Era cuestión de tiempo y finalmente le tomaron la palabra, Édgar Amador deja la Secretaría de Finanzas y le abre un área muy sensible al jefe de gobierno suplente, José Ramón Amieva, quien tendrá que hacer malabares para mantener el control del dinero. Hace casi un mes Miguel Ángel Mancera dejó el cargo como jefe de gobierno y desde ese momento Edgar Amador se replegó, durante sus vacaciones se enteró de que le habían pedido la renuncia a su mano derecha la subsecretaria de Egresos, Verónica Rodríguez, la señal más clara de que iba a ser fuerte la presión política. Volvió y presentó su renuncia en las oficinas de la jefatura de gobierno, que estaban cerradas porque José Ramón Amieva continuaba como encargado de despacho. Directamente Miguel Ángel Mancera le pidió que permaneciera, después el secretario de Gobierno le habló para que lo respaldara en el proceso que se venía, sería una mala señal irse antes de la ratificación por parte de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal./OPINIÓN ESPERANZA BARAJAS EN EL HERALDO DE MEXICO