Un grupo internacional de astrónomos encabezados por científicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) detectó en tiempo real una de las primeras etapas de la formación de una estrella.
El equipo conformado por los mexicanos, Salvador Curiel y Jorge Cantó, del Instituto de Astronomía, y Carlos Carrasco-González, del Centro de Radioastronomía y Astrofísica, descubrieron luego de casi dos décadas de observación que la pequeña región llamada W75N(B)-VLA2, que envuelve a una estrella en formación, se expande a una velocidad cercana a los 30 kilómetros por segundo (unos 100 mil kilómetros por hora).
La estrella que se observó es ocho veces más grande que el Sol y se localizaba a unos cuatro mil 200 años luz de la Tierra, destacó en un comunicado el Instituto de Astronomía.
Detalló que las primeras observaciones hechas en 1996 mostraron que la radiación de W75N(B)-VLA2 provenía de una región compacta, casi esférica, compuesta de plasma (gas a muy alta temperatura) y recubierta por algunas zonas de vapor de agua.
Al pasar los años, añadió, los investigadores detectaron la expansión de toda la región, principalmente, en dos direcciones opuestas.
En las últimas observaciones hechas en abril de 2014 confirmaron que la región de plasma se alargó y que la envoltura de gas crece a velocidades impresionantes y tomó una forma ovalada.
“Nuestros datos confirman que dentro de W75N(B)-VLA2 hay una estrella joven y masiva cuyo viento empuja el material que la rodea y lo lleva a velocidades sorprendentes”, indicó el investigador Salvador Curiel.
Las observaciones también muestran que las regiones de vapor de agua se alargaron con el paso del tiempo en la misma dirección del plasma. Además, el campo magnético en la zona es paralelo a la parte más alargada del gas en expansión que confirma la naciente aparición de flujos.
Los científicos esperan hacer más observaciones en los próximos años y continuar con el estudio de esta región del Universo, así como examinar otras que podrían pasar por el mismo proceso.
En la investigación, cuyos resultados se publicaron en la revista Science, también participaron países como España, Holanda, Suecia, Corea y Japón.