La fuerza de la naturaleza arrasó ayer en Indonesia. La catástrofe inició con un sismo de 6.1 de magnitud, luego un fuerte terremoto de 7.5 que produjo un tsunami de hasta 2 metros de altura que arrastró todo a su paso, provocando un número aún incalculable de víctimas. El tsunami golpeó Palau y Donggala, en la isla de Célebes, a unos 80 kilómetros del epicentro. De modo que el portavoz de la agencia de desastres, Sutopu Purwo Nugroho, indicó que, según el recuento de hospitales, hasta anoche, el número de muertos era de 48. El recuento de víctimas y daños se estaba dificultando por afectaciones en algunas infraestructuras y cientos de estaciones de red eléctrica, indicó el Ministerio de Comunicación e Información./ REFORMA