalaciones de almacenaje y expendios, así como los vehículos”.
En entrevista, indicó que la distribución de gas LP se realiza a través de empresas privadas mexicanas, cuya infraestructura a finales de 2011 fue de 991 plantas con capacidad de almacenamiento que osciló entre 5 mil y 138 millones de litros.
De esta capacidad, abundó, se utilizaron poco más de 12 mil litros para abastecer de gas LP a tanques estacionarios y a 20 mil vehículos destinados al reparto de cilindros de 10, 20, 30 y 45 kilogramos del combustible.
Comentó que la iniciativa prevé regular también la red de ductos que asciende a mil 768 kilómetros de longitud para transportar gas LP, así como 2 mil 683 tracto-camiones con semi-remolques propiedad de la iniciativa privada.
Indicó que en el caso de la verificación anual también se incluiría a las 2 mil 744 estaciones de carburación, de las cuales el 85 por ciento se especializó en la venta de gas LP para carburación y el restante 15 por ciento en la modalidad de autoconsumo.
De igual forma, agregó, se consideraría a 171 empresas de transporte de gas LP que utilizan 3 mil 400 semiremolques y dobles semiremolques, con capacidades de entre 31 mil y 54 mil litros para el traslado del hidrocarburo desde las instalaciones de PEMEX hasta las plantas de distribución, principalmente.
Destacó la necesidad de que el marco jurídico para regular a las gaseras deje de ser laxo y frene la corrupción prevaleciente en este sector, a fin de que las medidas preventivas funcionen y eviten accidentes fatales provocados por la falta de mantenimiento en el transporte de estas compañías.
Aseveró que el manejo del gas puede ser muy eficiente, siempre y cuando se cumplan las medidas de seguridad establecidas.
“Es algo que podemos prevenir, porque está en nuestras manos lograrlo a diferencia de las catástrofes provocadas por el clima, cuyo impacto en la población y el entorno no es previsible en toda su magnitud”.
Lamentó que la corrupción permita a todas estas empresas distribuidoras de gas evadir el cumplimiento de la ley, ya que resulta muy fácil otorgar y obtener los permisos para expender, manejar y trasladar el gas natural y LP.
Consideró que más que “huecos legales existe tráfico de influencias porque muchos de los dueños y directivos de las gaseras ocupan cargos públicos y son políticos de alto nivel. Tal parece que ese tráfico de influencias se convierte en el conflicto de intereses como ahora se le llama a la corrupción”, comentó.
Es por eso, agregó, que los dueños de las compañías de gas incumplen las regulaciones legales.
Alertó que “es ahí donde está el hueco y el objetivo es identificar de qué manera se puede resolver. Tendrían que tomar conciencia también estos personajes, ya que es urgente porque ponen en riesgo la vida de mucha gente, sólo por dedicarse a hacer dinero”.
Córdova Bernal apuntó que como sociedad hace falta concientizarnos sobre la necesidad de entender la protección civil de forma preventiva y considerarla parte de la vida diaria, para saber cómo reaccionar ante cualquier contingencia natural o surgida por falta de previsión, como ocurre en el manejo del gas.
Por ello, se pronunció por difundir programas preventivos para revertir el concepto de protección civil y convertirlo en previsión, porque “la mayoría de las veces se actúa contra desastres o contingencias medioambientales después de que suceden los hechos”.
Aunque es entendible, acotó, que con el clima nunca podemos saber cómo reaccionará la naturaleza, porque son situaciones imprevistas; por ello, recomendó analizar muy bien en el Atlas de Riesgo las condiciones climatológicas de cada región para implementar los programas preventivos de protección civil.