Baja inscripción obliga a escuela católica a cerrar

Imagen: Internet
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AGENCIAS

La orden religiosa Legionarios de Cristo sufrió otro golpe cuando se anunció el jueves que su centro de capacitación en Estados Unidos para mujeres sacramentadas será cerrado debido a la baja inscripción.

El Mater Ecclesiae College en Greenville, Rhode Island, estaba enfocado en mujeres que estaban decidiendo si querían vivir como monjas dentro del movimiento laico Reino de Cristo, perteneciente a la Legión.

La rama de consagración de la Legión estuvo plagada de abusos espirituales y psicológicos graves, lo que exigió un mandato de reforma por parte del Vaticano justo en momentos en que el papa Benedicto XVI tomó el control de la Legión misma después de revelaciones de que su fallecido fundador, el padre Marcial Maciel, había tenido hijos y abusado sexualmente de sus seminaristas.

El jueves, a través de una carta, la directora de las mujeres consagradas de Norteamérica, Nancy Nohrden, dijo que las «dificultades y cambios institucionales» de los últimos años habían dado como resultado menos vocaciones y menos matriculación en el colegio. Agregó que la escuela será cerrada al final del año académico.

Jim Fair, vocero de la Legión, dijo que actualmente hay en la escuela 12 estudiantes de tiempo completo, frente a aproximadamente 90 que hubo en el mejor momento del colegio hace una década. Otras 30 mujeres están en programas de medio tiempo.

Es la escuela más reciente que ha cerrado o vendido la Legión en medio de una aguda disminución de donaciones y vocaciones tras las revelaciones sobre las fechorías del fundador y problemas dentro de la misma orden.

La orden religiosa con sede en México, una de las de más rápido crecimiento dentro de la Iglesia Católica, fue apoyada enormemente por el papa Juan Pablo II debido a su ortodoxia y capacidad de proveer de dinero y nuevos sacerdotes a la Iglesia.

La Legión atravesó un proceso de reforma de tres años que culminó a inicios de 2014 con la elección de un nuevo liderazgo y la adopción de normativas nuevas encaminadas a anunciar un nuevo comienzo. Pero en una señal de que el Vaticano quiere seguir controlando a la orden, nombró a dos miembros de la administración central y designó un asistente externo para ayudar a la Legión a continuar con las reformas.

A pesar de las iniciativas, sigue habiendo salida de sacerdotes desilusionados.

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