La locura consumista del Viernes Negro (Black Friday) tiene su contracara: el Día de No Comprar (Buy Nothing Day), una iniciativa que busca compensar la ola de compras sin freno por los descuentos tradicionales en el fin de semana después de la festividad de Acción de Gracias.
La tradición de las rebajas, iniciada en Estados Unidos pero que se ha extendido a gran parte del mundo, inicia oficialmente la temporada de las compras navideñas.
Como respuesta, el Día de No Comprar se basa en una propuesta del artista canadiense Ted Dave y los grupos de consumo responsable lo organizan desde 1992. El objetivo es que durante un día no haya consumo de ningún tipo, y en Estados Unidos los organizadores llaman a cumplirlo coincidiendo precisamente con el Viernes Negro.
Esta jornada de descuentos el día después de Acción de Gracias es uno de los días en que más se vende de todo el año en Estados Unidos.