El Banco Mundial (BM) aseguró que en países de ingresos medios y bajos casi mil millones de niños y jóvenes perdieron al menos un año completo de educación presencial, debido al cierre de las escuelas, lo que estima ocasionará una pérdida de ingresos de 21 mil millones de dólares.
- En el estudio, Colapso y recuperación: cómo COVID-19 erosionó el capital humano y qué hacer para recuperarlo, mostró que como resultado de la crisis sanitaria, la pobreza de aprendizaje, que era de 57 por ciento antes de la pandemia, ha aumentado aún en estos países, con un estimado de 70 por ciento, en niños de 10 años que no pueden comprender un texto escrito básico.
Indicó que “la pandemia provocó un colapso del capital humano en momentos críticos del ciclo de vida, descarrilando el desarrollo de millones de niños y jóvenes en países de bajos y medianos ingresos”.
- El informe del Banco Mundial analizó los datos globales de personas de hasta 24 años, citando entre los principales hallazgos, que los estudiantes de hoy podrían perder hasta 10 por ciento de sus ganancias futuras debido a la crisis educativa por el COVID-19.
- Los analistas del Banco Mundial explicaron que el déficit cognitivo en niños pequeños podría traducirse en una disminución de 25 por ciento en ingresos cuando sean adultos.
Además, el confinamiento provocó en las familias una situación de estrés sin precedentes, y las disminuciones en el desarrollo cognitivo y socioemocional son alarmantes, pues de los mil millones de niños que perdieron al menos un año de escolaridad presencial, los datos revelan que “no aprendieron en el periodo en que las escuelas permanecieron cerradas”.
La pandemia “asestó duro golpe al empleo juvenil”
El informe del BM, también aseguró que cuarenta millones de jóvenes que habrían tenido un trabajo en ausencia de la pandemia no lo tenían a fines de 2021, lo que empeoró las tendencias de desempleo en este grupo de edad; mientras uno de cada cuatro en Brasil, Etiopía, México, Pakistán, Sudáfrica y Vietnam no estaba en la escuela, empleado o en un programa de capacitación.
- El organismo explicó que en general, los ingresos de los jóvenes se contrajeron 15 por ciento el primer año de la pandemia y otro 12 por ciento en 2021. Pero hacia adelante proyecta que los ahora estudiantes podrían perder hasta 10 por ciento de sus ganancias futuras debido a las crisis educativas inducidas por los confinamientos; mientras el déficit cognitivo en los niños pequeños de hoy podría traducirse en una disminución de 25 por ciento en los ingresos cuando sean adultos.
“Las personas menores de 25 años de hoy, es decir, los más afectados por la erosión del capital humano, constituirán más de 90 por ciento de la fuerza laboral en edad productiva en 2050”, contextualizó Norbert Schady, economista jefe de Desarrollo Humano de la Banco Mundial y principal autor del informe donde se reportan estos datos. Advirtió que los gobiernos deberían tomar como prioridad el revertir el impacto de la pandemia en los jóvenes, de lo contrario se estará no sólo frente a una “generación perdida”, sino “múltiples generaciones perdidas”.
132 millones de niños no reciben educación
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) precisó que 132 millones de niños en edad de recibir educación primaria o secundaria no acuden a la escuela.
- Para la organización, entre los factores que propician esta realidad se encuentran la pobreza y la necesidad de trabajar, al igual que las normas tradicionales y las expectativas de género como resultado del sistema patriarcal.
- Un informe del ente reveló que, en diversos países, los niños corren un mayor riesgo que las niñas de repetir los años escolares, así como el nivel de aprendizaje, aunque insisten que ellas enfrentan más desventajas en esa área.
Además, Unesco considera que entre los elementos identificados con la deserción escolar están la disciplina severa, el castigo corporal y otras formas de violencia en los centros escolares. Esto se suma a los cierres de escuelas, la pérdida de aprendizaje y las adversidades económicas surgidas por la pandemia.
América Latina, Asia Oriental y los Estados Árabes son las tres regiones con alto riesgo de deserción escolar masculina, según las cifras publicadas por la Organización.
Casi 86 millones de menores de Latinoamérica no fueron a la escuela
Por otro lado, la Unief alertó en 2021 que alrededor de 86 millones de niños, niñas y adolescentes siguieron sin asistir a las escuelas en América Latina y el Caribe debido a la pandemia de Covid-19.
“La mayoría de los niños, niñas y adolescentes de esta región no han visto a sus profesores o amigos fuera de una pantalla. Los que no tienen internet, directamente no los han visto”, aseguró la directora regional de la Unicef, Jean Gough.
- Gough señaló en ese entones que “la educación virtual debe continuar y mejorar, pero está claro que durante la pandemia las familias más marginadas no han tenido acceso al aprendizaje”.
Añadió que “cada día fuera de las aulas acerca a los niños, niñas y adolescentes más vulnerables a la deserción escolar, la violencia de las pandillas, el abuso o la trata de personas”.
La agencia de la ONU también destacó que unos 47 millones de menores en la región retornaron al “aprendizaje presencial” debido a los “esfuerzos de varios países por acelerar la reapertura de las escuelas, ya sea parcial o totalmente”.
“Es esperanzador ver que cada día se reabren más escuelas y más niños, niñas, adolescentes, maestros y profesores vuelven a la escuela en América Latina y el Caribe”, declaró Gough.
- En Latinoamérica perdió una media de 153 días de clases presenciales desde el inicio la crisis sanitaria, causando la mayor interrupción del aprendizaje en la historia moderna de la región, afirmó el ente de la ONU.
- La escuela actúa como un “espacio seguro” para que los menores “interactúen, jueguen y crezcan juntos”, sostuvo la Unicef, y recalcó que los colegios no están asociados con un aumento de la transmisión de Covid-19.
Incluso en áreas con altos índices pandémicos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda considerar el aprendizaje presencial.
“Cada vez son más los países de la región que demuestran que el aprendizaje presencial es posible; otros deben devolver urgentemente a sus niños, niñas y adolescentes a las aulas”, apuntó Gough.
En México, el 80% de alumnos que dejaron la escuela en la pandemia aún no regresan a clases
El sistema educativo en México se enfrenta al reto de regresar a las aulas el 80% de los alumnos que abandonaron la escuela durante la pandemia de Covid-19, advirtió Marta Castro, investigadora del IMCO AC, pues esta condición será un estrago que perjudicará de por vida a esta población.
- De acuerdo con estimaciones oficiales, la matrícula de estudiantes se redujo en 1.5 millones entre 2019 y 2022 y, en 2023 sólo se reintegraron 300 mil estudiantes; es decir, faltan 1.2 millones de alumnos por sumarse a los centros de estudio y, aún cuando las becas Benito Juárez pueden ser de utilidad, el Instituto Mexicano para la Competitividad AC (IMCO) señaló tres áreas de oportunidad para coadyuvar a revertir estas cifras.
- La deserción académica en México no es un tema nuevo; sin embargo, la pandemia agudizó este problema a niveles nunca antes vistos, por lo que Castro enlistó los beneficios sociales y macroeconómicos que atrae la continuidad a la educación profesional y destacó que existe un incentivo en particular para las mujeres.
Los números antes de la pandemia indican que sólo el 28% de los estudiantes que entran a la primaria terminarán una carrera universitaria y los principales focos rojos de abandono escolar se concentran en el nivel medio superior y superior.
Aunado a ello, la parálisis social que trajo consigo el Covid-19 incrementó dramáticamente el nivel de deserción y, aunque el IMCO reconoce el asistencialismo como una forma de evitar el abandono escolar, también apuntó que atender la especificidad de la salida de los jóvenes de las escuelas y universidades podría detener en gran medida este fenómeno.
La decantación de niños y jóvenes a lo largo del plan de estudios en México revela diversas desigualdades, las cuales incrementan con la llegada al bachillerato: por cada 100 niños que entran a la primaria, 92 ingresan a la secundaria, de ellos, 84 entran al bachillerato, pero sólo 54 lo terminan; de estos, 39 pueden ingresar a las universidades de la república y sólo 28 logran terminar su carrera profesional.
En 2021, durante el momento más álgido de la pandemia, el Inegi publicó los resultados de la Encuesta Nacional sobre Acceso y Permanencia en la Educación (ENAPE), donde, entre otras muchas cosas, se registró que el 28.6% de las personas que abandonaron sus estudios tenían pensado regresar a las aulas (25.8% hombres y 31.3% mujeres) y 15.5% (14.9% hombres y 16.2% mujeres) no sabrían si lo harían; sin embargo, dos años después, sólo el 20% regresó.
- Asimismo, el IMCO tiene detectados que los motivos de deserción varían entre hombres y mujeres. Para el 40% de las mujeres, el abandono se debe a la falta de recursos, el matrimonio o el embarazo; mientras que para el 33% de los hombres, los motivos son la necesidad de buscar un trabajo o la falta de aptitudes.
En consecuencia, de acuerdo con la AC, las becas del gobierno no cubren todas las necesidades requeridas para todas aquellas personas que abandonan sus estudios, por lo que recomendaron entender estas causas y satisfacerlas; establecer programas de estudios más flexibles que permitan estudiar y trabajar y orientación vocacional para que los alumnos elijan mejor su carrera./PUNTOporPUNTO
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