TEXTO ÍNTEGRO: Haití, Ecuador y México concentran las CIUDADES MÁS VIOLENTAS a nivel MUNDIAL

De las 50 ciudades más violentas del mundo, 16 son de México, informó la organización Seguridad, Justicia y Paz, que señala la gravedad de que entre las 10 primeras del listado, 7 se encuentran en el país.

  • Haití, Ecuador, pero también México están al borde de un Estado fallido, alertó la organización, con especial énfasis en el llamado al gobierno federal para un cambio en las políticas que permita garantizar la seguridad de los ciudadanos.
  • Este estudio se realiza en ciudades de más de 300 mil habitantes, es decir no se toman distritos políticos, sino zonas metropolitanas, lo que implica que aunque haya localidades con altos índices de violencia, no sean tomadas en cuenta en el listado.

“Es muy preocupante que el gobierno no quiera ver la situación por la que atraviesa el país”, reclama la organización, al revelar que el listado lo encabeza Colima, Colima —por segundo año consecutivo—, seguida de Ciudad Obregón, Sonora, y en tercer sitio está Puerto Príncipe, Haití.

Califica como fallida la estrategia de ‘Abrazos, no balazos’, por lo que es urgente prepararse para el contexto de las elecciones, por lo cual llaman a las autoridades a garantizar no solo la seguridad de los candidatos, sino también de los electores.

Emplazan a los candidatos explicar lo que harán con los problemas de la violencia y determinar la manera en que enfrentarán los índices de impunidad que prevalece en el país.

  • Refieren que hay casos en los que las ciudades han logrado revertir las cifras negativas para abatir la inseguridad. Por ejemplo, mientras las brasileñas Mossoró, Natal y Vitória, así como las mexicanas Ensenada, Baja California, y San Luis Potosí, San Luis Potosí, salieron del listado, este año ingresaron Caruaru, Macapá y Porto Velho, todas de Brasil, así como las colombianas Barranquilla y Sincelejo.

Desde su punto de vista, urge implementar las acciones exitosas que se han implementado en otras naciones, como es el castigo a los criminales, abatir la impunidad, así como investigar y judicializar a los homicidas.

  • Reconocen que aunque en 2022 hubo 17 ciudades en el ranking, y este año bajó a 16, lo preocupantes es que en la mayor parte de los listados hasta ahora siempre una ciudad mexicana ha liderado la lista.
  • De hecho, de las 16 veces que se ha realizado el estudio, en 10 de ellas, la ciudad que destaca como la más violenta es mexicana.

Hay otras ciudades que también tienen índices muy graves de violencia, pero no aparecen en la lista porque tienen menos de 300 mil habitantes; eso no quita que tienen situaciones muy graves de inseguridad.

Ecuador es ahora uno de los países más violentos

La célebre frase pronunciada por el expresidente de Ecuador Rodrigo Borja Cevallos en 1991, en la Conferencia Paz para el Desarrollo, y repetida diez años después por el expresidente Gustavo Noboa Bejarano en su Informe a la Nación de 2002, de que Ecuador es una “isla de paz” en el mundo, ha perdido completamente su sentido, y de forma preocupante, al inicio de la tercera década del siglo XXI.

  • Porque Ecuador se ha convertido inesperadamente en uno de los países más violentos del mundo, calificado por la ONU como un país “bajo estrés”.
  • Según un estudio realizado por la organización independiente Iniciativa Global contra el Crimen Organizado Transnacional, el país se sitúa como el undécimo más violento del mundo, junto a Siria, Irak y Afganistán.
  • La terrible clasificación se complementa con el puesto 96 del mundo de 146 países (23 de 32 a nivel regional) en el Índice de Estado de Derecho de 2023 (World Justice Project), un documento que monitoriza y evalúa factores como los límites al poder gubernamental, la ausencia de corrupción, la apertura política, los derechos fundamentales, el orden y la seguridad, el cumplimiento normativo, la justicia civil y la justicia penal.

Hace menos de cinco años, en 2019, Ecuador aún era considerado uno de los países más seguros de América Latina, con una tasa de 6,7 muertes violentas por cada cien mil habitantes. Hoy, está al borde de una tasa de 45 muertes.

Esto en medio de un escenario caótico de gobierno desordenado en el que conviven simbiótica y contradictoriamente grupos mafiosos consolidados, bandas criminales, mafias, cárteles transnacionales, pandilleros, actores criminales penetrados por el Estado y delincuentes comunes, todos legitimados en estructuras ecosistémicas, si aludimos al mundo líquido en el que vivimos hoy. Es decir, un mundo en el que lo sólido ha sido superado para convertirse en un entorno moldeable, cambiante, fluido, volátil, incierto y vertiginoso.

  • Estos actores, a través de sistemas de conexiones relacionales o vínculos subterráneos, están asociados a los mercados criminales que existen en Ecuador, incluyendo narcotráfico, tráfico de armas, tráfico de vacunas, minería ilegal, trata de personas, cibercrimen, corrupción de cuello blanco y tráfico de recursos naturales.
  • Sin embargo, la variable detonante de este fenómeno de violencia e inseguridad en el país, considerado el músculo de las actividades delictivas, es la economía política del narcotráfico. Y no sólo de la cocaína, sino también de la heroína y, más recientemente, de la destructiva droga sintética fentanilo.

La narcotización de la economía criminal se debe a varios factores: la ubicación del país, ya que Ecuador se encuentra en medio de los mayores productores de cocaína del mundo; la economía dolarizada, atractiva para el lavado de dinero; la poca capacidad de reacción de los instrumentos de control e instrucciones del Estado para mapear y hacer un seguimiento de las diversas rutas de transporte aéreo, marítimo y terrestre de la droga que entran y salen del país; causas estructurales, como el desempleo y el empleo informal, sociedades con desarrollo desigual y no incluyente; y la fuerte influencia de los medios de comunicación, especialmente las redes sociales, en el grupo poblacional de millennials y centenials, cada vez más seducidos por la “cultura del narcotráfico” como modelo de liderazgo, poder y dinero fácil.

Entre los muchos factores que han desencadenado la actual crisis de seguridad sistémica se encuentra la reducción del presupuesto del Gobierno central para la renovación del sistema penitenciario del país hace varios años.

  • Así, durante 2014 estalló la crisis de la inversión social, que aumentó en 2020 con la pandemia, lo que llevó al despido de funcionarios de prisiones y a la eliminación de direcciones en el sector de la justicia. De hecho, en el gobierno del expresidente Lenin Moreno se eliminó el Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos, creándose la Secretaría de Derechos Humanos y el SNAI.

Todo esto llevó a una falta de claridad en el manejo de los graves problemas carcelarios y a un aumento del hacinamiento de personas privadas de libertad en los 34 centros de detención. Y ha diluido la posibilidad de pensar en la construcción de un modelo penitenciario adecuado, abriendo la posibilidad de que las cárceles se conviertan en centros de articulación de diversos delitos que, con el tiempo, se han convertido en retaguardias estratégicas de los capos de la droga.

México, con la novena tasa más alta de homicidios en América

México se ubicó en el lugar número nueve, de 26 países del continente americano, como la nación con la mayor tasa de asesinatos para el 2022, según el “Informe global sobre Homicidios 2023” publicado por la Organización de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).

  • De acuerdo con lo datos recabados, en 2022, con una tasa de 26.1 homicidios por cada 100.000 habitantes, México se ubicó como noveno país con más asesinados, por abajo de Ecuador (26.9) y por arriba de Colombia (25.3).
  • Cabe señalar que Jamaica (53.34), San Vicente y las Granadinas (40.41), así como Trinidad y Tobago (39.52), se colocaron como los países con la mayor tasa de homicidios de la región.
  • Por el contrario, Canadá (2.27)), Bolivia (3.97) y Argentina (4.31), presentan la tasa más baja.

Aunque la tasa de muertes violentas de nuestro país se redujo entre 2021 y 2022 (al pasar de 28.2 a 26.11 víctimas por cada 100,000 habitantes), la cifra es aún preocupante.

Durante 2021 México se posicionó como el segundo país con más asesinatos del continente americano, al contabilizar 35,700 víctimas, sólo por debajo de Brasil, el cual sumó 45,562 homicidios y por arriba de Estados Unidos, donde se registraron 22,941 asesinatos, en el mismo año.

La cuarta edición del “Informe global sobre homicidios” destacó que Centroamérica sigue como la subregión del continente americano con la tasa de homicidios más alta y volátil.

El reporte afirmó que la tendencia nacional de homicidios en México ha sido factor para impulsar la volatilidad de la región a lo largo de la última década.

Y es que el informe identificó que la disminución de la violencia letal en 2014 y el posterior aumento de los asesinatos entre 2015 y 2018 en la región, en particular, puede atribuirse en gran medida a la violencia relacionada con el crimen organizado en México.

  • Aunque añadió que el nivel de violencia homicida, México se ha mantenido relativamente alto desde 2018, y varios países más pequeños de la subregión, sobre todo El Salvador, Guatemala y Honduras, han registrado reducciones significativas en el número anual de homicidios de los últimos años.

Asimismo, subrayó que aunque se ha producido un descenso en los últimos años, Centroamérica también se coloca como la región con las tasas más altas de homicidio perpetrado con arma de fuego de todo el continente.

En el mismo sentido, Centroamérica también tuvo la tasa más alta de homicidios perpetrados con objetos punzantes u otros mecanismos.

Armas de fuego

La ONU expresó que en varios países de América Latina, las tendencias de los homicidios relacionados con el crimen organizado y otros delitos están fuertemente ligados con el uso de armas de fuego.

Según el informe, el crimen organizado es responsable del 22% de los homicidios registrados a nivel mundial, y el 50% en las Américas.

“La competencia entre grupos y pandillas del crimen organizado puede provocar aumentos repentinos y pronunciados de los homicidios intencionales, como se ha observado en Haití y Ecuador”.

En el caso de México, el organismo internacional observó un aumento de los homicidios perpetrados con armas de fuego entre 2015 y 2018, periodos relacionados con el aumento de las actividades de la delincuencia organizada.

Mayor presencia del crimen organizado, no significaun aumento en cifrasde asesinatos

  • Aunque el reporte señaló que no existe una relación lineal entre la violencia y la presencia del crimen organizado en una comunidad, se destacó que en el caso de México, un país con altos niveles de delincuencia organizada, ofrece un ejemplo de cómo una mayor presencia de delincuencia organizada no siempre se traduce en más homicidios.
  • Y es que luego de analizar datos a nivel municipal, la organización mundial destacó que datos de encuestas sobre la percepción de seguridad de los ciudadanos, la confianza en las instituciones públicas y la victimización por delincuencia en México, sugieren que cuando la presencia del crimen organizado alcanza cierto nivel (más del 32% de las personas declaran haber visto bandas en la comunidad) el homicidio empieza a disminuir.

Se detalló que los municipios con los niveles más altos de homicidio se encontraban en un rango medio de exposición a pandillas, de entre 20 y 40 puntos porcentuales.

Sobre este tema, se añadió que del mismo modo, en América Latina, la fragmentación de los grupos de delincuencia organizada que siguió actividades de aplicación de la ley en México también se ha esgrimido como una razón para el aumento de la violencia homicida en el país desde 2014./PUNTOporPUNTO

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