El presidente Donald Trump retomó al ataque contra un par de sus enemigos favoritos, los mexicanos y los medios, interrumpiendo así una breve luna de miel con México después de las elecciones y respondiendo a la petición de defensores internacionales de la libertad de expresión de desistir de sus ataques contra los medios. En un mitin político en Pensilvania, la noche del jueves, para supuestamente apoyar a un candidato local, en medio de su usual discurso sobre la urgencia de políticas férreas para el control migratorio, Trump le preguntó a sus fanáticos si recordaban lo que había dicho al inicio de su campaña electoral sobre los inmigrantes mexicanos. Indicó que de México “está enviando (migrantes), y dije palabras -no las mencionaré aquí esta noche porque hay jóvenes- pero dije palabras y todos pensaron que lo dicho era maravilloso. Y unos dos días después la gente decía, ‘¿él dijo esto, él dijo eso?’ ¿Y adivinen qué? Lo que dije no era nada (peanuts, cacahuates) comparado a lo que resultó ser la verdad”./ LA JORNADA