BBC
El rey Abdulá de Arabia Saudita falleció y su hermano Salman se ha convertido en el nuevo monarca, según lo informó este viernes la televisión estatal.
Reportes indican que el rey de 90 años se encontraba recluido desde algunas semanas debido a una infección pulmonar.
Antes de conocerse la noticia, la televisión saudita interrumpió la programación para emitir versos coránicos, que suelen significar la muerte de un alto miembro de la realeza.
Abdulá llegó al trono en 2005 y desde entonces ha sufrido distintas recaídas de salud. Era el número 13 de los 37 hijos del rey Abdulaziz. Se cree que nació en agosto de 1924 en Riad, aunque existe controversia acerca de su día exacto de nacimiento.
En un comunicado oficial el nuevo rey Salman, de 79 años, nombró al príncipe Muqrin -medio hermano de Abdulá- como heredero de la corona.
«Su majestad Salman bin Abdulaziz Al Saud y todos los miembros de su familia y la nación lloran al Custodio de las Sagradas Mezquitas, el rey Abdulá bin Abdulaziz, quien falleció exactamente a la 1 de la mañana», se lee en el texto.
El rey Salman era el príncipe heredero. Ocupaba el cargo de ministro de Defensa desde 2012 y antes había sido gobernador de Riad por cinco décadas.
Con el nombramiento inmediato de Muqrin como su heredero, sujeto a la decisión del Consejo de Lealtad familiar, Salman acaba con la especulación respecto a la sucesión real en el mayor exportador mundial de petróleo.
Elementos modernizadores
Abdulá asumió como regente en 1995 por los problemas de salud que alejaron del trono al entonces rey Fahd.
Con su llegada al poder, empezó un distanciamiento entre Riad y Washington que exigía el retiro de las tropas estadounidenses que se establecieron en el reino desde 1991, cuando sirvió de base de operaciones a la acción militar con la que se desalojó a Irak de Kuwait.
Sin embargo, esos roces se redujeron cuando Arabia Saudita se involucró más en la lucha contra grupos afiliados a al Qaeda en la península arábica, que procuraban el derrocamiento de la monarquía wahabita.
Desde que llegó al trono, Abdulá trató de introducir elementos modernizadores en la cerrada sociedad saudita, al tiempo que se dedicó a contrarrestar la influencia del gobierno chiita de Irán, que es considerado como el rival político y religioso de los sauditas en la región.