La próxima Cámara de Diputados estaría conformada por unas 116 diputadas electas por el voto ciudadano, 38.66 por ciento de las 300 curules de mayoría relativa, dijo María del Carmen Alanís Figueroa, magistrada del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
De acuerdo con un primer análisis del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) del Instituto Nacional Electoral (INE), Alanís Figueroa afirmó que los escaños femeninos podrían aumentar hasta llegar al 40 por ciento del total de la Cámara baja.
En la jornada electoral del pasado domingo 7 de junio, la ciudadanía votó para elegir 300 diputaciones federales de mayoría, pero aún falta que el INE asigne otras 200 curules por el principio de representación proporcional o plurinominales.
De confirmarse los datos, habría entre 37 y 40 por ciento de diputadas federales por ambos principios.
En estos comicios, en los que por primera vez aplicó como obligación legal la paridad de género (50 por ciento de candidatas), hubo un avance porque actualmente hay 116 virtuales ganadoras, a diferencia de la elección de 2012 cuando aplicó la cuota de género 40-60, y sólo 89 mujeres ganaron una diputación federal de mayoría relativa, lo que representó el 30 por ciento.
De acuerdo con la magistrada Alanís Figueroa, este aumento será resultado de la reforma constitucional en materia político-electoral de 2014, que estableció la paridad en diputaciones federales y locales y senadurías, principio que también se estipuló en las leyes generales de Partidos Políticos, y de Instituciones y Procedimientos Electorales.
Al participar en una conferencia magistral sobre violencia política de género en la Fundación Miguel Alemán Valdés, la magistrada también dijo que en los congresos de Querétaro y Campeche habrá más mujeres por mayoría relativa que varones.
En Querétaro los resultados preliminares dan como ganadoras a ocho mujeres: Daesy Alvorada Hinojosa Rosas, María Alemán Muñoz Castillo, María del Carmen Zúñiga Hernández, Verónica Hernández Flores, Ayde Espinoza González, María Antonieta Puebla Vega, Leticia Rubio Montes y Atali Sofía Rangel Ortiz.
Es decir hay mayoría de ocho mujeres contra siete hombres. Falta la asignación de 10 diputaciones plurinominales.
María del Carmen Alanís aclaró que si bien la paridad en candidaturas no es equivalente a paridad en representación, a partir de las cuotas de género ascendió el número de mujeres en los congresos y en los municipios, pero aclaró que al final el voto depende de la voluntad ciudadana. “No podemos obligar a votar por mujeres”, apuntó.
Con estos resultados, la magistrada –única mujer integrante de la Sala Superior del TEPJF– observó un “balance positivo” de la paridad, porque a pesar de que todavía hay muchos temas a analizar como las resistencias de los partidos para postular a las mujeres, ésta es “una batalla ganada” pues además de la ley ya hay jurisprudencia al respecto.
Asimismo acotó que en este proceso electoral hubo “intento de fraude” y por ello el TEPJF hizo que “a golpe de sentencias” los partidos políticos cumplieran la paridad en candidaturas, en especial en las listas de ayuntamientos para que hubiera candidatas y candidatos a presidentes municipales, regidurías y sindicaturas.
La magistrada destacó que los juicios y las posteriores resoluciones fueron gracias a que mujeres comprometidas con la igualdad y a que los tribunales electorales hicieron interpretaciones progresivas, un control de constitucionalidad, y una interpretación de la Constitución mexicana, lo que derivó en jurisprudencia.
Este avance en la participación política femenina, advirtió Alanís Figueroa, no tendrá sentido si las próximas legisladoras no pueden ejercer sus funciones en un ambiente libre de discriminación y violencia.