Con la salida de Édgar Amador de la Secretaría de Finanzas del Gobierno de la CDMX, el PRD cierra la pinza para lo que será parte fundamental de su estrategia rumbo a las elecciones del primero de julio. Y es que, aunque la salida de Amador estaba más que cantada —incluso se aseguraba que no llegaría a cargar los peregrinos en diciembre pasado—, este movimiento se complementa con el que se dio la semana pasada en la administración capitalina. Aunque pasó casi desapercibido el enroque ordenado por José Ramón Amieva, jefe de Gobierno de la capital, la llegada de Alejandro Piña a la Secretaría de Desarrollo Social fue el primer mensaje claro de que los amarillos acomodaban sus piezas. Y conste que Alejandro es un chavo técnicamente preparado y con amplia experiencia administrativa y legislativa, pues, a pesar de su juventud, ha sido delegado en Venustiano Carranza, diputado local y funcionario en la Secretaría de Desarrollo Económico./OPINIÓN ADRIÁN RUEDA EN EXCÉLSIOR