Rusia condenó ayer con dureza el ataque de EU y sus aliados europeos en Siria y asumió una posición prudente al no abrir fuego contra las embarcaciones y aviones que la madrugada del sábado pasado lanzaron 105 misiles crucero en instalaciones estratégicas del gobierno de su aliado Bashar al Assad, lo que evitó un enfrentamiento directo entre los dos poseedores de los arsenales nucleares más devastadores del mundo. Putin asegura que los expertos rusos que inspeccionaron Duma “no encontraron rastros de cloro o de otra sustancia tóxica”, y sostiene que los habitantes interrogados “no confirmaron ningún ataque químico”./LA JORNADA