Reportaje Especial de Esteban David Rodríguez/ PxP
Inhaló profundamente y sus pulmones distribuyeron por su sistema nervioso central la toxina deshidratada de las glándulas del sapo. Le dominó una confusión extraña, náuseas, la amenaza espesa y amarga de vómito. Sus ojos se inyectaron en sangre, su piel tomó una pigmentación purpúrea acentuada en su rostro y su cuello.
Perdió el control de sus extremidades, se desplomó, comenzó a convulsionar y al cabo de sólo 23 segundos de la inhalación, murió. En su rostro quedó grabada la expresión de un estado ajeno a sí mismo.
- La saturación de bufotenina había elevado tanto y tan aceleradamente la presión de su torrente sanguíneo, que el corazón del fotógrafo José Luis Abad reventó.
- Rondaba los cincuenta años, y había cobrado celebridad en el sector de la moda y del periodismo españoles por su trabajo en revistas como Vogue y otras de igual calibre.
Abad quería dejar la cocaína, y cayó en las manos de Nacho Vidal, un actor de cine para adultos que lo convenció de que la toxina del sapo bufo le iba a quitar la adición, lo llevó a su casa de Valencia, y lo introdujo en su ritual pseudo celta. Lo que le quitó, fue la vida.
La videograbación de la “ceremonia” y el análisis de los químicos fueron centrales para que la policía aprehendiera a Vidal por homicidio, el pasado 20 de junio. Ocho minutos después de que José Luis cayó inánime en el suelo, el ayudante de Vidal seguía tocando su tamborcillo “ceremonial”.
La estrella porno vendía las sesiones por 150 euros ─unos cuatro mil pesos─, a cambio del supuesto ritual. El precio incluía la droga. Al parecer, era la adaptación de una farsa para turistas practicada en regiones vacacionales del centro y norte de México, atribuida a ceremonias de pueblos ancestrales.
- Vidal solía venir a nuestro país desde inicios de siglo, para asistir a los festivales anuales de cine porno. Después siguió viniendo, según reseñas de prensa, para comprar caballos, otra de sus aficiones.
Imagen- Video: Nacho Vidal promocionando el sapo bufo en aldeanawake.org
Justamente en México, en el puerto turístico de Bucerías, del municipio de Bahía de Banderas, sobre la Riviera Nayarit, “fumar sapito” es cosa de todos los días. Basta localizar al “chamán” Richi Nawake, para que lo lleve a su “centro holístico” y le suministre la dosis deseada.
En su sitio web (aldeanawake.org), el “chamán” promociona su “medicina sagrada” con diversos testimonios en video, entre los que destaca el de Nacho Vidal: “Me morí, mi alma dejó mi cuerpo, yo era luz, era el universo, lo era todo. Hoy no necesito nada ni a nadie. Yo lo que he conseguido con el sapo es la paz de mi espíritu, y con ella viene la felicidad”.
Un “centro holístico” para drogarse
La iniciada es una mujer joven, probablemente ronda los treinta años. Se sientan en flor de loto en medio de un tapete tejido de juncos, al aire libre, entre la vegetación tropical. La “facilitadora” se hinca frente a ella, con la pipeta preparada con la toxina del sapo, que despide ya vaporizaciones, las cuales acerca al rostro de la iniciada, que se apresta a consumirla. Ésta inhala profundamente, tantas veces como duran las emanaciones.
De pronto, se escucha en el fondo una campana, quizá el tañido de una clave. Una cantante aparece en escena, entona unas coplas suaves, supuestamente en lengua huichol, marcando el compás con unas maracas artesanales.
Después cada una de las mujeres toma una de estas maracas y las agitan pausadamente en torno a la iniciada, que no pude mantener su posición inicial, pone las manos sobre el tapete, y finalmente apoya también la cabeza, hasta que se queda inmóvil. Las mujeres elevan el volumen de sus cánticos, y una tercera mujer esparce con esparciendo incienso en torno a las otras.
- La escena, ocurrida en la Aldea Nawake en el verano de 2019, es difundida en un video de YouTube, y es conocida como “la ceremonia del sapito” o “Ceremonia bufo alvarius”.
El modelo de negocio consiste en la venta de la droga bajo la apariencia de una reproducción de rituales sagrados, presuntamente ancestrales, a manera de “curación” para males corporales y espirituales. Se presentan como “centro holístico” o “centro de sanación integral”.
“La ceremonia del Bufo (DMT), llamada la molécula de Dios, es una experiencia de sanación terapéutica-espiritual de gran pureza, que nos hace recobrar la memoria de lo que somos; produciéndose una liberación masiva del estrés acumulado y las emociones reprimidas produciendo así una sanación interna y externa con nuestro cuerpo físico”, promocionan en su cuenta de Facebook.
Además de comercializar sus ceremonias de consumo en su establecimiento de Bucerías, Aldea Nawake ha llevado la droga a distintos lugares de la República Mexicana, a otros países como Chile y Canadá, e incluso a naciones de Europa y Oceanía. Su público se cuenta por miles y es definitivamente global.
La pandemia del coronavirus contuvo inicialmente las giras, pero la Aldea Nawake encontró rápidamente la manera de capitalizar la pandemia. En sus redes sociales aseguran que, además, el consumo la droga del sapo bufo sirve “para combatir los virus”. Todos ellos, se infiere.
- Su sitio web detalla: “Esta medicina va dirigida a personas iniciadas ya en el camino del despertar (mínimo 3 experiencias de bufo, ayahuasca o yage), esta ceremonia es bajo reservación y es individual”.
“El hombre medicina”
La estrella, gurú y guía de la comunidad adicta a las “ceremonias del sapito” es el chamán Richi Nawake, fundador del negocio.
El nombre real del chamán es Ricardo Morales Fuentes, originario de Puebla, según consultas de PxP con antiguos discípulos de su aldea. Morales Fuentes se avecindó en el sur del estado de México, y a finales de los 90s se involucró con grupos activistas de diverso orden, ligados la izquierda.
- De acuerdo con una memoria del Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) consultada por PxP, Morales Fuentes fue representante del Partido de la Revolución Democrática (PRD) ante la junta distrital de Villa Nicolás Romero, en 1996.
- Según registros electorales, en 2000 fue candidato a diputado federal por el distrito del estado de México ya mencionado. Perdió. Tras la derrota, dio el salto de político a místico, y se mudó Nayarit.
Dirige el negocio de la droga del sapito con el auxilio de su mujer, Xóchitl Suárez Guzmán, quien funge como “facilitadora”, es decir, prepara y suministra el narcótico a los clientes.
En 2018, Ricardo Morales se presentó como “el hombre medicina” en el programa Zona de Confort de Radiante FM, difusora de Puerto Vallarta, Jalisco, muy cerca de la playa nayarita de Bucerías. Habló de herbolaria, una de las coartadas con que algunos negocios del misticismo disfrazan el consumo de estupefacientes. Aseguró que hay drogas más dañinas que la marihuana o el peyote, “como la azúcar refinada”.
- Desde entonces es conocido como “el hombre medicina” en la comunidad “new age” del corredor Riviera Nayarit – Bahía de Banderas – Puerto Vallarta, una zona en la que cada vez es más tolerado el consumo de drogas.
“Hoy Nawake es una comunidad global ─dijo el empresario místico en aquella transmisión─, con presencia en España, Francia, en Suecia, en Dinamarca, estamos hablando con hermanos en Londres, tenemos una invitación a Australia, Guatemala, y en México estamos trabajando como con seis centros que quieren difundir esta forma de compartir las sagradas medicinas”.
La droga del sapo, negocio mortal
Desde que ocurrió el homicidio del fotógrafo José Luis Abad, los medios españoles y de otras regiones identifican a la toxina del sapo bufo o sapo de Sonora como “el alucinógeno más potente que existe en la tierra”.
La bufotenina es el principal compuesto del sapo alvaruis, una especie proveniente del desierto de Sonora, y que habita también en algunas regiones del sur de Estados Unidos. Se sabe que las glándulas parótidas de este sapo, en sus distintas variedades, segregan una sustancia venenosa para defenderse de otros animales al sentirse en peligro.
- Según el sitio web especializado en procesos químicos QuimiTube, algunos de los efectos de la inhalación de ese narcótico es una especie de experiencia místico-alcaloidea, con visiones alteradas de la luz y sus refracciones y de variaciones cromáticas.
Señala que la bufotenina, salvo por un par de hidrógenos, es muy similar a la serotonina, que es el neurotransmisor del bienestar, la percepción del dolor y el placer, así como del deseo sexual. El compuesto estimulas los receptores de la serotonina, crea una cascada, pues confunde al sistema, que pierde la modulación natural del neurotransmisor.
“Son habituales reacciones de miedo y pánico, y la experiencia puede ser abrumadora y traumática para algunas personas. Pueden producirse movimientos durante la experiencia, así como la expresión involuntaria de sonidos (gritos, cantos, llanto) sin que la persona sea consciente de ello”, según el Centro Internacional de Educación Etnobotánica, Investigación y Servicios de Barcelona, ICEERS, por sus siglas en inglés. (Así es el sapo venenoso que utiliza Nacho Vidal en sus rituales para dejar la droga, El Español, 4 de junio de 2020).
- La toxina se sustrae apretando la glándula y acercando un vidrio o un recipiente para guardar el veneno, que luego se deseca. Otros deshidratan las escamas.
No en todos los países están regulados la obtención y consumo de esta potente droga, por eso es común el tráfico del animal y de la sustancia en diferentes latitudes. En Estados Unidos sí es una sustancia prohibida, y se encuentra entre las más perseguidas por agencia antidrogas (DEA).
En México, en cambio, es un negocio en expansión, con líderes de mercado como Aldea Nawake, que operan a la luz del día, y que han hecho de la mortal droga del sapo bufo un producto de exportación. /Esteban David Rodríguez- PxP