La nostalgia, pero sobre todo la incertidumbre, comienza a correr por los pasillos del Antiguo Palacio del Ayuntamiento, nos comentan. Si los cálculos políticos no cambian, ésta será la última semana de Miguel Ángel Mancera al frente del Gobierno de la Ciudad de México. Y aunque don Miguel ha dejado en claro que una vez que se vaya de licencia será José Ramón Amieva quien tome las riendas, incluso porque así lo marca la legislación local, no todos terminan de empatizar con el nuevo secretario de Gobierno. Las diferencias van desde los propios secretarios y titulares de organismos, como ya en este espacio le habíamos platicado, hasta los equipos y personal de menor rango. Hay quienes dicen que en el equipo de don José Ramón hay una especie de triunfalismo por su llegada a la oficina de la jefatura de Gobierno, como si en el camino hubieran dejado a sus adversarios políticos y no a compañeros de trabajo, por lo que temen que estos roces y diferencias pongan en riesgo la gobernabilidad de la Ciudad durante los tres meses que se ausentará Mancera. /EL CABALLITO EN EL UNIVERSAL