El gobierno de Perú resolvió cerrar y reestructurar sus servicios de inteligencia tras las denuncias de espionaje a dirigentes opositores y altos funcionarios.
«Se ha acordado el cierre temporal de la Dirección Nacional de Inteligencia (DINI) para proceder a su reestructuración y ver los controles de fiscalización», declaró la primera ministra, Ana Jara.
La declaración fue hecha al final de una reunión con representantes de 15 partidos a la que no asistieron las dos principales fuerzas opositoras, la del expresidente Alan García y la hija de Alberto Fujimori.
El cierre se produce en medio del escándalo por el supuesto espionaje a un alto funcionario de la época de García.
También ha habido acusaciones de seguimientos a la vicepresidenta, Marisol Espionsa.