AGENCIAS
Los legisladores de la provincia indonesia de Aceh, la única del país donde se aplica la ley islámica, han dado luz verde a una ley que permite el uso del castigo físico contra las personas que mantengan relaciones homosexuales, informan medios locales. Conforme al nuevo decreto, aquellos que practiquen sexo con personas de su mismo género serán penados con hasta 100 latigazos, en una decisión calificada como «un enorme paso atrás» por las organizaciones pro derechos humanos.
Dicha ley, además, prohíbe explícitamente el sexo anal entre hombres así como los «frotamientos de las partes del cuerpo de la mujer para estimularse». Amnistía Internacional, quien pide el fin de los castigos físicos en la región, ha instado los legisladores locales en un comunicado a «retirar de inmediato o revisar la disposición de la ordenanza que viola los derechos humanos».
«Criminalizar a los individuos según su orientación sexual es un duro golpe para la igualdad en Indonesia», declaró Richar Bennett, director de Amnistía Internacional en Asia y el Pacífico. La nueva regulación será aplicada también contra personas no musulmanas y extranjeros.
Un procedimiento habitual
El castigo físico ya es utilizado en esta región autónoma indonesia por delitos como beber alcohol, apostar y mantener relaciones fuera del matrimonio. «El azotamiento es cruel, inhumano y un castigo degradante que está claramente prohibido por la legislación internacional. Las víctimas no solo experimentan dolor y humillación, a menudo también se enfrentan a daños físicos y psicológicos de largo plazo», sentencia Bennett.
Desde el 2010, al menos 156 personas han sido condenadas a castigos físicos en Aceh, según datos de la organización. La «sharia» o ley islámica se impuso en Aceh en 2001 en un intento de apaciguar el conflicto armado entre el Ejército y el movimiento separatista musulmán de ese antiguo sultanato de unos cuatro millones de habitantes y rico en recursos energéticos. Entre otras medidas, la «sharia» prohibió a las mujeres musulmanes en Aceh cantar o bailar, impuso el hiyab y el toque de queda nocturno.