Los temblores que producen los terremotos provocan cambios en la superficie de la Tierra, pero a raíz de la profunda sacudida en Nepal el pasado 25 de abril, los científicos quieren ir más allá y ya estudian si podrían haber cambiado la altura del Monte Everest.
Un equipo de especialistas del Sevicio Geológico de Estados Unidosestá trabajando en el problema ahora, pero necesita recuperar datos de una estación de GPS cerca del Everest en los próximos días, explica Kenneth Hudnut, geofísico que estudia los terremotos junto con el USGS en Pasadena (California) a la revista National Geographic.
Desplazamientos de unos cuantos centímetros
Hudnut y su equipo investigan información satelital y sismológica sobre el terremoto de Nepal, con una magnitud que se calcula en 7.8 grados Richter, con el propósito de entender mejor lo que sucedió y determinar la probabilidad de más terremotos en el futuro. Los modelos preliminares sugieren que el Monte Everest y sus alrededores podrían haber sufrido desplazamientos de unos cuantos centímetros, tanto vertical como horizontalmente, según los científicos.
El geofísico espera recuperar información de una estación llamada SYBC en un valle a menos de 30 kilómetros desde el pico del Everest. Desde la estación ya no se están transmitiendo datos, debido al terremoto, los científicos tendrán que volar allá y descargarlos directamente.
“No sólo buscamos saber si el Everest se fue hacia arriba o hacia abajo; también estamos tratando de entender lo que la Tierra entera hizo, y la ciencia detrás del terremoto”, afirma Hudnut a la revista. «Por ejemplo, queremos saber si el sismo puso tensión adicional en otras fallas localizadas en la zona, lo que podría conducir a futuros terremotos», señala.
Hudnut ha explicado que la ciudad de Katmandú, que estaba más cerca del epicentro que el Everest y fue fuertemente dañada por el temblor,podría haber movimientos de hasta un metro.
¿Cambiar los mapas?
Si en verdad se descubre que el Everest podría haber variado unos cuantos centímetros, algunos ya se prgeuntan si tendrían que considerar varias los mapas. El geógrafo de la sociedad Juan Valdés dice que está observando la ciencia de cerca.
Algunos terremotos y otros fenómenos geológicos ya han cambiado los mapas de National Geographic anteriormente, señala Valdés, desde movimientos en el suelo causados por sismos, hasta el surgimiento de islas nuevas, creadas por volcanes. Es poco probable que el movimiento experimentado en Katmandú aparezca en la resolución de los mapas de la sociedad, dice Valdés, pero está por verse lo relacionado con la altura del Everest.
La última vez que Valdés recuerda que hubo un cambio significativo en la altura de una montaña fue en enero de 2014, cuando un derrumbe masivo en Nueva Zelanda redujo la altura del Monte Cocine, de las medidas anteriores, 3,754 metros, a 3,724 metros. Una diferencia de 30 metros.
El hecho de que las montañas más altas del mundo puedan moverse “demuestra lo dinámico que el planeta es realmente”, señala Valdés a la revista.