Joel Macias de Lara*
Tal parece que los actores políticos del PAN Tlaxcala, Sergio González, Claudia Pérez, Aurora Aguilar, Leonor Romero, Miguel Angel Polvo y otros se quieren curar en salud. Le apostaron demasiado (todo) al proyecto «Lorena Cuellar». Se los vendieron como la última coca cola del desierto. Eso era como una especie del despertar de los muertos. La militancia azul ya comienza a cobrar las facturas desairandolos en su operación cicatriz dejándolos vestidos y alborotados el día sabado 11 y en distintas reuniones. El caso de Polvo en un discurso en que quedo peor, mostró su falta de oficio en la política, pues al arremeter contra Adriana Dávila acusándola de la gran derrota azul solo demostró que Moreno Valle lo contrató para torpedear la campaña azul. Muy poco le duro el gusto a la ex candidata del PRD pues el 6 de Junio si sabía contar ya no contaba con más de la mitad de los anteriores y estos a su vez ya estaban haciendo caravana a Marco A Mena, sus discursos ya no dormirá a nadie dentro de Acción Nacional porque se sabe por todos los equipos, es que Adriána es un Ave que emprenderá de nuevo el vuelo con la mira más alta, que muchos demandan que sea pronto el regreso, el CEN se la debe a Adriana, muchos fueron los focos rojos de los actores políticos que se vendieron al PRD o al PRI, con gran descaro para los auténticos panistas Tlaxcaltecas y para otros como se les hizo color de hormiga. Unos se mostraron y otros de los que la aportación fue sólo mediática pues no tienen un camino recorrido, se quedan hoy como el perro de las dos tortas, regresando a seguir mordiendo la mano que les sigue dando de comer. El CEN tendrá que poner el orden y si bien la dirigencia tendrá que cambiar, porque además lo marca así los tiempos, la única que puede abonar verdaderamente al triunfo del 2018 es Adriana Dávila quien con sus verdaderos 107 216 votos auténticos, limpios y no manipulados por el gobernador Poblano Moreno Valle por conducto de sus huestes coordinados por Aurora Aguilar quien se dice panista de cepa, pues como decimos al inicio se quedaron como el perro de las dos torta.
El PAN jugo solo en Tlaxcala. Adriana Dávila venía jugando al tú por tú contra el PRD y PRI. Esa entidad podríamos decir anda en
las postrimerías del feudalismo. El voto es volátil y se compra fácilmente. En un día se puede vender tres veces.
Ricardo Anaya está obligado a investigar el comportamiento e intromisión de Rafael Moreno Valle en el proceso electoral de Tlaxcala. Los panistas serios e integrantes del consejo político deben proponer la creación de una comisión que investigue y determine que sanción imponerle pues como integrante de ese órgano de decisión Moreno Valle no puede quedar sin castigo. Y ese castigo por estatutos es la expulsión de Acción Nacional por desdeal y misógino.
El señor Moreno Valle quiere ser el abanderado presidencial albiazul. No se le debe permitir por corruptor. Adriana pudo ser la primera gobernadora panista. TLAXCALTECAS feudales y patrocinados desde el gobierno poblado lo impidieron. Son como los cangrejos japoneses.
Todo quedó demostrado pues en el cierre de campaña Ricardito «el cerillo» Anaya le dijo a los TLAXCALTECAS que Adriana Dávila estaba según encuestas en su poder 8 puntos arriba, entonces porque en la semana previa al 5 de junio se desplomó. Porque se desplomó? Sencillo Moreno Valle y sus huestes TLAXCALTECAS habían operado para desfondar toda la campaña panista.
Alguien como Moreno Valle que torpedea campañas del PAN, no merece que no lo tomen en cuenta como precandidato presidencial. Menos ser candidato…. Al tiempo. @ELPICUDOAZUL
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