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Saltillo, Coah. «Ya basta de homofobia, todos somos hermanos», soltó Fernando Covarrubias Monsiváis (45 años) luego que un juez civil lo declaró unido en matrimonio con Luis Alberto Reyes Soto (30), en la primera unión igualitaria en Coahuila desde que el martes entró en vigor esa posibilidad legal.
«Todos somos hijos de Dios, ya basta de que nos miren como extraños», dijo ante familiares, amigos y funcionarios de gobierno que acudieron a la Oficialía Segunda del Registro Civil, donde se formalizó el matrimonio.
Es la primera boda homosexual, pero en los siguientes días se podrán formalizar tres más, dijo Lorena Bermea, directora de Instituto Coahuilense para combatir la discriminación.
Habitantes de otros estados pueden acceder al matrimonio igualitario en Coahuila, pero deben cumplir requisitos como la mayoría de edad, acreditar exámenes médicos y pláticas prematrimoniales, dijo Víctor Hugo Dávalos Cárdenas, titular de la oficialía segunda.
Parejas homosexuales de Tampico y Nuevo León pidieron informes sobre los requisitos para venir a casarse en Coahuila, añadió.
El primero de septiembre el Congreso local modificó el Código Civil para definir el matrimonio como la unión libre de dos personas, sin importar su género. Antes, la ley reservaba el derecho a las parejas integradas por un hombre y una mujer. La nueva norma se empezó a aplicar el martes pasado.
«Los declaro formalmente unidos en matrimonio», dijo el juez civil a la pareja.
Fernando y Luis Alberto se conocieron hace 12 años en una fiesta. Son obreros y tienen interés de adoptar. Sus familias los apoyan y se preparan para festejar «en grande».
«Nuestra familia nos apoya, estuvieron de acuerdo desde el principio, cuando vieron que la relación no era un juego. A las otras parejas les pedimos que se animen, porque el matrimonio da seguridad», aseguró Fernando.