AGENCIAS
La coordinadora general del Programa Nacional de Financiamiento al Microempresario (Pronafim), Elenitza Canavati Hadójpulos, confió que la colocación de microfinanciamiento al final del año supere mil 80 millones de pesos, 30 por ciento más que en 2013.
Expuso que para alcanzar esa meta es fundamental trabajar para acercar estos apoyos a las comunidades de menos de 50 mil HABITANTES, donde no existen servicios financieros o lo que es lo mismo al 28 por ciento de los municipios que presentan este tipo de carencias.
Tras participar en el XIII Encuentro Nacional de Microfinanzas “Impulsando una evolución integral de las microfinanzas”, señaló que al cierre de agosto pasado la dispersión de recursos fue de mil 300 millones de pesos, lo que incluso supera el techo financiero de 2013 que fue de mil 200 millones de pesos.
Indicó que “uno de los retos que tenemos es cómo llegar precisamente a las zonas con menos de 50 mil HABITANTES; sí hay microcrédito rural pero no es abundante como en las zonas urbanas, por eso el reto es llegar a la zona rural con mayor penetración, a los jóvenes y a los mayores de 50 años”.
“Hay algunas cuestiones como las distancias y algunas veces las personas como las amas de casa prefieren algunos medios familiares o tandas que les parecen más cómodos, más familiares al buscar apoyos para desarrollar sus proyectos, otras veces puede ser cuestión de accesibilidad”, consideró.
Todavía, expresó, hay 28 por ciento de municipios en el país donde no hay servicios financieros y se hacen grandes esfuerzos para llegar a ellos.
Respecto a los riesgos que se corren en la busca de financiamiento no formal, expuso que lo primero es que “no hay una protección formal para el consumidor y por eso alentamos fuertemente a que se acerquen a las intermediarias financieras reguladas que tienen que ver con las que trabajan con Pronafim”.
Asimismo, resaltó, se debe trabajar en la masificación de la educación financiera, pues es la clave para tener servicios formales de microfinazas más adecuados, sobre todo en el tema de la innovación y servicios, que estos sean adecuados y logren su objeto que es que el negocio crezca y se fortalezca en el mediano y largo plazos.
“Queremos que el microcrédito sea un instrumento transformador en la vida de quien lo recibe y en este sentido la capacitación y el acompañamiento como puede ser la incubación que también son elementos muy importantes”, afirmó.
Respecto a las ventajas de la reforma financiera vinculada al sector de los microcréditos, apuntó que está la mejora de las prácticas financieras y “que la persona sepa perfectamente a qué se compromete al adquirir un compromiso como es un microcrédito, cuáles son sus responsabilidades y que sepa exigir un servicio adecuado”.