La lucha por legalizar el aborto en América Latina, la mayoría de cuyos países tienen legislaciones muy restrictivas en la materia, ganó ayer una importante batalla en la Cámara de Buenos Aires. Los legisladores argentinos aprobaron por una muy ajustada mayoría despenalizar la interrupción del embarazo durante las primeras 14 semanas de gestación. La sesión, que duro 23 horas, reedito dentro de la Cámara de Diputados la fractura que vive la sociedad argentina en torno a esta cuestión. El proyecto de ley debe ahora pasar al Senado, de carácter más conservador, donde previsiblemente será rechazado. Pero nada es seguro en un país donde la ola progresista ha hecho del aborto legal su gran bandera. /EL PAÍS