Ser niño debería ser sinónimo de felicidad, pero no siempre es así sobre todo en México donde más de 3.6 millones de infantes deben trabajar, otros más son víctimas de violencia e incluso de explotación desde laboral hasta sexual. Los niños y adolescentes en México se han convertido en un sector altamente vulnerable pues son afectados de forma directa por las situaciones de criminalidad, violencia e impunidad que actualmente sufre el país. De acuerdo a la UNICEF, en México, un tercio de la población -unos 40 millones de personas-, son niños, niñas y adolescentes, de los cuales 21 millones (el 54%) viven en condiciones de pobreza y 1.5 millones sufren desnutrición crónica./LA CRÓNICA