Desinformémonos
Guadalupe Marchán tiene 30 años y desde el viernes en la tarde no ha tenido contacto ni noticias de sus dos hijas, de 12 y 13 años, desde que salieron de la secundaria 213 Bandera Nacional, donde estudian, en la ciudad de Iguala, en Guerrero.
La mamá señaló que se presentó en la fiscalía local para hacer la denuncia sobre la desaparición de sus niñas, pero la respuesta que recibió fue que debe esperar 72 horas desde la última vez en que las niñas fueron vistas.
Esta respuesta viola todos los protocolos de búsqueda de personas desaparecidas ya que está ampliamente difundido que las primeras horas son claves para abortar secuestros, violencia y el traslado de las niñas fuera del país, en caso de haber sido abordadas por alguna red de trata de personas.
Diversos colectivos del estado de Guerrero abogan por la declaración de la Alerta de Género en ese estado, que a pesar de no ser más que algunos lineamientos de búsqueda básicos para las autoridades, sí permite que las búsquedas de personas faltantes inicien de inmediato.
Por lo pronto, Guadalupe, la mamá, empezó ella misma la búsqueda: las nenas fueron a la secundaria a que les entregaran sus calificaciones y cerca de las 6:50 de la tarde ya no supo de ellas. Las buscó en su barrio, la Colonia 3 de Mayo, con familiares y amigos pero nada. Tampoco ha recibido alguna llamada para pedir rescate. Recorrió la ciudad con sus fotos pegándolos en los muros y en las centrales de camiones “para que si las ven pasar con alguien más no las dejen pasar”.
Según reportó desde Iguala, el reportero Alejandro Guerrero para el periódico El Sur, la madre acudió al monumento de la Independencia, donde estaban integrantes del Grupo Los Otros Desaparecidos de Iguala, que también conforman la Primera Brigada de Búsqueda de Personas Desaparecidas, que en 15 días de trabajo halló el mismo número de fosas clandestinas en la zona rural de Amatlán, en Veracruz. Quienes tomaron la información y las fotos de las niñas para buscarlas.
“Estoy destrozada, siento que mi vida se me va, ellas son mi vida y pido que me las regresen donde quiera que estén”.