Como una forma de obtener dinero y de dar más alternativas de comida, internos del Reclusorio Norte instalan «changarros» en cada uno de los anexos de Reclusorio Norte. De acuerdo ex internos y familiares de los reclusos, dentro del centro hay varios negocios de venta de pan dulce, café y hasta platillos, más allá de los negocios establecidos oficialmente y de la cafetería. «Ahí se vende de todo, por ejemplo, los comisionados y quienes tienen mayor poder adquisitivo pues casi nunca comen de la cafetería, pueden comprar otro tipos de alimentos dentro del reclusorio», dice Mónica, hermana de un interno del centro penitenciario./REFORMA